Un recuento fílmico por década que va de 1923 al 2013.
Ya hemos hablado de algunos de los estrenos más importantes de este 2023. Sin embargo, los festejos cinematográficos no se limitan a lo que viene, sino que se extienden a lo que ya fue. Nos referimos a todas aquellas películas que conmemoran un aniversario importante en este año.
Enlistarlas a todas sería imposible y por ello, nos decantamos por la más representativa de cada década, desde 1923 hasta el 2013.
El hombre mosca (Dir. Fred C. Newmeyer, Sam Taylor, 1923)
Una de las películas más representativas en la filmografía del célebre Harold Lloyd, quien da vida a un tranquilo joven que decide dejar su pueblo en el campo para probar fortuna en la gran ciudad. Su objetivo: hacerse con un empleo que le permita ganar lo suficiente para contraer nupcias con su novia de toda la vida. Pero el cambio de aires no es tan fácil como parecería en primera instancia y el muchacho enfrenta toda clase de peripecias en el camino. El centenario del clásico es una gran oportunidad para repasarlo o disfrutarlo por primera vez, y en este último caso, ponerle historia a la icónica imagen de un hombre colgando de un gran reloj.
King Kong (Dir. Merian C. Cooper, 1933)
El primer gran monstruo en la historia del cine cumple 90 años de haber sido presentado ante las audiencias. Si su condición de octava maravilla del mundo prevalece es por numerosos factores. La manera en que enfrenta a la humanidad con una naturaleza imparable, por su arrolladora simbología esclavista y por sus espectaculares efectos visuales hechos por un maestro del stop motion como Willis O’Brien.
La sombra de una duda (Dir. Alfred Hitchcock, 1943)
Todavía quedaban algunos años para que Alfred Hitchcock se consolidara bajo la etiqueta del maestro del suspenso, pero a inicios de los 40 el británico ya daba muestras de sus grandes cualidades en el género con La sombra de una duda. La historia de una joven que sospecha que su querido tío es un asesino de viudas ha estremecido a las audiencias por generaciones con la noción de que hasta nuestros seres más queridos ocultan sus propios secretos. No es el único aniversario relevante del cineasta, recordando que Los pájaros también está de fiesta por su estreno en 1963.
Vacaciones en Roma (Dir. William Wyler, 1953)
Antes de conquistar al mundo como Holly Golightly, Audrey Hepburn enamoró a las audiencias como la princesa Ann en Vacaciones en Roma. La actriz interpreta a una soberana ansiosa por una vida ordinaria y que tiene la oportunidad de hacer su sueño realidad con el apoyo de Joe Bradley, un periodista encarnado por el siempre brillante Gregory Peck. Un cuento de hadas invertido que convirtió a la belga en una de las consentidas del público y que le valió el primer y único Oscar de toda su carrera.
Cleopatra (Dir. Joseph L. Mankiewicz, 1963)
Hoy día Cleopatra es celebrada por su grandiosidad. En su momento, aunque impactante, ésta fue un dolor de cabeza para un Hollywood al que estuvo cerca de mandar a la quiebra. Esto debido a que sus costos de producción fueron tan altos que la industria declaró incosteables a las grandes épicas. Al menos hasta que el CGI volvió a hacerlas rentables. Anécdotas monetarias aparte, Cleopatra ha pasado a la historia como la película más popular de Elizabeth Taylor. No es para menos: pues su brillo la convirtió en una joya de la corona de una de las grandes actrices de todos los tiempos.
El exorcista (Dir. William Friedkin, 1973)
Se cumple medio siglo de aquel gran día para un exorcismo y absolutamente ninguna película ha podido superar a El exorcista como la mejor película de terror de todos los tiempos. Para lograrlo, William Friedkin se mostró sumamente respetuoso con la novela homónima de William Peter Blatty. No sólo en acciones, sino en intenciones, con una trama inquietante pero que nunca centra su atención en el demonio, sino en la falta de fe que aqueja al padre Karras encarnado por Jason Miller. Si un emisario de Dios tenía estas dudas, ¿qué le deparaba al resto del mundo? La respuesta suscitada en una oscura década de los 70 ha estremecido a las audiencias por generaciones.
Star Wars: Episodio VI – El regreso del Jedi (Dir. Richard Marquand, 1983)
Es un hecho que el Episodio VI es el eslabón más débil de la trilogía original. También que esta opinión popular no erradica su carácter histórico al ser el cierre de una franquicia que revolucionó el cine para siempre. Como buen viaje del héroe, la cinta asciende a Luke Skywalker como Jedi, pero lo que verdaderamente importa es la redención de Darth Vader gracias el valor de su hijo. La gran cuenta pendiente siempre fue Leia cuyos vínculos con la Fuerza nunca fueron explorados del todo. Su 40° aniversario promete renovar el debate sobre el reemplazo de Sebastian Shaw por Hayden Christensen como el espíritu de Anakin Skywalker.
La lista de Schindler (Dir. Steven Spielberg, 1993)
La destreza de Steven Spielberg nos ha puesto a soñar en incontables ocasiones, pero también nos ha obligado a reflexionar con sus exploraciones de la crueldad. Lo hizo con El color púrpura y El imperio del sol, pero alcanzo su punto más alto con La lista de Schindler que este año conmemora su 30° aniversario. La cinta gira alrededor del empresario Oskar Schindler y cómo sus esfuerzos salvaron a centenares de judíos de una muerte segura durante el Holocausto. Para muchos la cinta más cruda del cineasta, quien aún así preserva su esperanzadora visión al plasmar un atisbo de esperanza en el momento más infame de la humanidad. Por cierto, la grandeza del realizador queda más que confirmada con Jurassic Park que también celebra tres décadas de su estreno.
Kill Bill (Dir. Quentin Tarantino, 2003)
Tiempos violentos la película más popular de Quentin Tarantino fue por mucho tiempo. Un reinado que empezó a verse desafiado hace veinte años con el estreno de Kill Bill. Se trata de una cinta tarantinesca en estado puro, con una asesina retirada que emprende una feroz búsqueda de venganza tras el brutal ataque a su boda perpetrado por quien fuera su jefe. Sí, Bill. Un proyecto tan complejo que debió ser dividido en dos partes y que afianzó a Uma Thurman en el imaginario colectivo con su inconfundible atuendo amarillo y su ensangrentada espada.
Gravedad (Dir. Alfonso Cuarón, 2013)
Gravedad cumple diez años y las audiencias todavía no terminan de ponerse de acuerdo sobre si es o no una película de ciencia ficción. Al final las etiquetas son lo que menos importan, pues lo verdaderamente relevante es que fue la película que elevó al mexicano Alfonso Cuarón al olimpo hollywoodense al reconocerlo con el Oscar a Mejor director. Un digno reconocimiento para la mente maestra detrás de una cinta profundamente ambiciosa en lo técnico, pero también en lo narrativo con su exaltación de la fortaleza humana y la importancia de los lazos que nos unen.
