Winnie the Pooh: Sangre y Miel, una de las películas más esperadas de este año, finalmente llegará a México, y te contamos su peculiar historia.
Cuando se anunció que habría una película de horror para adultos protagonizada por el osito Pooh y sus amigos de El Bosque de los 100 Acres, muchos puristas echaron el grito en el cielo por la supuesta profanación de los queridos personajes infantiles que han enamorado a generaciones.
Sin embargo, lo que olvidaban estos detractores es que las historias originales de Winnie de Pooh, del autor A.A. Milne, pasaron a ser de dominio público a inicios del 2022. Muchos trabajos similares, después de cierto tiempo, pierden sus derechos de autor y prácticamente pueden ser reinventados por cualquier persona, de forma libre. Y en este caso, el osito adorador de miel fue adaptado al género slasher.
Winnie the Pooh: Sangre y Miel se convirtió el año pasado, poco a poco, en una especie de leyenda urbana que comenzó a tomar vida propia. Lo que parecía una broma de mal gusto al inicio, fue evolucionando hasta convertirse en una de las películas de horror más esperadas de este 2023 y la segunda cinta que más quieren ver los cinéfilos de todo el mundo, después de Barbie, según el portal IMDB.
Nada mal para una cinta completamente independiente sin rostros ni talento conocido a sus espaldas, efectos especiales prácticos y difusión de boca a boca y en redes sociales. Todo se descontroló aún más cuando se revelaron las primeras imágenes de unos Pooh y Puerquito demoniacos a punto de asesinar a una joven con poca ropa que se relaja en un jacuzzi.
En una entrevista con Variety, el director Rhys Frake-Waterfield, que a la par de este filme estaba trabajando en otros cuatro (Firenado y Demonic Christmas Tree, entre otros), se dijo sorprendido por la buena recepción de los fans del género y del público en general.
Según el cineasta, quien también escribió y coprodujo la película, Winnie the Pooh: Sangre y Miel verá a Pooh y Puerquito como “los dos principales villanos enloquecidos” después de ser abandonados por Christopher Robin, quien los cambia por ir a la universidad. “Christopher Robin es apartado de ellos, y él no les ha dado comida; ha hecho que la vida de Pooh y Puerquito sea bastante difícil”, adelantó.
“Debido a que han tenido que valerse tanto por sí mismos, esencialmente se han vuelto salvajes. Así que han vuelto a sus raíces animales. Ya no son mansos: son como un oso y un cerdo viciosos que quieren dar vueltas por el bosque y cazar nuevas presas”.
La película se rodó en 10 días en Inglaterra, no lejos de Ashdown Forest, la inspiración para el original Bosque de los Mil Acres de Milne. “El público no debería esperar que esta sea una producción al nivel de Hollywood”, advirtió el realizador, confirmando en efecto que en realidad se trata de un filme de Clase B.
Dada la premisa, el mayor desafío, dijo Waterfield, fue equilibrar la línea entre el horror y la comedia. “Cuando intentas hacer una película como esta, y es un concepto realmente loco, es muy fácil seguir una ruta en la que nada da miedo y es realmente ridículo y realmente estúpido. Y queríamos ir entre los dos”.
La cinta, por si quedaba alguna duda, incluirá mucha sangre, escenas de tortura y mucho humor negro, un tono diametralmente opuesto a la imagen clásica a la que nos tiene acostumbrados Disney, de un Pooh rechoncho y pachoncito de buen corazón y amante de la miel.
“Hemos tratado de ser extremadamente cuidadosos”, dijo Waterfield. “Sabíamos que había una línea muy delgada al infringir lo que ha hecho Disney, y sabíamos cuáles eran sus derechos de autor y lo que habían hecho. Así que hicimos todo lo posible para asegurarnos de que la película solo se basara en la versión de 1926”.
“Nadie va a confundir esto con Disney. Cuando ves el póster de esta película, el tráiler y las imágenes promocionales, no hay forma de que alguien piense que ésta es una película para niños”.
Se tiene planeado que Winnie the Pooh: Sangre y Miel llegue a los cines internacionales el 15 de febrero; en México y a Cinépolis llegará antes, este próximo 26 de enero.