¿Sabías que Timothée Chalamet tiene las posibilidades a su favor para convertirse en el gran actor de su generación? Luis Miguel Cruz nos cuenta por qué en este texto de “Cine a dos tiempos: una mirada de los clásicos a blockbusters”.
Brillar en la industria cinematográfica nunca ha sido sencillo. Menos aún ante la continua evolución en los modelos de producción-distribución, y los cambios en los gustos del público. Timothée Chalamet lo ha logrado en muy poco tiempo. No sólo eso, sino que se ha convertido en uno de esos actores capaces de sorprender con cada nueva película. Un asombro que va desde la elección de papeles hasta las capacidades mostradas en pantalla.
Aún es muy pronto para decirlo, pero lo hecho por este joven talento nos invita a pensar que estamos ante el que podría ser el actor más importante de su generación. Hablamos de alguien que parece bien asentado en el gusto de creativos y del público. De quien se ha ganado el reconocimiento y la confianza de la industria. Timothée Chalamet parece tener todas las condiciones para triunfar.
Sólo el tiempo dirá si estas predicciones se concretarán, pero hay buenas razones para creer. Como prueba un recuento de motivos por los que estamos convencidos de que Timothée Chalamet tiene todo lo que se necesita para ascender entre los grandes de su tiempo. Algo que, por supuesto, incluye su reciente paso por Wonka.
Timothée Chalamet: El elegido de los grandes
Timothée Chalamet debutó en 2008, pero su primer crédito cinematográfico no fue sino hasta el 2014. En menos de diez años, el neoyorquino ha construido una de las carreras histriónicas más brillantes de los últimos tiempos. Lo que puede apreciarse en sus actuaciones y en cada uno de los títulos en los que ha participado. También en la lista de directores bajo los que ha servido.
Recapitulemos: Christopher Nolan, Luca Guadagnino, Greta Gerwig, Woody Allen, Wes Anderson, Denis Villeneuve y Adam McKay. Son sólo algunos de los cineastas que han recurrido al actor para concretar sus respectivas visiones. Auténticos gigantes de todos los tiempos que han reconocido las enormes cualidades de un histrión que ha cautivado al mundo en muy poco tiempo. Todos ellos, no está de más decirlo, se han rendido en halagos ante el joven. Dejando ver que sus visiones no habrían podido concretarse sin sus cualidades.
Esta impresionante lista crece con el realizador detrás de Wonka, Paul King. Se trata, muy a su modo, de otro titán de la industria contemporánea, al ser el responsable de las dos primeras entregas de Paddington. Sí, las adaptaciones del simpático osito creado por Michael Bond y cuya segunda entrega ha sido considerada por algunos como la mejor película de todos los tiempos.
Por cierto, Timothée Chalamet sigue sumando nuevos nombres a su listado, ya que próximamente lo veremos en el papel de Bob Dylan para A Complete Unknown bajo las órdenes de James Mangold.
La bendición de Tom Cruise
Tom Cruise es una leyenda del cine, pero es también un entusiasta del entretenimiento y de la vida misma. Es también alguien tremendamente ocupado y, como tal, no tiene el tiempo para entrar en contacto con todos los que buscan sus recomendaciones. Más bien, reserva sus consejos más valiosos para unas cuantas personas, concretamente quienes creen que puedan darles buen uso. Tal es el caso de Timothée Chalamet.
“Después de conocer a Tom Cruise, justo después de terminar la primera Duna, me envió un correo electrónico maravillosamente inspirador”. Destacó el joven actor en entrevista para GQ. “Básicamente decía que, en el ‘Viejo Hollywood’, recibirías entrenamiento de baile y de pelea, y nadie te exigirá ese estándar hoy. Eso depende de ti. El correo electrónico fue realmente como un grito de guerra”.
Los maestros que reconocen a Timothée Chalamet
Esto no fue todo, sino que en el correo incluyó una especie de Rolodex con todos los expertos que podría necesitar para los distintos tipos de entrenamientos que podrían ser útiles a lo largo de su ascendente carrera. De acrobacias. Un entrenador de motos. Un entrenador de helicóptero. Las recomendaciones fueron más que inspiradoras para Timothée Chalamet. No sólo como admirador del trabajo de Tom Cruise (reconoce que vio Top Gun: Maverick [Joseph Kosinski, 2022] en ocho ocasiones durante la filmación de Duna: parte dos [Denis Villeneuve, 2024]). Sino porque es muy consciente de lo que representan. Un espaldarazo de confianza por parte de uno de los actores más destacados de su tiempo y quien ha hecho hasta lo imposible por elevar los estándares cinematográficos con cada nueva producción.
Por cierto, aunque este es el caso más sonado de los últimos meses, no es inusual que Timothée Chalamet reciba consejos de otros actores experimentados. Quienes de este modo manifiestan su reconocimiento al actor. Tal es el caso de un héroe personal del histrión cuya identidad permanece en el anonimato. Quien le dedicó unas palabras que podrían definir para siempre la carrera del joven talento.
