Entendemos que la saga no es para todos…
Este 2022 se cumplen diez años de que La Saga Crepúsculo llegara a su fin. A una década de distancia, todavía recordamos el furor por la adaptación a la obra de Stephenie Meyer, que terminó convirtiéndose en todo un fenómeno de su tiempo. Pero también recordamos las duras críticas padecidas por la franquicia desde su estreno. Por eso, ahora que los Cullen están de vuelta en salas Cinépolis, enlistamos una serie de razones por las que quizá deberías evitarlos.
Si no te gusta la mitología vampírica
Los vampiros son seres longevos por naturaleza. Una característica que no se limita a la ficción, pues se ha extendido al mundo real con un impacto que ha trascendido las barreras del tiempo. El interés nació de la tradición oral, se extendió al impreso donde alcanzó un pico de popularidad con Drácula y finalmente llegó al audiovisual donde ha gozado de gran éxito. Su inmortalidad no se limita al gusto de la gente por el terror, lo sobrenatural y lo desconocido, pues también se relaciona con muchas otras cualidades simbólicas entre las que figuran el romance y la sensualidad. Crepúsculo es un heredero directo de esta añeja narrativa, con un romance noble pero distorsionado por lo monstruoso de su esencia. Edward Cullen es un joven eterno enamorado, pero también deseoso de la inocente Bella Swann, quien le corresponde aun siendo consciente de lo que sus sentimientos implican. La relación sólo puede prosperar con la condenación, extendida además con una hija maldita. Un amor trágico por dónde se vea y como tal un digno heredero de los máximos exponentes del mito vampírico. Pero lo entendemos, que esto de los vampiros no es para todos…
Si no estás interesado en ver los primeros pasos de dos de los grandes talentos de su tiempo
No todos disfrutan viendo los primeros trabajos de los mejores actores, temerosos de que la inexperiencia pueda atentar contra su calidad actual. Con Kristen Stewart y Robert Pattinson en auge, entendemos a todos aquellos que no quieran recordar uno de sus primeros trabajos. Después de todo, pocas carreras histriónicas tan fascinantes como las suyas. Aunque ninguno debutó con Crepúsculo, la saga escrita por Stephenie Meyer sí que representó los primeros de ambas trayectorias. Hoy son dos de los mejores actores de su generación. Su éxito es todavía más sobresaliente por el modo en que se dio, partiendo del blockbuster al indie cuando casi siempre es a la inversa. Dos nombres que sin duda han marcado y seguirán marcando una época dentro del cine.
Si no soportas las emociones fuertes
No todos resisten la sangre, que para colmo de males es un elemento recurrente del cine de vampiros. Si es tu caso, quizá deberías alejarte de Crepúsculo. Los colmilludos están asociados con el líquido vital y con la muerte casi por definición. La beben, de ella depende su amortalidad, y son virtualmente indestructibles. A menos que sean aniquilados por las vías que todos conocemos como son las estacas, los objetos benditos y por supuesto, la decapitación. La muerte vampírica es tan formulaica que el cine ha realizado grandes esfuerzos por hacerlas más impactantes, o lo que es lo mismo, sangrientas, con Crepúsculo dándonos una cátedra de lo que esto significa. Ya saben de cuál se trata: Carlisle sucumbiendo ante el fiero ataque de Aro que marca el inicio de la guerra entre los hijos de la noche. Un suceso tan duro que es aún es rememorado por los aficionados en cada aniversario del estreno de Amanecer – Parte 2. Una fiesta que tristemente no es para todos.
Si no eres de clásicos contemporáneos
¿Qué se necesita para que una película ascienda como un clásico? Una pregunta compleja cuya respuesta requeriría tratados completos. Para nosotros, uno de los factores decisivos es la popularidad entre las audiencias, una cualidad que Crepúsculo tiene de sobra. Hablamos de una franquicia que recaudó más de $3,300 mdd en la taquilla global y que sigue siendo celebrada por las audiencias como en su primer día. En otras palabras, una historia que llegó para quedarse. Sin embargo, hay quienes insisten en que el clásico contemporáneo es un término contradictorio y o sin cabida para las superproducciones, lo que les impide festejar algunas de las películas más representativas de los últimos tiempos como sería el caso de Crepúsculo.
Si eres de los que no dan segundas oportunidades
La premisa dice que todos merecemos una segunda oportunidad. Una verdad que no se limita a la gente, pues también aplica para las películas. Tal es el caso de Crepúsculo. La adaptación a la saga literaria fue vapuleada por un amplio sector del público que la juzgo con extrema dureza, en muchos casos sin siquiera verla. Han pasado diez años de su culminación y quizá sea tiempo de verla con otros ojos. ¡Seguro que más de uno termina disfrutándola!
¿Serás uno de ellos? Descúbrelo con el reestreno de Crepúsculo en salas Cinépolis, del 17 al 23 de noviembre. Adquiere tus boletos aquí.
