Como un genio de la vida real, el director le cumplió su último deseo.
Después de enterarse del anhelo más grande de un hombre severamente enfermo, Denis Villeneuve accedió a proyectarle Duna: Parte 2 a más de un mes antes de su estreno.
No hay duda alguna de que el efecto que ha generado Duna: Parte 2 alrededor del mundo es algo único. Desde revelar los recuerdos más oscuros de sus estrellas, llevar a sus actores más allá con sus papeles, hasta generar encuentros inolvidables, la magia de la película de Denis Villeneuve ha marcado a miles de personas durante las últimas semanas. Sin embargo, quizá como uno de los hechos más especiales detrás de esta cinta, se encuentra la historia de un hombre a punto de morir que deseaba alcanzar a ver Duna: Parte 2.
El último deseo de un cinéfilo
De acuerdo con la información publicada por Global News, la historia de esta pre-exhibición de la cinta inició en enero de este año, cuando un hombre en fase terminal, del cual no se reveló su nombre, habló con Josée Gagnon, la trabajadora social del lugar en el que estaba siendo cuidado, y le dijo que, como todo un cinéfilo, su último deseo antes de morir era llegar a ver la nueva cinta de Denis Villeneuve.
“Pensé: ‘¿qué puedo hacer?’. Entonces mi esposo me recordó que puedo hacer que pase lo que sea. Así que hice una publicación en redes sociales y estuvimos en contacto con el equipo de Villeneuve en aproximadamente 12 horas”, recordó la trabajadora en entrevista para Global News.
Como lo cuenta Gagnon, su post fue tan viral que llegó a los ojos de Sébastien Pilote, un director de Canadá que la logró contactar a la mujer con la mente maestra detrás de Duna.
Tras escuchar la historia del fanático, el equipo de Villeneuve, entre ellos su esposa, Tanya Lapointe, propusieron volar al hombre a Los Ángeles para presentarle la cinta en privado o invitarlo a la premiere de Montreal. Sin embargo, ambas opciones fueron imposibles de realizar ante la delicada condición de salud en la que se encontraba el cinéfilo:
“Les dije: ‘no entienden, él está en su punto final, no hay ninguna forma de moverlo’ (…). Fue una carrera conta el tiempo porque de un día al siguiente, no sabíamos si podría lograrlo. Solo le quedaban un par de días”, explicó la mujer.
El regalo de Villeneuve
De acuerdo con la cuidadora, tras conocer los riesgos del viaje, el equipo personal de la película decidió viajar junto con una laptop hasta Quebec, lugar donde residía el hombre, para mostrarle la película de la manera más secreta y privada posible.
Cuando la asistente de Denis Villeneuve llegó con el hombre, la mujer hizo a todo mundo firmar un contrato de confidencialidad y le pidió al fanático que escogiera a una sola persona para ver este magno estreno. El hombre escogió a uno de los cuidadores del centro y, de la manera más surreal posible, logró ver Duna: Parte 2 antes de que fuera tarde.
“Ella se llevó los teléfonos de todos y reprodujo la película para los dos hombres en la habitación. Ni ella ni yo la miramos. Fue un tema muy grande. Me dijeron que ni siquiera el presidente de los Estados Unidos podría verla antes de su lanzamiento”, dijo Gagnon.
Posterior a la exhibición de la cinta, la comunidad de cuidadores, asimismo como la asistente de Villeneuve afirmaron que el cumplir ese último deseo fue una experiencia abrumadora y emotiva.
Finalmente, días después del regalo de Villeneuve, el hombre falleció, pero como lo contó la mujer, el cinéfilo quedó “muy conmovido” por toda la movilización que realizaron por él.
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