De manos de Bono, el vocalista de U2, Steven Spielberg recibió un magno homenaje en la Berlinale, donde le entregaron un Oso de Oro Honorífico.
Si existe un cineasta contemporáneo que es la viva imagen del Séptimo Arte, alabado por críticos, colegas y audiencia por igual, reconocido hasta la saciedad y que continúa más vigente que nunca, ése, sin lugar a dudas, se apellida Steven Spielberg. ¡Y es que cómo no quererlo!
Con tres Premios Oscar, dos BAFTAs, nueve Globos de Oro y 12 Emmys, el director de Tiburón y Jurassic Park puede añadir ahora el Oso de Oro Honorífico a la Trayectoria del Festival de Cine de Berlín, que le fue entregado esta semana de manos del líder de U2, Bono, quien hizo una aparición sorpresa en la conmovedora gala.
“Me siento un poco alarmado que me digan que he vivido toda la vida porque no he terminado, quiero seguir trabajando. Quiero seguir aprendiendo y descubriendo y asustándome a mí mismo y, a veces, a ti”, dijo Spielberg al recibir el premio, visiblemente emocionado, de acuerdo con Variety.
“He estado dirigiendo durante mucho tiempo, seis décadas, pero siento que dirigí Duel y Tiburón el año pasado”, dijo refiriéndose a su película debut de 1972 y al éxito de taquilla de 1975 que lo dio a conocer mundialmente. “Mientras haya alegría para mí y mientras mi audiencia pueda encontrar alegría y otros valores humanos en mis películas, soy reacio a decir que eso es un final”.
Con casi 60 créditos como director, Spielberg es considerado uno de los realizadores más importantes de Hollywood, una leyenda viviente y un creador de magia en celuloide. Y películas como E.T. El Extraterrestre, Encuentros cercanos del tercer tipo y la franquicia de Indiana Jones dan prueba de ello.
“A los 76 años, sé mucho más sobre cine que cuando tenía 25 y dirigí mi primer largometraje. Pero las ansiedades, las incertidumbres y los miedos que me atormentaron cuando comencé a filmar Duel se han mantenido vivos durante 50 años como si no hubiera pasado el tiempo”.
Steven Spielberg también enfatizó la importancia de que un director judío como él recibiera tal premio honorífico en la capital alemana de Berlín.
“El honor tiene un significado particular para mí porque soy un director judío. Me gusta creer que este es un pequeño momento y un esfuerzo continuo mucho mayor para sanar los lugares rotos de la historia, lo que los judíos llamaron ‘Tikkun Olam’: la reparación y restauración del mundo”.
En un reflexivo discurso de homenaje, Bono mencionó muchos de los títulos premiados de Spielberg, pero destacó su drama criminal de 1974, Sugarland Express, como una película que ocupaba un lugar especial en su memoria cinematográfica. Ese fue el debut en cine del director (Duel fue un filme para televisión).
“Esta noche le estamos dando el Oso de Oro a Steven Spielberg por las razones correctas. Pero el logro de su vida no es solo su trabajo. Es su vida real, su familia real. Qué gran honor dar la bienvenida al escenario a la visión que es Steven Spielberg“, dijo el vocalista de U2, quien presentó en la Berlinale el documental Kiss The Future.
Spielberg fue recibido por la multitud en la alfombra roja y luego recibió una ovación de cinco minutos cuando entró al auditorio principal, acompañado por su esposa Kate Capshaw. Antes de ingresar al auditorio de la Berlinale, se le pidió que firmara un retrato oficial de la Berlinale. La presentación del premio fue seguida por una proyección de su última película, Los Fabelman, nominada a siete premios Óscar
Los ganadores anteriores del premio honorífico incluyen a Dustin Hoffman, Oliver Stone, Sophia Loren, Catherine Deneuve, Kim Novak, Shirley MacLaine, Kirk Douglas, Robert Altman, Jack Lemmon y Meryl Streep, entre otros.
El festival de Berlín también proyectó una selección de su filmografía, incluidas Duel, Tiburón, Cazadores del arca perdida (1981), La lista de Schindler (1993), Múnich (2005) y Puente de espías (2015), entre otras. Spielberg, al ser cuestionado, dijo que le era imposible elegir una película favorita de su filmografía.
“Sé que es un poco cliché decir esto. No es muy noticiable, pero mis películas son como mis hijos. No tengo un favorito”, reconoció. “Al mismo tiempo, puedo decirles que la película más difícil que hice fue Tiburón. Esa fue la película más dura que he hecho físicamente. Y la más emotiva que hice en mucho tiempo fue La lista de Schindler. Pero ahora, la más emotiva para mí es Los Fabelman“.
