Un actor de grandes cualidades cuya labor siempre resultó decisiva para los proyectos en los que participó.
El actor Philip Baker Hall falleció el domingo 12 de junio a los 90 años. Así lo confirmó su amigo y vecino Sam Farmer, periodista de Los Angeles Times, a través de su cuenta de Twitter.
Nació en Ohio en el año 1931, pero su debut cinematográfico no sucedió sino hasta 1970 con Zabriskie Point y Love-In ’72. Tenía 38 años, pero lo que en su momento parecía un sueño tardío terminó convirtiéndose en una carrera sumamente exitosa con más de 180 títulos e interpretaciones bajo las órdenes de grandes directores como David Fincher (Zodiaco), Lars Von Trier (Dogville), Paul Thomas Anderson (Magnolia), Peter Weir (El show de Truman), Ivan Reitman (Los Cazafantasmas II), Robert Altman (Secret Honor) y Ben Affleck (Argo), por nombrar algunos.
Nunca ganó grandes premios ni fue nominado por los principales certámenes. Sin embargo, su talento siempre fue reconocido por el público y la crítica que lo reconocieron como un secundario de lujo. Uno de esos cuya presencia es decisiva para el éxito de cualquier proyecto.
Su calidad no se limitó a los cines, sino que también tuvo un paso destacado por la televisión con Cheers, M.A.S.H., Murder She Wrote, Seinfeld y Modern Family, entre muchos otros títulos. De hecho, su último crédito fue en pantalla chica, Mesias, estrenada en Netflix en 2020.
Descanse en paz.