Elección de superproducciones
Industria cinematográfica. Dos palabras que dicen mucho del modelo actual y que han hecho creer a más de uno que el verdadero potencial de un actor no se mide en su talento, ni en sus premios, sino en lo que es capaz de lograr con los blockbusters. En este sentido, el caso de Timothée Chalamet es complejo, pero para nada despreciable.
El actor ha sido claro: no tiene gran interés en participar en lo que el grueso del público calificaría de superproducción. Con esto nos referimos a grandes franquicias como el Marvel Cinematic Universe, el DC Universe, Star Wars o Rápido y furioso. ¡Hasta nos cuesta imaginarlo en esta última! Así lo ha manifestado a lo largo de su trayectoria y la posibilidad disminuyó todavía más luego de que “uno de mis héroes [Leonardo Dicaprio], no puedo decir quién o me patearía el trasero, me rodeó con su brazo la primera noche que nos conocimos y me dio algunos consejos: ‘Nada de drogas duras ni películas de superhéroes’”
Esto para nada significa que Timothée Chalamet haya descartado del todo los blockbusters, sólo que es considerablemente más selectivo con ellos. Ahí está Dune (2021) para demostrarlo, que a pesar de su elevado presupuesto de $165 mdd, su talentosísimo elenco y los deseos de su director Denis Villeneuve por concretar una trilogía, nunca ha apuntado de lleno al público masivo, sino que remite más al culto al igual que la obra de Frank Herbert en que se inspira. Una situación que bien podría ser equiparada a la de Keanu Reeves con Matrix (Lana Wachowski y Lilly Wachowski) e incluso con John Wick (Chad Stahelski).
Ni qué decir de Wonka, que tiene todos los elementos para ser etiquetada de una superproducción. De nueva cuenta, una nada convencional.
No sabemos si esto cambiará en un futuro, pero, de momento, Timothée Chalamet parece tener muy claro el rumbo. Y la apuesta ha resultado más que efectiva por ahora.
Timothée Chalamet: un Wonka para la nueva generación
Willy Wonka es un personaje popular, fascinante e hipnótico, pero para nada es fácil de encarnar. Más allá de su extravagante atuendo, el escritor responsable de su creación, Roald Dahl, lo describe con unos ojos “maravillosamente brillantes. Parecían estar destellando todo el tiempo. Toda su cara, en realidad, resplandecía con una risueña alegría. ¡Y qué inteligente parecía! ¡Qué sagaz, agudo y lleno de vida! Hacía todo el tiempo pequeños movimientos rápidos con la cabeza, inclinándola a uno y otro lado”.
Estas breves palabras, que detallan la primera aparición del chocolatero, fueron un pilar fundamental para las respectivas interpretaciones de Gene Wilder y Johnny Depp. Amadas por unos y rechazadas por otros, nunca resultaron indiferentes para nadie. Ahora la batuta pasa a Timothée Chalamet, en la que bien podría considerarse una de las muchas pruebas de fuego enfrentadas por el joven actor. Todo apunta, sin embargo, a que ha superado el reto con creces. Resultado de una labor entrañable y que lo posiciona aún más entre los grandes referentes de la industria contemporánea. No lo decimos nosotros, sino los distintos medios alrededor del mundo.
La interpretación ha sido tan celebrada, que hasta los más escépticos en torno al casting y los mayores detractores del actor han admitido que se trata de un trabajo de primer nivel. Que lo eleva aún más alto dentro de la joven élite hollywoodense. Hoy día, nadie puede negar que Timothée Chalamet se ha ganado el derecho a ser considerado como el Willy Wonka de la nueva generación. Con una actuación tan dulce que invariablemente nos deja con un gran sabor de boca.
Un actor total
La historia del cine nos ha dado muchos actores de calidad, pero sólo unos cuantos que pueden presumir la etiqueta de actores totales. Es decir, histriones capaces de ejecutar prácticamente cualquier papel con la misma destreza. Para que se hagan una idea de lo difícil que es, la lista más reciente incluye titanes como Meryl Streep y Daniel Day-Lewis. Con experiencia en el drama, pero también en la comedia, la aventura y el musical. Mención especial para este último género que, a pesar de sus altibajos en popularidad, suele ser visto como uno de los más desafiantes por todo lo que implica.
Timothée Chalamet ha cubierto exitosamente estos y otros territorios con obras tan diversas como Llámame por tu nombre (Luca Guadagnino, 2018), Mujercitas (Greta Gerwig, 2019) y Duna, por nombrar algunas. Su bautizo de fuego ha llegado con Wonka, donde complementa su estupenda interpretación con canto y baile.
Con esto no queremos decir que Timothée Chalamet haya alcanzado el estatus de los actores mencionados, sino que tiene las condiciones para lograrlo. No lo perdamos de vista, pues tenemos la oportunidad de disfrutar el desarrollo de la que podría ser una de las carreras histriónicas más memorables de todos los tiempos.
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