El cine y el amor son una dupla perfecta, Luis Miguel Cruz reflexiona en las películas románticas que más lágrimas nos han arrebatado.
El cine es un especialista del romance. No sólo de los finales felices, sino también de los tormentosos. Esos cuyos desenlaces nos estrujan el corazón. Lo que va del siglo XXI nos ha dejado varios memorables. Rescatamos seis películas románticas para todos aquellos que quizá no están en el mood de uno de esos amores perfectos.
Nota: No nos hacemos responsables de las basuritas en los ojos provocados por la lectura de esta lista.
Eterno resplandor de una mente sin recuerdos (Dir. Michel Gondry, 2004)
Pasan los años y Eterno resplandor de una mente sin recuerdos se mantiene firme como uno de las películas románticas más brillantes de todos los tiempos. Sustentada en los pilares de la ciencia ficción, la película especula sobre las posibilidades de erradicar la tristeza ante la supresión de los recuerdos más dolorosos, como serían el fracaso, la muerte y los amores fallidos.
Es así como conocemos a Joel, quien atormentado porque su expareja lo borró de sus recuerdos, decide someterse al procedimiento. No tardará en darse cuenta de su error, ya que cada lágrima fue antecedida por una sonrisa. Además, ¿dónde quedan el crecimiento y todas las lecciones aprendidas? Todo esto protagonizado por Jim Carrey y Kate Winslet en verdadero estado de gracia.
Sólo un sueño (Dir. Sam Mendes, 2008)
Kate Winslet y Leonardo DiCaprio protagonizaron una de las películas románticas más importantes de todos los tiempos. Por eso resulta irónico que la misma pareja nos mostrara la otra cara del amor en una de las películas más dolorosas de las que tengamos memoria.
Dirigida por Sam Mendes, Sólo un sueño nos adentra en una relación tan perdida que ni siquiera ha caído en conflicto, sino que se ha sumido en la más grave indiferencia. La pareja hace todo lo posible por disimular su crisis ante el mundo que les rodea, pero son incapaces de engañarse a sí mismos. Los problemas terminan por alcanzarlos en un desenlace verdaderamente trágico.
Una sola noche (Dir. Massy Tadjedin, 2010)
La confianza es clave para el éxito de cualquier relación. Pocas películas románticas la han puesto a prueba con tanta crudeza como Una sola noche. Keira Knightley y Sam Worthington interpretan a una pareja que protagoniza una discusión sobre fidelidad la noche previa a un viaje de trabajo de él. En cuestión de horas, ambos serán sometidos a tentaciones que van de lo romántico a lo meramente sexual.
Estuvo lejos de conquistar al público, pero sí que consiguió críticas positivas por su objetividad al momento de explorar la infidelidad y por la manera en que refleja que ésta puede ir más allá de lo físico.
Triste San Valentín (Dir. Derek Cianfrance, 2010)
¿Qué hacer cuando el amor se ha perdido para siempre? Derek Cianfrance se lo plantea en Triste San Valentín, película centrada en una pareja que debe lidiar con el ocaso de su relación. Lo hace de un modo especialmente doloroso: una exploración en dos tiempos que aprovecha para contrastar el inicio y el fin. O lo que es lo mismo, el primer encuentro, las sonrisas iniciales y las esperanzas que apuntan a un futuro prometedor, contra los gritos, las lágrimas y las certezas de que todo ha terminado con un adiós que luce definitivo.
El dolor se magnifica con la dupla estelar integrada por Michelle Williams y Ryan Gosling, cuyas cualidades nos permiten sentir el momento exacto en que nuestro corazón se rompe en pedazos.
La La Land (Dir. Damien Chazelle, 2016)
Existen muchas formas diferentes de ver La La Land. Un musical entrañable, un filme sobre la búsqueda de los sueños, y un romance incapaz de concretarse. Todos son válidos, pero este último termina imperando ante la excelsa construcción de Damien Chazelle, quien secundado por Emma Stone y Ryan Gosling, nos lleva del enamoramiento a la incompatibilidad y con ello, al adiós definitivo. Así lo sugiere ese último encuentro en el que los viejos amantes, ahora separados, se miran y sonríen ante los viejos recuerdos y la certeza de que, aunque a la distancia, cada uno alcanzó sus objetivos.
Vidas pasadas (Dir. Celine Song, 2023)
Dicen que es mejor haber amado y perdido que no haber amado nunca. Que le digan eso a Nora (Greta Lee) y Hae Sung (Teo Yoo), protagonistas de Vidas pasadas, que dirigida por Celine Song, apoya sus bases en la eterna interrogante de lo que pudo ser. No lo hace de un modo tortuoso, sino con sutileza, concretamente con la historia de dos personas que parecían destinadas a estar juntas, pero cuyo romance nunca pudo concretarse porque la vida se empeñó en llevarlos por distintos caminos. Tanto, que ni siquiera el esperado reencuentro cuenta con las condiciones ideales, pues ella está felizmente casada y él es muy consciente de que no queda nada por hacer. Y aun así, las dudas y el pesar prevalecen ante una relación, ni siquiera inconclusa, sino que nunca se dio.
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