Alonso Ruizpalacios regresa a la competencia del festival con una ambiciosa película en blanco y negro.
Alonso Ruizpalacios, uno de los directores más innovadores del cine mexicano, regresa con su cuarto largometraje La cocina, que compite en el Festival Internacional de Cine de Morelia (FICM) 2024.
Esta película ya ha causado un gran impacto tras su estreno en la Berlinale. Y se presenta como una reflexión crítica y visualmente cautivadora sobre la vida de los migrantes en Estados Unidos. Aquí te contamos por qué no te la puedes perder en el marco del esperado festival.
Una perspectiva única sobre la migración
Mientras muchas películas abordan el cruce de la frontera como el clímax de la narrativa, La cocina da un paso más allá. Ya que explora qué sucede después.
La historia sigue a Pedro (Raúl Briones), un migrante con años en Nueva York, y a Estela (Anna Díaz), recién llegada a Estados Unidos. Ambos enfrentan el reto de sobrevivir en una sociedad que los explota mientras buscan un mejor futuro.
Esta trama nos sumerge en las realidades invisibles de aquellos que trabajan entre fogones en un restaurante en Times Square. Una auténtica metáfora de la gran Torre de Babel moderna.
Un elenco internacional de primer nivel
La película cuenta con la actuación de Rooney Mara, nominada al Oscar y galardonada en Cannes, quien interpreta a Julia. Ella es el interés romántico de Pedro, en manos de Raúl Briones, uno de los actores mexicanos más destacados del momento, quien aporta una interpretación poderosa y conmovedora.
Además, la película presenta un reparto coral donde cada personaje tiene su momento. Algo que Ruizpalacios logra manejar con maestría, dándole profundidad y vida a cada figura que aparece en pantalla.
Un homenaje a los invisibles
Basada en la obra teatral The Kitchen, de Arnold Wesker, La cocina no solo es un homenaje a los migrantes indocumentados que sostienen la economía de Nueva York desde las sombras. Sino también una crítica al sistema capitalista que los oprime.
A través de sus diálogos y potentes metáforas visuales, Ruizpalacios nos invita a reflexionar sobre el precio de los sueños. Así como de las cicatrices que dejan en aquellos que se arriesgan a cruzar fronteras en busca de una vida mejor.
Una obra maestra visual
Rodada en blanco y negro, La cocina destaca por su fotografía cuidadosamente elaborada, que resalta la belleza y la tensión del ambiente claustrofóbico de la cocina.
El director logra crear un ritmo visual implacable, especialmente en un plano secuencia de más de 10 minutos, que refleja la precisión y el caos que caracterizan a las cocinas profesionales.
Este enfoque, casi coreográfico, no solo es un deleite técnico, sino que también subraya la presión constante que viven los personajes.
Un enfoque sin clichés sobre el racismo y la violencia
En lugar de caer en la simplificación melodramática de que solo los “gringos” son racistas o violentos, Ruizpalacios nos muestra que el racismo y la violencia no tienen nacionalidad.
Cada uno de los personajes en La cocina enfrenta sus propios demonios y prejuicios, algo que humaniza a los migrantes y los aleja de los estereotipos habituales. Es una película que desafía las expectativas y muestra la complejidad de la experiencia migratoria.
El retorno de Ruizpalacios a la Berlinale, ahora al FICM
Diez años después de su debut con Güeros, Ruizpalacios vuelve a competir en un prestigioso festival internacional, demostrando su evolución como director. La selección de La cocina en el FICM 2024 es una prueba más de que esta película tiene todo para dejar una huella en la historia del cine mexicano contemporáneo.
No te pierdas La cocina, una obra que invita a pensar y sentir desde una perspectiva profundamente humana y política.
Descarga la app de Cinépolis y consulta la cartelera, horarios, estrenos, preventas y promociones que tenemos para ti.