Su escritor narra el evento en su vida que dio origen a ésta poderosa película.
Tras varios años de ausencia, el director Alexander Payne volvió a la pantalla grande con Los que se quedan, película que presenta a tres personajes con una historia marcada por la tragedia y el dolor real, pero que deben unirse con la Navidad (y la pérdida) como trasfondo. A diferencia de sus otros proyectos, Payne no escribió el guion de ésta cinta, dicha tarea recayó en David Hemingson, guionista con gran experiencia en la industria televisiva y que irrumpió en el séptimo arte con este aclamado largometraje.
El guion de Los que se quedan, tan cálido, cercano y lleno de esperanza, ha conectado con espectadores de todo el mundo por presentar una emoción universal: la soledad. Muchos la hemos sentido, experimentado, e incluso visto en personas cercanas, y por ello surge la pregunta obligada: ¿La película está basada en una historia real? ¿Existen Paul, Angus y Mary? ¿Qué episodio doloroso inspiró este relato? Nadie mejor para responderlo que el creador de los personajes.
La película, que cuenta con 5 nominaciones al Oscar, se sitúa entre la Navidad de 1970 y el inicio de 1971. Y, curiosamente, los personajes “nacieron” en 1969, cuando los padres de David Hemingson se separaron. Según palabras de él mismo, “mi papá no podía quedarse y mi mamá no podía dejarlo ir, hasta que lo hizo”. Su padre era profesor, y ella, una enfermera que trabajaba la mayor cantidad de horas posibles. Hemingson quedó, en cierto punto, relegado entre dos adultos que no sabían cómo vivir su dolor. La escuela le resultó complicada, pues era “raro”, marginado y no disfrutaba las dinámicas con sus compañeros. Algo tenía que cambiar su vida.
“Ese algo llegó en la forma de Earl Cahail. Earl estaba casado con la hermana mayor de mi mamá”, revela Hemingson para Time. “Recuerdo, vagamente, haber escuchado una llamada telefónica en voz baja centrada en ´¿qué hacer con David?´, y luego, un sábado por la mañana, Earl estaba en nuestra entrada, bajando de su Plymouth Duster, secándose la frente y maldiciendo el viaje de 120 millas desde Nueva York. A partir de ese día, fue un viaje que haría casi todos los fines de semana durante la siguiente década”.
Básicamente, Earl se convirtió en el héroe correcto para la infancia de David. Le enseñó todo sobre libros, música, mascotas, comida China e, incluso, mal comportamiento. Se convirtió en la figura paterna que necesitaba, que todos necesitamos. Pero nunca lo hizo por lástima: “Me dijo que era afortunado por tener una madre que trabajaba lo más fuerte posible para apoyarme. Afortunado por tener un padre que, aun a la distancia, me amaba”. El impacto de Earl fue lo que lo motivó a convertirse en escritor… pero también sirvió como base para crear la peculiar y entrañable relación entre Paul (Paul Giamatti) y Angus (Dominic Sessa).
“Cuando murió, en 1994, me dejó con tres principios para la vida: Nada viene gratis, así que todo se trabaja. Haz lo correcto y no tengas miedo. Y sólo hay un brindis cuando levantas la copa: amor y belleza, porque esas son las únicas cosas en ésta vida que realmente importan”.
Si algo ha destacado en Los que se quedan, es cómo la película se siente antigua. No sólo se ambienta en los años ya mencionados, también se ve y escucha cómo un proyecto digno de inicios de los 70. Tiene elementos de producciones como El graduado, La sociedad de los poetas muertos, Todos los hombres del presidente y Luna de papel. No sólo hay coincidencias en su temática, el director de fotografía, el diseñador de producción y los encargados del vestuario se inspiraron en tales largometrajes para darle vida a este conmovedor largometraje.
También vale la pena destacar el destino original de este proyecto. Inicialmente, Los que se quedan fue escrita como un piloto para la televisión. David Hemingson le presentó el primer tratamiento del guion a Alexander Payne, y juntos hablaron sobre la posibilidad de hacer una serie. Pero Payne no quería hacer ese formato. La idea principal fue “un profesor gruñón que se ve forzado a pasar la Navidad con algunos alumnos, y la madre de uno ellos en su luna de miel”.
A partir de ahí surgió el guion de Los que se quedan, y otros personajes como Mary, la jefa de cocina que perdió a un hijo en la Guerra de Vietnam. Ésta última surgió tras ver a su madre perdida, enfrentando un gran dolor, y teniendo que cuidar a un chico que atravesaba por una gran transformación. El contexto en que creció Hemingson fue la inspiración oficial para mezclar tres personalidades diferentes. Tres personajes que se quedan atrapados en el dolor, y sólo juntos pueden encontrar un poco de ese cariño perdido.
Si quieren experimentar un futuro clásico navideño en la pantalla grande, Los que se quedan continúa en las salas de Cinépolis. ¿Será una de las grandes triunfadoras en la próxima entrega de los Premios Oscar?
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