El director alemán falleció esta semana y deja una huella imborrable en la historia del cine.
Pocas listas de cine se atreverían a incluir a Wolfgang Petersen entre los mejores directores de todos los tiempos. Algo que poco importa, pues más allá de las etiquetas, el público coincide en que su obra es tan entrañable como inolvidable. ¡Y sumamente polifacética, además! Con películas que van de la fantasía a la acción, pasando por el bélico y sin olvidarse de la épica griega.
A continuación, el recuento definitivo con las mejores películas de Wolfgang Petersen.
El avión presidencial (1997)
Harrison Ford siempre será recordado por sus papeles de Han Solo, Indiana Jones y Rick Deckard, pero todo buen aficionado sabe que el actor tiene muchos otros personajes entrañables en su carrera. Uno de los más queridos fue, sin duda, el del presidente James Marshall en El avión presidencial. La cinta figura entre las últimas y mejores exponentes del one-man army en el periodo comprendido entre la caída del Muro de Berlín y los atentados del 9/11. Esto le permitió fantasear libremente con el concepto del presidente estadounidense convertido en héroe, no sólo dentro de su mundo, sino de todos los valores occidentales en una última y emocionante batalla contra los remanentes de un comunismo que se niega a morir. Un clásico de la acción noventera.
Epidemia (1995)
Contagio (2011) fue considerada desde su estreno como la película definitiva de crisis virales y la pandemia sólo confirmó este estatus por su elevado rigor científico. Pero antes de que esta cinta llegara a nuestras vidas, el filme por excelencia era Epidemia. Nunca fue muy estricta con los temas sanitarios, pero sí que generaba algunas reflexiones importantes sobre familia, salud y poder gracias a su historia de un virus que sale de control en un poblado estadounidense y los esfuerzos de las autoridades por contener su avance, o en algunos casos, de eliminar los oscuros secretos que le rodean. Su éxito se vio favorecido por su gran elenco encabezado por Dustin Hoffman y complementado por Rene Russo, Kevin Spacey, Cuba Gooding Jr., Morgan Freeman y Donald Sutherland.
La consecuencia (1977)
Wolfgang Petersen siempre será recordado como un referente del cine de acción, pero antes de hacerse con esta etiqueta, el cineasta germano también fue un pionero en la exploración del cine LGBTQ+ con La consecuencia. La adaptación de la novela autobiográfica de Alexander Ziegler gira en torno a un reo homosexual que se enamora del hijo de uno de sus celadores, lo que resulta en una cruda exploración de la homofobia en aquella época. Ha envejecido bien, por el talento del cineasta, pero también porque muchas de sus reflexiones en torno a la intolerancia se mantienen vigentes en una sociedad que se muestra renuente al cambio.
El submarino (1981)
Wolfgang Petersen ya tenía una amplia experiencia en 1981, pero su gran consolidación llegó en este año con la dirección de El submarino, mejor conocida por muchos por su título original de Das Boot. La película, tal y como su título lo indica, se centra en la misión de un submarino, concretamente en el U-96 que navegara por el Atlántico durante la II Guerra Mundial. Aunque es una adaptación de la novela homónima del propagandista Lothar-Günther Buchheim, uno de sus mayores logros es su capacidad para desprenderse del nacionalismo excesivo que domina el impreso y reemplazarlo por una alta dosis de humanidad en la tripulación, quienes combaten sus miedos y preocupaciones con el sentido de responsabilidad y compromiso hacia su país y sus compañeros de tripulación. Una de las mejores películas sobre el conflicto bélico y por mucho la mejor película de submarinos en toda la historia del cine.
La historia sin fin (1984)
Das Boot puso a Wolfgang Peterson en el mapa mundial, pero fue La historia sin fin la que marcó su consolidación absoluta, demostrando que era uno de esos directores con la capacidad de hacer absolutamente cualquier proyecto que se propusieran. La adaptación a la novela homónima de Michael Ende, una de las mayores joyas en toda su carrera, nos introduce con Bastian Bux, un niño atormentado y solitario que sólo parece encontrar consuelo en un misterioso libro que lo adentra, literalmente, en los esfuerzos del heroico Atreyu por salvar el reino de Fantasía de ser devorado por la Nada. Una de las mayores joyas del fantástico, que ocupa un lugar de honor en el corazón de millones de aficionados en el mundo y que convirtiera a Falkor en uno de los personajes más queridos del imaginario colectivo. Imposible verla sin enamorarse de ella.
