El Episodio VIII de Star Wars se mentiene como el más divisivo de toda la franquicia.
Pasan los años y Los últimos Jedi sigue generando debate entre los amantes de la galaxia lejana. Todos coinciden en que fue rompedora, pero mientras unos creen que era la bocanada de aire fresco que la saga necesitaba, otros creen que se distanció en demasía de la visión de George Lucas. Por su parte, lejos de ceder ante las presiones externas, el director Rian Johnson se mantiene firme en su postura: hizo lo que debía.
El realizador fue cuestionado, otra vez, sobre el Episodio VIII. O lo que es lo mismo, sobre la segunda parte de la trilogía de secuelas. Esta vez, los cuestionamientos giraron en torno al desenlace con nuestra heroica alianza mermada y un brillo de esperanza en uno de los rincones más remotos de la galaxia.
“En términos de la película de Star Wars que hice, traté de darle un gran final. Me encantan tanto los finales que incluso haciendo el capítulo medio de la trilogía, traté de darle un final. Un buen final que recontextualiza todo lo que vino antes y lo convierte en un objeto hermoso en sí mismo: eso es lo que hace que una película sea una película. Parece que cada vez hay menos de eso”.
Rian Johnson piensa que el nuevo modelo cinematográfico ha mermado estas tendencias, lo que se manifiesta de lleno en la industria contemporánea.
“Toda esta idea venenosa de crear [propiedad intelectual] se ha filtrado por completo en la base de la narración. Todo el mundo está pensando, ‘¿Cómo seguimos ordeñando?’. Me encanta un final en el que quemas el barco vikingo en el mar”.
¡No se quedó con las ganas de hacerlo! Quizá no quemó barcos, pero Rian Johnson sí que quemó los viejos libros Jedi cuyas enseñanzas parecían tornarse obsoletas para las necesidades de la galaxia lejana. Dentro de la pantalla con una nueva generación de caballeros, pero también fuera ante las noveles audiencias que aspiran a continuar el legado.
Los debates en torno a Los últimos Jedi continuarán por muchos años más. Sólo el tiempo dirá quién tuvo la razón. Como ejemplo las precuelas, que tanta controversia generaron en su momento y que hoy habitan en lo más profundo de los incontables corazones warsies alrededor del mundo.
