La película ya llegó a las finalistas de los premios Oscar y podría conseguir una nominación.
2023 está por llegar a su fin, y una de las películas ideales para despedirlo es Godzilla Minus One. La esperada película japonesa llamó la atención desde que llegó su primer tráiler, y conforme se fueron revelando las primeras críticas, quedó claro que se trataba de una gran película para el monstruo. Luego de su éxito taquillero en distintas partes del mundo, la cinta está por llegar a México y las expectativas no podían ser más altas. Acción, destrucción, un guion solido y el apartado visual han sido muy mencionados en las últimas semanas, especialmente por el bajo presupuesto que tuvo la película. Por ello, muchos se han preguntado: ¿Cómo es que Godzilla Minus One tiene tan impresionantes efectos visuales con una baja inversión?
Primero, pongamos en contexto. Tan sólo en 2023, películas llenas de acción o impresionantes escenarios han llamado la atención por su excesivo costo de producción. La sirenita ($250 millones de dólares), Rápidos y furiosos 10 ($340), The Marvels ($220) o Indiana Jones y el dial del destino (más de $300) son ejemplos de ello. Por otro lado, Godzilla Minus One tuvo un presupuesto mínimo. Tras el estreno de la cinta en Estados Unidos, se habló de un costo de $15 millones de dólares (MDD), pero pronto esa cifra quedó atrás.
En entrevista durante la Comic Con de Tokio, el director Takashi Yamazaki fue cuestionado por esos rumores que apuntaban a un presupuesto de $15 MDD. Sus palabras fueron contundentes: “Ojalá hubiera sido tanto”. Básicamente, Godzilla Minus One se hizo con una cantidad que, en muchas producciones de Hollywood, no representa ni el sueldo de sus protagonistas.
Tras ver el ya mencionado tráiler de la cinta, quedó claro que el presupuesto estuvo muy bien utilizado. Y los expertos en la industria opinaron lo mismo. Godzilla Minus One entró fácilmente a las 10 finalistas del Oscar 2024 en la categoría de Mejores efectos visuales. Lo hizo junto a proyectos como Guardianes de la Galaxia Vol. 3, Indiana Jones y el dial del destino o Misión: imposible – sentencia mortal, parte uno. Dichas películas costaron, como mínimo, 20 veces más que la contendiente japonesa.
Un dato a destacar es que Yamazaki, director de la cinta, también tiene experiencia en efectos visuales. Su visionaria habilidad y conocimientos en el tema ayudaron a que la cinta luzca increíblemente real a pesar de sus limitaciones económicas.
Así lo mencionó en entrevista para Slash Film:
“Para mí, con experiencia en efectos visuales, el objetivo realmente, al final del día, es siempre combinar perfectamente los efectos con el mundo real y todo lo demás que necesita agregarse. También hay que tomar en cuenta, en comparación con Hollywood, que los presupuestos generalmente son más bajos, por lo que también estamos luchando contra eso. Los efectos visuales, como proceso mismo, se tratan de hacer pruebas y obtener errores para poderlos ejecutar muchas veces y luego poder verificarlos. Al ser supervisor de efectos visuales y dirigirlos, pude aumentar la cantidad de veces que los revisaba”.
Sin duda, que una película sobre Godzilla y con un presupuesto inferior a $15 MDD haya llegado a los finalistas del Oscar es toda una hazaña. Pero el cómo se logró se resume a una sola palabra: planificación. Gracias a la doble habilidad del director, la producción siempre estuvo bajo supervisión para encontrar la mejor forma de utilizar los efectos visuales. Y también de no despilfarrar el presupuesto. Como comparativa, Godzilla (2014) tuvo un presupuesto de $160 MDD, misma cantidad que Godzilla vs Kong. Con sólo una décima parte de esa cifra (o incluso menos), Godzilla Minus One tuvo un tremendo éxito con la crítica especializada y aquellos espectadores que ya la han visto alrededor del mundo.
Irónicamente, el mayor problema a la hora de trabajar con imágenes generadas por computadora (CGI por sus siglas en inglés) no fue la creación del monstruo, sino la tecnología que tenían por el presupuesto. Así lo explicó Yamazaki para Corridor Crew:
“El mayor desafío fue abordar esas enormes masas de agua. Sólo el agua por sí sola pesaba 500 terabytes. Estábamos tratando de configurar toda la potencia informática posible, pero al mismo tiempo la agotábamos. En realidad fue como una persecución del gato y el ratón, ya sabes, bloquear los efectos visuales, pero necesitábamos más máquinas, más potencia, más todo”.
¿Conseguirá Godzilla Minus One una nominación al Oscar por Mejores efectos visuales?
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