Una decisión que pudo cambiar el rumbo de una de las películas más queridas de principios del siglo XXI.
¿Qué es lo que hace a un clásico cinematográfico? Difícil respuesta. En el caso de Chicas pesadas, que se ha ganado la etiqueta con creces, podemos atribuirlo en buena parte a su estupendo casting encabezado por Lindsay Lohan como la inocente Cady Heron y Rachel McAdams como la tiránica Regina George. Sin duda, dos de los papeles más emblemáticos en las carreras de ambas actrices, al grado que hoy resulta imposible imaginar a alguien más.
La situación se torna todavía más extraña cuando descubrimos que Lindsay Lohan no quería interpretar a Cady, sino que realmente ambicionaba el rol de Regina. De acuerdo, son muchos los actores que han asegurado que los villanos son más atractivos que los héroes, pero ¿cuáles eran sus razones en concreto? Esto es lo que la protagonista del filme dijo al respecto [vía]:
“Quería interpretar a Regina porque venía de Un viernes de locos y ahora quería interpretar a una chica más normal. Quería volver a tener un papel diferente al de la adolescente dañada. Y Mark Waters, el director, insistió en que interpretara a Cady, al igual que Tina [Fey]. Fueron como ‘no, no, no, tú eres la adorable, tienes que interpretar a Cady’. Estaba tan ansiosa por entrar en la parte de transición de ‘bien, vayamos a la parte bonita de Cady’. Es una película tan adorable”.
Vaya que sí, al grado que han pasado más de 15 años de su estreno y se mantiene muy firme en el gusto del público. Al final, Lindsay Lohan terminó abrazando a Cady de tal modo que en más de una ocasión ha manifestado su deseo de volver a interpretarla en una secuela de Chicas pesadas. En este caso, Tina Fey ha sido la renuente, lo que no le impidió desarrollar una adaptación teatral titulada Mean Girls: The Musical.
Pero no perdamos la esperanza, que si hay algo que aprendimos del filme es que siempre hay una Plástica por enfrentar. ¡Revivan este clásico en Cinépolis Klic AQUÍ!
