El actor ya tiene planes con el impresionante terreno.
Hace unos días, Antonio Banderas tuvo que decirle adiós a una casa a la que le guardaba especial cariño, y todo por una demolición. Una orden judicial pendiente, a la que el nominado al Oscar no había hecho caso durante años, por fin se ejecutó. Con la destrucción del inmueble, llega a su fin una historia complicada que se remonta a hace casi 3 décadas.
A mediados de los 90, el inmueble fue construido por quien entonces era alcalde de Marbella, Jesús Gil. Sin embargo, el desarrollo estuvo en la mira porque no había claridad sobre qué tan legal fue la obra. Primero le perteneció a la periodista Encarna Sánchez, y a su muerte, en 1997, fue Antonio Banderas quien se hizo con la propiedad. Durante más de 20 años vivió en el lugar y compartió una de las etapas más felices de su vida: el matrimonio con Melanie Griffith y la crianza de sus hijas. Dakota Johnson (hija de Melanie) pasó gran parte de su adolescencia y juventud ahí.
Los problemas comenzaron en 2009, cuando un hermano del actor sostuvo conversaciones acaloradas con vecinos de Los Monteros, un vecindario cercano. La casa recibió un certificado de legalización un año después, pero un análisis posterior hizo que se retirara la distinción. A partir de ahí, se hizo evidente que algo estaba mal con la vivienda.
El Tribunal Supremo de la zona dejó en claro la situación de la mansión hace una década, y dejó sin efectos los permisos de ayuntamiento otorgados tras la construcción. Además, había una condición para Banderas. Debía ceder 1,243 metros cuadrados de uno de los costados. Estos pertenecían a terrenos no edificables, que se destinaron para ampliar el territorio marítimo de Marbella.
“No he cometido ninguna ilegalidad, compré la casa a un tercero con todos los trámites necesarios en regla, y si el ayuntamiento me engañó no es culpa mía”, dijo el actor en 2013 (vía).
Para evitar más problemas a futuro, y tener una situación legal lo más tranquila posible, el actor tomó la decisión de demoler la propiedad. La noticia impactó a sus fanáticos, quienes saben lo que significó el recinto para todos sus habitantes. A pesar de que la historia de ilegalidad es bien conocida, Nicole Kimple, la actual pareja del actor, declaró recientemente que la demolición sólo se debía a planes de reestructuración, y a la construcción de una casa más moderna.
Aunque no es el plan inicial, lo cierto es que Banderas no venderá el terreno que tanto quiere. Sus planes, según algunas fuentes con acceso al tema, involucran poner todo en regla y, entonces sí, iniciar la construcción de otro hogar. Aparentemente, ya solicitó una licencia de obra a las autoridades de Marbella, esto para marcar límites y evitar que, a largo plazo, se dé otra demolición.
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