El cineasta nominado al Óscar, Hugh Hudson, murió hace unos días en un hospital de Londres después de una breve enfermedad, dijo su familia.
El director de cine inglés Hugh Hudson, quien dirigió la producción ganadora del Óscar a Mejor película, Carros de Fuego (1981), murió a los 86 años luego de una breve enfermedad, según confirmó su familia a través de un comunicado publicado por Variety, el cual decía: “Hugh Hudson, amado esposo y padre, murió en el hospital Charing Cross el 10 de febrero”.
Hudson estaba casado con la actriz Maryam D’Abo, quien protagonizó la película de James Bond 007: Su nombre es peligro. El comunicado decía que le sobreviven ella, su hijo Thomas y su primera esposa, la pintora Susan Michie.
Nigel Havers, quien protagonizó Carros de Fuego, dijo en otro comunicado: “Estoy más que devastado por la muerte de mi gran amigo Hugh Hudson, a quien conozco desde hace más de 45 años. Carros de Fuego fue una de las mejores experiencias de mi vida profesional y, como tantos otros, le debo mucho de lo que siguió. Lo extrañaré mucho”.
Hudson comenzó su carrera haciendo comerciales antes de conseguir un trabajo junto a Alan Parker como director de la segunda unidad en la película de culto Expreso de Medianoche. Tres años más tarde, su película Carros de Fuego, que contaba la historia de dos atletas británicos en los Juegos Olímpicos de 1924, se convirtió en un éxito internacional.
“Creo que David Puttnam (el productor) me eligió porque sintió que me relacionaría con los temas de clase y prejuicio racial”, dijo Hudson a The Guardian en 2012. “Me enviaron a Eton porque mi familia había ido allí durante generaciones, pero odiaba todos los prejuicios. El guionista, Colin Welland, un chico de clase trabajadora de Merseyside, también lo entendió perfectamente. Así que fue una historia personal para nosotros”.
La cinta fue nominada a siete premios Óscar y ganó cuatro, incluido Mejor película. Hudson trajo a su amigo Vangelis al proyecto, y fue el cineasta quien tuvo la idea de una partitura electrónica anacrónica, la cual al final fue reconocida por la Academia. En el Festival de Cine de Cannes previo a su estreno, la cinta compitió por la Palma de Oro. Sin embargo, Carros de Fuego tuvo una resonancia en Gran Bretaña que no fue captada por el público estadounidense.
“Se convirtió en una de las películas británicas más controvertidas de la década, considerada por sus realizadores de tendencia izquierdista (el productor David Puttnam, Hudson y el escritor Colin Welland) como una acusación radical contra el esnobismo y el privilegio del establishment, pero apropiado por otros como un himno conservador a los valores thatcherianos de individualismo y empresa”, explica el sitio web BFI Screenonline.
La siguiente película de Hudson fue Greystoke: La leyenda de Tarzán, El rey de los simios, protagonizada por Christopher Lambert, Ian Holm y Andie MacDowell. Fue un éxito de taquilla y recibió tres nominaciones al Óscar. Le siguió Horizontes de libertad, en 1985, un drama histórico protagonizado por Al Pacino que fue un fracaso en taquilla.
Después de ese desastre, Hudson se retiró de la realización de largometrajes por un tiempo y realizó un documental corto en 1987, Labour Party Election Broadcast. Cuando regresó dos años después, fue en una escala mucho menor, con la película Nuevos Rebeldes con Adam Horovitz, de los Beastie Boys.
Casi 20 años después de Carros de Fuego, Hudson volvió a formar equipo con el productor David Puttnam para hacer otra película de época centrada en la aristocracia inglesa de la década de 1920: Los secretos de la inocencia, que fue protagonizada por Colin Firth, Rosemary Harris, Irene Jacob y Malcolm McDowell.
El último largometraje de Hudson fue Altamira, de 2016, protagonizado por Antonio Banderas, que relata el descubrimiento y posterior polémica sobre la autenticidad de las pinturas de la cueva de Altamira.
