Han pasado más de diez años y el actor aún lamenta el descalabro.
El camino al estrellato de Jason Momoa no fue sencillo, sino que se vio marcado por numerosos traspiés. Uno de los más dolorosos fue el de Conan el bárbaro, que debía impulsarlo a lo más alto y terminó convirtiéndose en un importante retroceso. A más de diez años de distancia, el actor aún lamenta lo sucedido con un proyecto que le generó altísimas expectativas [vía].
“He sido parte de muchas cosas que realmente apestan, y películas en las que todo está fuera de tus manos. Conan fue una de ellas. Es una de las mejores experiencias que tuve y fue tomada y convertida en un gran montón de mierda”.
Fue un fracaso en toda la extensión de la palabra: pésimas críticas y una taquilla de $68 MDD que ni siquiera recuperó la inversión inicial de $90 MDD.
Al menos Jason Momoa tuvo la buena fortuna de que el estreno fue en el mismo año de Game of Thrones, que disparó su carrera a lo más alto aun cuando el personaje de Khal Drogo sólo apareció en la primera temporada. Hoy día es uno de los actores más cotizados de su generación, pieza clave del DC Extended Universe en el rol de Aquaman y flamante incorporación de Fast X, décima entrega de Rápidos y furiosos en donde interpretará al villano de la historia.
La cinta velocista estrena el 19 de mayo de 2023, mientras que Aquaman and the Lost Kingdom abrirá el 17 de marzo del mismo año. Ambas podrán disfrutarlas en Cinépolis.
