El director pasa de un clásico del terror a otro.
David Gordon Green va que vuela a convertirse en un especialista en clásicos de terror. Ya dirigió una trilogía de Halloween con enorme destreza y ahora prepara su incursión en los terrenos de El exorcista. Una labor nada sencilla, ¡sólo hablamos de la que es considerada por muchos como la película más escalofriante de todos los tiempos!
¿Cómo asumir un reto de este tipo? El director se lo toma con tranquilidad y mucha emoción. Esas son las sensaciones que quedan tras leer sus palabras [vía].
“[Estoy] honrado de entrar en algo que es tan valioso dentro de la historia del cine. Y sabiendo que hay una base de fans curiosa, consciente, alerta, potencialmente preocupada por ver lo que estamos haciendo. Lo que me gusta es que la gente dice: ‘¿Es estresante?’ No, es emocionante porque pasé gran parte de mi vida haciendo películas, y sólo le ruegas a la audiencia que sintonice, vea lo que está pasando o compre boletos de la película. Con estos, tengo historias que contar, tengo imaginación que expresar, y la forma en que puedo hacerlo dentro de estas películas es una oportunidad increíble”.
Hay buenas razones para estar relajado. Si hay algo que demostró David Gordon Greene es que la mejor manera de tratar una historia clásica es innovar en ella sin sacrificar su esencia. Ahí está la trilogía Halloween con un Michael Myers que dejó de ser un simple asesino para ascender como un símbolo del mal. Unos amaron el tratamiento y otros lo detestaron, pero el cineasta siempre se mantuvo fiel a su idea. Más allá de los gustos, esa es la razón por la que funcionó.
Con todo y esto, habrá que ser especialmente cuidadoso con El exorcista, cuyas secuelas y precuelas nunca han estado a la altura de la original. ¿Lo conseguirá? Ojalá así sea, que hoy luce como un gran día para un exorcismo.
