Las tierras mexicanas tienen un vínculo especial con el mundo de Frank Herbert.
Con el éxito de Duna: Parte 2, todo mundo se está enamorando del universo de Frank Herbert y las dunas de Arrakis. Sin embargo, lo que no sabías es que este planeta de ficción se encontró alguna vez en México.
Sin duda, la llegada de la nueva película de Denis Villeneuve nos tiene a todo mundo emocionados por ver cómo se desenlazará la historia final de Paul Atreides en busca del control de la semilla.
El talento de sus actores, la gran producción detrás de la cinta y un guion magistral han hecho que Duna: Parte 2 ya sea llamada “una de las mejores películas del año”, pero el éxito de esta historia no solo viene desde la construcción de la cinta, sino desde la hipnótica imagen de su mundo que es dejada por las dunas de Arrakis. Sin embargo, aunque no lo creas, las dunas de este planeta no siempre se vieron de esta manera. Es por eso que, con todo mundo encantado por la gran historia de Duna, aquí te revelamos cuál es la verdadera conexión que existe entre Arrakis y México desde hace décadas.
La relación México-Duna
Como la versión antecesora a la historia de Duna, David Lynch mostró al mundo su propia versión del mundo de Arrakis en 1984, cuando lanzó la primera adaptación de los libros de Frank Herbert en el cine.
Con un elenco liderado por Kyle MacLahan, Francesca Annis, José Ferrer, Virginia Madsen y Patrick Stewart, la cinta original de Universal Pictures fue la icónica entrada a la historia de la familia Atreides, pero, como lo dejó ver la historia, por más que fuera una película llena de misticismo y drama como la cinta actual, la versión original de Duna fracasó enormemente en la taquilla. En parte, esto se debe a que, en busca de hacerla lo más comercial posible, la cinta de Lynch fue reducida de una película de casi 8 horas a una versión recortada de poco más de 2 horas.
A pesar de esto, esta versión de Duna maduró fervientemente entre los amantes del cine como un clásico de culto, en especial entre los cinéfilos mexicanos ¿por qué? Porque la cinta fue en gran parte filmada dentro del territorio mexicano.
¿Dónde se filmó Duna (1984)?
Originalmente, con la idea de crear una oda del mundo de Frank Herbert, la cinta de David Lynch buscó grabarse en los paisajes majestuosos de Europa y dar vida a las grandes dunas de Arrakis, pero esto no fue posible gracias a los altos costos de filmación en países como Italia, Turquía, Inglaterra o España. Ante esto, el director de Sueños, misterios y secretos decidió hacer una jugada arriesgada y venir a México para buscar los mejores escenarios para filmar desde los palacios de esta historia, hasta los grandes desiertos a los que se enfrenta Paul Atreides.
Como lo contó Emilio Ruiz del Río, el español encargado de efectos especiales, en su libro Rodando por el mundo, la filmación de Duna en México inició el 30 de marzo de 1983 en los estudios Churubusco, donde cientos de carpinteros, obreros y constructores se encargaron de materializar los mejores diseños de las naves y edificios del mundo creado por Herbert. Así, una destacada parte de la filmación de la cinta se llevó a cabo dentro de los estudios mexicanos junto al elenco internacional.
Asimismo, entre otra de las sorpresas de la filmación de Duna, David Lynch se aventuró a conocer los grandes desiertos de México para conseguir una imagen imponente y fiel de las dunas de Arrakis, por lo que, tras conocer los paisajes mexicanos, escogió los Medános de Samalayuca, en Chihuahua, para recrear las tierras cosechadoras de la especia. Su empeño por hacer las dunas tan fidedignas a la historia fue tanto que, se dice, Lynch mandó a limpiar el basto desierto mexicano para que las dunas se vieran tan desoladas como las de Arrakis.
¿Cómo se filmó la cinta?
El libro de Ruiz del Río revela que, además de iniciar filmaciones desde las 5 de la mañana ante el imponente calor de Chihuahua, la producción de Duna contó con 75 modelos para adaptar la obra de Herbert y 20 mil personas involucradas en la grabación en ambos puntos.
Entre los detalles de la producción, para fortuna del talento mexicano, la película de David Lynch abrió la oportunidad laboral a actores nacionales para que aparecieran en la cinta con papeles secundarios o como extras. Fue así que la Duna del pasado grabada en México contó con la participación de actores como: Ernesto Laguardia, quien fue una víctima del original Barón Harkonnen, Margarita Sanz, quien fue el servicio personal de Lady Jessica, o Angélica Aragón, quien fue una Benne Gesserit. Entre otros participantes como extras estuvieron Humberto Elizondo y Claudia Ramírez.
Aunque la versión original de Duna no logró ser un éxito como su versión contemporánea, sin duda, se queda en el corazón de los latinos y actores locales por ver a México como una oportunidad para potenciar los paisajes nacionales.
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