La unión de estos mutantes promete convertirse en un evento cinematográfico.
Desde que se anunció la incorporación de Deadpool al MCU, los fans del vulgar mercenario comenzaron a pensar en la historia que se contaría. No se trataba de cualquier personaje, sino de uno de los más exitosos en los últimos años. Su debut en la franquicia merecía ser épico, y por ello se le acompañó de Wolverine, interpretado una vez más por Hugh Jackman. A pocas semanas del esperado estreno, te contamos cómo se creó la historia de Deadpool y Wolverine, pero también su importancia de cara al futuro del MCU.
La elección de Shawn Levy como director no fue algo fortuito. El cineasta ya había trabajado con Hugh Jackman en Gigantes de acero, y con Ryan Reynolds en Free Guy: Tomando el control. Su buena química con ambos actores sirvió para conectarlos en este proyecto que, según sus palabras, “es sobre sus legados”.
El proyecto comenzó a tomar forma en medio de la compra que hizo Disney a 20th Century Fox, estudio que tenía los derechos de Deadpool 1 y 2. Ryan Reynolds terminó por presentarle 18 propuestas a Kevin Feige, pero fue hasta el término de la transacción que todo cobró forma. Esto incluía determinar qué personajes podían aparecer en el largometraje, especialmente por un tema de derechos.
“No quiero entrar en leyes legales de adquisiciones corporativas ni nada parecido. No las entiendo, pero hay muchas. Pasó mucho tiempo desde que se anunció [la adquisición] hasta que todo se hizo, por lo que los personajes]no estuvieron realmente en nuestra caja de arena durante mucho tiempo después de que ocurrió el primer anuncio”, dijo Kevin Feige a Entertainment Weekly.
Poco a poco, personajes del Universo manejado por Fox han aparecido en importantes proyectos como la secuela de Doctor Strange, o incluso The Marvels.
“La idea de que, todos estos años después, estamos en un mundo donde Jackman es Wolverine, y Deadpool y todos esos personajes de X-Men están juntos bajo el mismo techo, es una experiencia sorprendente para este cuarto de siglo”.
Pronto se barajearon todas las posibilidades. Antes de tener el presupuesto y escala de un blockbuster, Ryan Reynolds pensó en crear una película totalmente diferente para Deadpool, una que funcionar como un pequeño producto y que no requiriera de una producción importante.
“Literalmente, fue un presupuesto de $5 o $6 millones de dólares y sin efectos especiales. Era, simplemente, un viaje por carretera conmigo y Dopinder. Ahí veríamos algunas de las cosas que recopilamos en el camino. No estaba destinada a ser una película blockbuster. Si estamos en camino al Punto C, estaba destinado a llevarnos al Punto B. Ese fue el más extraño. Me gustó. Pensé que era algo divertido”, dijo el protagonista.
Cuando se eligió la trama, se pensó en los directores. Levy ha trabajado en muchas historias originales, pero también tiene a su cargo algunas secuelas importantes. De hecho, antes de involucrarse en Deadpool y Wolverine fue considerado para Flash. Con director e historia fijos, la prioridad más grande era conseguir a Hugh Jackman. Este se despidió hace 7 años de su mutante, pero estaba ligeramente arrepentido.
“Desde el momento en que vi Deadpool 2… literalmente había anunciado, tal vez un par de semanas antes, que Logan sería la última película. Recuerdo haberla visto, y en 15 minutos dije: ‘¡Mierd@!’ Pude sentirlo”, aseguró Jackman.
Aunque se prevén viajes multiversales y un espectáculo lleno de cameos, Shawn Levy afirma que esta película se centra más en los personajes que en las consecuencias para el MCU. Wade Wilson ahora vende autos usados, pero ante una gran amenaza, la Autoridad de Variación Temporal recurre a sus servicios. Es entonces que debe unirse con un Wolverine de otra dimensión para acabar con el peligro.
“Tienes a Wade Wilson, que es como un impetuoso niño hablador en el cuerpo de un hombre superheroico, y tienes al brusco Logan, en gran parte no verbal. Superficialmente, son completamente diferentes, lo que los convierte en un dúo cómico perfecto. Ambos están atormentados por el arrepentimiento, y hay una oscuridad, una tristeza y, en última instancia, una soledad en ambos héroes que también los convierte en antihéroes”, complementó el director.
En el lado del mal, la historia recae en Cassandra Nova, interpretada por Emma Corrin. Técnicamente no es la gemela de Xavier, sino un parásito alienígena que se le apareció a Xavier en el útero y se convirtió en su polo opuesto. Sí, es la figura antagónica de la película, pero al mismo tiempo es impredecible, y no encaja muy bien con el estereotipo de villana. De hecho, se inspiró en el Willy Wonka de Gene Wilder.
“Ryan y Shawn me propusieron esta idea, con la que estuve totalmente de acuerdo. ´Queremos que esta villana no sea una villana en el sentido que esperas que lo sea. Queremos que ella te atraiga demasiado, te encante, y justo cuando creas que tal vez ha visto tu alma, que incluso pueden ser amigos de por vida, te asesine´”, afirmó Corrin.
Con todos estos elementos, Deadpool y Wolverine pinta para ser una de las películas más importantes en la historia del MCU. Luego de que la franquicia se enfrentara al peor fracaso de su historia (The Marvels), todo indica que la historia cambiará con esta alocada aventura. ¿Será justo lo que esperan los fans? ¿Habrá alguna sorpresa que nadie imagina? Lo conoceremos cuando la película llegue a salas de Cinépolis el próximo 25 de julio.
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