Estas cintas fueron modificadas por varias cuestiones, borrando partes importantes de su trama o, incluso, impidiendo su estreno.
A lo largo de la historia del cine, ha habido varios blockbusters que han pasado por algún tipo de censura, ya sea por los temas que manejan o porque tocan fibras sensibles para los gobiernos de muchos países, por lo cuál no quieren que las distintas poblaciones se expongan a ellas.
Muchos de estos cambios han desatado la polémica. Por eso, aquí te contamos qué películas han sido censuradas y qué sucedió con esto.
Volver al futuro (Dir. Robert Zemeckis, 1985)
Los viajes temporales son tema recurrente en la ciencia ficción, ¿pues quién no querría viajar al pasado para corregir algún pequeño error o echar un vistazo al porvenir para saber qué nos depara? ¡Pero no todo es tan sencillo! Pues una mínima alteración podría provocar catastróficas reacciones en cadena! Esta es la premisa central de Volver al futuro, trilogía dirigida por Robert Zemeckis e inmortalizada entre los grandes clásicos de todos los tiempos.
La censura
Admitimos que la relación entre Marty McFly y su madre adolescente durante la primera entrega de Volver al futuro nos resulta algo perturbadora, pero ni siquiera esto evita que la trilogía figure entre las mejores aventuras familiares de la cinematografía mundial. Lamentablemente las autoridades chinas no compartieron este entusiasmo y en el 2011 censuraron ésta y muchas otras tramas –tanto cine, como televisión– que tocaban viajes temporales. ¿Cuál fue la razón? El gobierno emitió un comunicado en el que advertía que estos proyectos “tratan la historia de un modo frívolo […], inventan mitologías, tienen argumentos monstruosos y absurdos e incluso promueven el feudalismo, la superstición, el fatalismo y la reencarnación”. Quizá Marty debería realizar un último viaje para comprobar que no perdió otro almanaque deportivo por ahí…
Karate Kid (Dir. Harald Zwart, 2010)
En una industria saturada de reboots y secuelas, pocos se sorprendieron cuando Sony anunció sus deseos por reinventar Karate Kid. Pero ni siquiera esto nos preparó para los potenciales cambios a la historia original: protagonistas más jóvenes que exploraran los problemas del bullying; una trama en China que obligaba a la práctica del kung-fu; y la elección de Jackie Chan para emular las hazañas del legendario Pat Morita. Al final, la renovada historia sorprendió con una estupenda recepción que impulsó la carrera de Jaden Smith y garantizó una secuela que por cierto, seguimos esperando…
La censura
La crítica internacional aplaudió que Karate Kid explorara los problemas del bullying, pero las autoridades chinas lamentaron la imagen negativa de sus juventudes. El país oriental amenazó con vetar el filme y en un esfuerzo por evitarlo –se trata de uno de los mercados más importantes de todo el mundo–, Sony Pictures realizó una intensa edición de casi 20 minutos. El resultado fue un Jaden Smith atormentado por su mudanza hacia un país lejano, incapaz de establecer contacto con sus compañeros –que por cierto, nunca le maltratan– y quien recurre al kung fu para encontrar la clave de la felicidad oriental.
Hagamos una porno (Dir. Kevin Smith, 2008)
Es un filme sin pretensiones cuya censura bien merece un lugar en nuestra lista. Zack y Miri son roomies, buenos amigos y un par de jóvenes sumidos en graves problemas financieros. Sus problemas se intensifican cada vez más, pues además de las numerosas deudas que les aquejan, su hogar está siendo privado de los servicios más básicos. Pero la solución es sencilla para nuestra dupla, quienes deciden aprovechar su buena relación –y su evidente tensión sexual– para filmar una cinta sexual casera que les catapulte como las nuevas estrellas de la pornografía mundial.
La censura
Admitimos que las respectivas filmografías de Seth Rogen y Elizabeth Banks son meros placeres culpables, pero ésta no es razón suficiente para censurar sus películas. Nada de esto importó a las autoridades trinitarias y tailandesas, quienes decidieron vetar Hagamos una porno por el miedo de que sus adolescentes imitaran a los protagonistas y realizaran sus propias cintas sexuales. Quizás alguien debería explicarles que si sus jóvenes decidieran filmarse, no será precisamente por la influencia de Rogen, Banks o el propio Kevin Smith.
2012 (Dir. Roland Emmerich, 2009)
¿Recuerdan cuando se decía que el mundo terminaría en el 2012? Roland Emmerich trasladó estos temores al cine con 2012. Esta cinta mostró la destrucción global ante las profecías mayas y los esfuerzos desesperados de algunas personas por salvarse. El filme trató de emular las viejas fórmulas del alemán. Tiene espectaculares secuencias y personajes que persiguen la redención en los momentos de crisis, pero batalló por ubicarse entre sus mejores éxitos. De cualquier modo, es una cinta indispensable para cualquier amante del cine de desastre.
La censura
Los norcoreanos tenían incontables razones para censurar 2012. Primero, la presencia de falsos profetas; la exploración de mitologías paganas; un reflejo incorrecto de algunas culturas; incluso los temores injustificados que podía provocar en las audiencias. Sin embargo las autoridades le censuraron porque en 2012 celebraron el centenario de Kim II Sung y el año fue catalogado como el momento en que “ascenderían como una superpotencia”. Sobra decir que con estos festejos, no había cabida para una cinta que mostrara una versión negativa del 2012. Así que prefirieron prohibirle en cualquier forma. ¡Incluso las copias caseras fueron clasificadas como crímenes contra el estado!
Saga Harry Potter (Varios, 2001-2011)
Harry Potter se ubica entre las franquicias más exitosas de todos los tiempos, con una ganancia acumulada que supera los $25,000 MDD y que sigue creciendo con reimpresiones, spinoffs cinematográficos y su reciente obra teatral. ¡Y lo entendemos perfectamente! Después de todo, la saga nos adentra en un fascinante mundo habitado por hechiceros, brujas y toda clase de criaturas fantásticas que deben unirse para enfrentar el regreso de una vieja amenaza. Al centro está Harry Potter, el único sobreviviente a las embestidas del mago tenebroso, lo que le convirtió en la gran esperanza para derrotarlo.
La censura
La saga mágica creada por JK Rowling ha enfrentado adversarios más temibles que el propio Voldemort: fanáticos religiosos alrededor del mundo que batallaron duramente por censurar la obra –tanto impresa como fílmica– en diversos países al calificarla como una exaltación a la blasfemia, la hechicería e incluso el satanismo. Las mayores manifestaciones han sucedido en Estados Unidos, Inglaterra, Bulgaria, Grecia y Emiratos Árabes Unidos. Pero aunque algunas escuelas han vetado los libros y los filmes ante las presiones, ningún país ha censurado oficialmente al niño que vivió. Lo más curioso es que voceros oficiales de diversas religiones han aplaudido la obra tras considerarla una exaltación al bien.
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