El cineasta John Hughes (1950-2009) marcó todo un hito durante la década de los 80 y principios de los 90, gracias a su peculiar mirada al microuniverso académico en la etapa high school estadounidense -equivalente a nuestra preparatoria-, narrada de forma emotiva y amigable. Pero siempre destacando los conflictos de clase, socioeconómicos, interpersonales, familiares y sentimentales de los jóvenes ahí retratados.
Su obra no resulta del todo impecable, pero destaca por las entrañables circunstancias de sus protagónicos y su sensibilidad para retratarlos, que quedan en la memoria colectiva, como ineludibles referentes de una época.
Como director y guionista de aquellos recuentos juveniles, podemos recordar Se busca novio (Sixteen Candles, 1984) y Un experto en diversiones (Ferris Bueller’s Day Off, 1986). También escribió La chica de rosa (Pretty in Pink, 1986) y Alguien maravilloso (Some Kind of Wonderful, 1987), dos filmes que fueron dirigidos por Howard Deutch.
Sin embargo, en apenas su segunda película como realizador, es donde John Hughes sobresale en la proyección de las inquietudes que trabajó a lo largo de su trayectoria fílmica. Cinco adolescentes (Emilio Estevez, Judd Nelson, Molly Ringwald, Anthony Michael Hall y Ally Sheedy), castigados por conducta deben pasar nueve horas en la biblioteca de su preparatoria, bajo la supervisión del director de la institución académica (Paul Gleason) y los ocasionales consejos del intendente de limpieza (John Kapelos).
Hughes toma esta premisa como plataforma para exponer a los jóvenes más allá de los estereotipos que aparentemente los definen. Si bien subyace un ligerísimo tono existencialista que nos remite a la obra A puerta cerrada de Jean-Paul Sartre, aquí la oportunidad se presta para explorar más allá de la superficie de cada una de sus personalidades. Es posible que el infierno sean los otros, sí. O en este caso, un breve purgatorio. Pero significará una fortuita oportunidad para conocer mejor al prójimo. O incluso, para el autodescubrimiento.
Justo ahí radica el corazón de la película. En que esas cinco personas puedan trascender los clichés con los que han sido clasificados por una sociedad que los simplifica. En el filme son referidos como un cerebro, un atleta, una inadaptada, una princesa y un criminal.
No deja de haber una dosis de ironía que en medio de la pandemia por COVID-19, celebremos una película en la que sus personajes son sometidos a un encierro involuntario. Si es así, nos fortalecerá en el entendimiento de que siempre hay oportunidades inesperadas para el crecimiento personal o grupal.
Para celebrar el 35 aniversario de El club de los cinco (The Breakfast Club, 1985) les compartimos algunos datos curiosos de la película.
1) Con 97 minutos de duración, el filme narra una historia de poco más de nueve horas durante un sábado. Los estudiantes llegan a la escuela poco antes de las 7:00 AM y salen de ella a las 4:00 PM.
2) La película fue filmada en secuencia, es decir, en el mismo orden cronológico en el que suceden las acciones del argumento.
3) Después de una premiere en Los Ángeles el 7 de febrero de 1985, Universal Pictures estrenó la película en la cartelera comercial de los Estados Unidos el 15 de febrero de 1985.
4) The Breakfast Club no se estrenó en los cines de México. Su notable ausencia se puede constatar en el volumen Cartelera cinematográfica 1980-1989 de María Luisa Amador y Jorge Ayala Blanco, del Centro Universitario de Estudios Cinematográficos.
5) El público mexicano conoció The Breakfast Club años después de su estreno en Estados Unidos como El club de los cinco, en formato de videocassette VHS.
6) Las películas dirigidas por John Hughes que fueron estrenadas en México en la década de los ochenta son: Se busca novio (Sixteen Candles, 1984), el 14 de febrero de 1985; Ciencia loca (Weird Science, 1985), el 24 de julio de 1986; Un experto en diversiones (Ferris Bueller’s Day Off, 1986), el 17 de septiembre de 1987 y Mejor solo que mal acompañado (Planes, Trains & Automobiles, 1987), el 7 de julio de 1988.
7) Después de la secuencia de créditos, la película abre con una cita de la canción “Changes” de David Bowie, que apareció originalmente en el álbum Hunky Dory de 1971. Tras la lectura, los párrafos estallan, como si estuvieran sobre cristal, para presentarnos el lugar de los hechos: Shermer High School.
“…And these children that you spit on
as they try to change their worlds
are immune to your consultations.
They’re quite aware
of what they’re going through…
“…Y estos niños
a los que les escupes
mientras tratan de cambiar sus mundos
son inmunes a tus consejos.
Ellos están lo suficientemente conscientes
de lo que les está pasando…”
8) La cita de David Bowie fue propuesta a John Hughes por parte de Ally Sheedy, quien no se enteró de que sería utilizada hasta que vio la película por primera vez.
9) “Sábado 24 de marzo de 1984. Preparatoria Shermer. Shermer, Illinois. 60062”, narra la voz de Brian (Anthony Michael Hall) mientras la cámara nos muestra un reloj de manecillas en los pasillos de la escuela, que marca las 6:56 de la mañana. Así de preciso en tiempo y espacio ubica John Hughes a sus espectadores desde el inicio.
10) Shermer Illinois es un suburbio ficticio de Chicago, que John Hughes presentó en varias de las películas que escribió, como Vacaciones (1983), Se busca novio (1984), Ciencia loca (1985), La chica de rosa (1986) y Un experto en diversiones (1986).
11) John Hughes escribió el guion de la película en tan sólo dos días, entre el 4 y 5 de julio de 1982.
12) En las preparatorias de la época en Chicago y sus suburbios, “The Breakfast Club” era el apodo con el que los estudiantes se referían a los castigos o detenciones sabatinas. Es por esta razón que John Hughes nombró así a la película.
13) La escena en la que los personajes se sientan en círculo en el piso de la biblioteca y confiesan la razón de su castigo, no estaba en el guion. John Hughes les pidió a los actores que la improvisaran.
14) Los cinco actores de la película -Emilio Estevez, Judd Nelson, Molly Ringwald, Anthony Michael Hall y Ally Sheedy- son considerados miembros centrales del llamado “Brat Pack”, junto con Rob Lowe, Andrew McCarthy y Demi Moore.
15) El “Brat Pack” se conformó con los jóvenes histriones que aparecieron en dos películas de 1985: The Breakfast Club de John Hughes y El primer año del resto de nuestras vidas (St. Elmo’s Fire) de Joel Schumacher.
16) Entre 1983 con The Outsiders de Francis Ford Coppola (que tampoco se estrenó en México) y Clase (Class) de Lewis John Carlino, y 1990 con La Boda de Betsy (Betsy’s Wedding) de Alan Alda, suman 12 películas en que al menos dos miembros del “Brat Pack” trabajaron juntos.
17) John Hughes tiene un cameo en la película como el papá del personaje de Anthony Michael Hall.
18) La emblemática canción que abre y cierra la película -“Don’t You (Forget About Me)”-, fue compuesta por Keith Forsey, el responsable de la música de The Breakfast Club, y por Steve Schiff. Tanto Billy Idol como Bryan Ferry rechazaron interpretarla. La canción también fue rechazada por Chrissie Hynde de The Pretenders. Sin embargo, ella sugirió que se la ofrecieran a Jim Kerr, su entonces esposo y vocalista de Simple Minds. La banda escocesa aceptó sin muchas expectativas y grabó la canción en un lapso de tres horas. Tras el estreno del filme, “Don’t You (Forget About Me)” llegó al primer lugar de popularidad en Estados Unidos.
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