El aclamado director fue considerado para Harry Potter y la Piedra Filosofal.
Steven Spielberg es uno de los mayores genios en toda la historia del cine, pero ni siquiera su brillante filmografía está exenta de polémicas. Uno de los más sonados se remonta al periodo de transición entre siglo XX y XXI, cuando el director fue considerado para la dirección de Harry Potter y la Piedra Filosofal. Parecía ser el cineasta perfecto para la mágica adaptación a la obra de JK Rowling, por lo que la sorpresa –¿o deberíamos decir la decepción?– fue mayor cuando rechazó la oportunidad. ¿Cómo lo ve en retrospectiva? No se arrepiente en lo más mínimo.
Para explicar su sentir, Steven Spielberg se decantó por una elegante referencia de Los Fabelman. Concretamente al dilema que representa el tener que decidirse entre el arte y la familia [vía].
“El significado personal de [cómo el conflicto entre] el arte y la familia te partirá por la mitad me sucedió más tarde, después de que ya me había establecido como cineasta, como director en activo. Kate [Capshaw] y yo empezamos a formar una familia y empezamos a tener hijos. […] La elección que tuve que hacer de aceptar un trabajo que me trasladaría a otro país durante cuatro o cinco meses donde no vería a mi familia todos los días… Esa fue una experiencia desgarradora […]. Hubo varias películas que elegí no hacer. Elegí rechazar la primera de Harry Potter básicamente para pasar el próximo año y medio con mi familia, mis hijos pequeños creciendo. Así que sacrifiqué una gran franquicia, que hoy, mirando hacia atrás, estoy muy feliz de haber hecho, para estar con mi familia”.
Todo parece indicar que la elección fue la mejor. No sólo en lo personal, sino también en lo cinematográfico, ya que esto permitió que Steven Spielberg creara una obra cumbre de la ciencia ficción como es el caso de Inteligencia Artificial.
Hablando de cineastas y hechiceros, Steven Spielberg dista mucho de ser el único gran realizador que dijo “no” a la franquicia del niño que vivió. Una de las negativas más famosas vino de Guillermo del Toro, pero la diferencia es que el mexicano sí que ha manifestado su arrepentimiento por haber rechazado el proyecto.
Al final y más allá de algunas decisiones difíciles, podemos decir que las cosas salieron bien para Steven Spielberg. Como prueba Los Fabelman, una de las más exquisitas autobiografías en la que el director comparte su pasión por el cine. ¿Ya la vieron? ¡Disponible en salas Autor
