El impacto fue tal que Colin Farrell llegó a dudar de sus cualidades como actor.
El reciente éxito de Los espíritus de la isla ha obligado a rememorar la trayectoria de Colin Farrell. Un actor dotado de grandes cualidades, pero cuya carrera ha padecido toda clase de altibajos. Uno de los más sonados fue sin duda el de Alejandro Magno, que parecía destinada a marcar el regreso a la vieja épica histórica y que terminó convirtiéndose en uno de los peores descalabros en toda la historia del cine.
La película, fiel a las superproducciones de antaño, no se limita a plasmar la cara más conocida de la figura histórica. La complementa con un lado más personal y humano, el cual se obtuvo desde la exploración de sus familiares, sus amores y sus aliados. Todo esto, además, con un elenco de lujo que incluyó nombres como Angelina Jolie, Val Kilmer, Jared Leto y Anthony Hopkins, por nombrar algunos.
“Alejandro Magno fue una historia con la que Oliver Stone había soñado desde que él estaba en la universidad”. Recordó recientemente Colin Farrell para The Hollywood Reporter. “Por eso era tan grande, global, política, emocionante, violenta y sensual como era. Fue realmente personal para Oliver y para mí. Nos llevó a un rodaje de seis meses por tres continentes. Fue increíble”. Así lo parecía, pues las expectativas estaban por los cielos, lo que a la larga resultó contraproducente.
“La expectativa es una cosa peligrosa”, piensa el actor. “Cuando digo ‘expectativa’, me refiero a que todos teníamos nuestros esmóquines listos para las entregas de premios. No estoy bromeando. Estábamos en plan: ‘Bien, muchachos, nos vamos a los Oscar. Esto es algo seguro’. Luego salió la película y las primeras críticas, y recuerdo a alguien diciendo: ‘Dios, esto no es bueno’.
El golpe fue más allá de lo profesional. “Sentí mucha vergüenza”, asegura Colin Farrell. “Estaba en una posición en la que quería decir a todo aquel al que conocía: ‘¿Has visto Alejandro Magno? Si es así, lo siento mucho’. Ni siquiera estoy bromeando”. La humillación le llevó a recluirse unos días en lago Tahoe en donde se consideró a sí mismo “un actor de mierda”.
A la crisis de Alejandro Magno se sumaron otros tropezones previos como Daredevil y SWAT. La primera fue vapuleada por la crítica y estuvo muy lejos de igualar otros éxitos del renaciente cine de superhéroes; la segunda fracasó en sus esfuerzos de comenzar una franquicia inspirada en la serie homónima. Tras algunos años de sequía, el camino sólo empezó a enderezarse con En brujas. Desde entonces, todo ha sido mejor.
Hoy día Colin Farrell puede presumir el haber participado en algunas de las películas más ovacionadas de los últimos tiempos, que van de la independiente La langosta a la popular The Batman. También el ser un dos veces ganador del Globo de Oro, el más reciente por Los espíritus de la isla. ¿Le llevará esta buena racha al Óscar? Ya lo descubriremos dentro de poco.
