Aunque no estaba enterado, el actor no vería con malos ojos una nominación.
La temporada de premios se acerca y con ella inicia el incesante buzz en torno a las principales estatuillas, siendo el Oscar la más codiciada. Películas, creativos y elencos, unos suenan con más fuerza que otros y mientras algunos darían lo que fuera por alcanzar la gloria, hay unos que no se preocupan del todo. O en ciertos, casos, ni siquiera se enteran. Así Bill Nighy, cuya interpretación en Living le ha puesto de lleno en la carrera.
“No salgo mucho, así que realmente no he oído nada al respecto”, confiesa Nighy [vía]. “No estoy siendo lindo, te lo aseguro. Si la película fuera honrada de esa manera, sería absolutamente maravilloso. Quiero que la gente la vea. Si la Academia decidiera nominarnos de alguna manera, sería algo enorme para nosotros”.
Las bases están ahí. Living es un remake de Ikiru, película de Akira Kurosawa en la que el director nipón se olvida de samuráis y conflictos ancestrales para contarnos la historia de un burócrata enfermo cuyo inminente deceso le motiva a realizar una última buena acción: la construcción de una zona de juegos para niños.
De talento ni se diga, con un Bill Nighy que ha demostrado su talento en infinidad de ocasiones y que ahora tiene una estupenda oportunidad para hacerse con el galardón más popular de la cinematografía mundial. A esto sumemos la dirección de Oliver Hermanus (Moffie), quien puede presumir un exitoso paso por algunos de los festivales más importantes del mundo, entre los que sobresale Cannes. También un guion de un Nobel de Literatura como Kazuo Ishiguro. Finalmente, un elenco que es complementado por Aimee Lou Wood, Alex Sharp y Adrian Rawlins.
Estrena el 11 de noviembre de 2022 en Reino Unido y habrá que estar muy pendientes de su prometedor recorrido.
