En lo profesional, el actor atraviesa por una de sus mejores etapas.
2023 resultó ser un buen año para Andrew Scott, esto en gran medida por su protagónico en Todos somos extraños. Dicha película, dirigida por Andrew Haigh, no sólo es una de las mejor recibidas del año, también ha conmovido a muchos espectadores por su íntima y dolorosa historia. La actuación de Scott ha sido objeto de elogios en todo el mundo, y muchos críticos lo consideran un fuerte candidato en la actual temporada de premios. Sin embargo, no todo se encuentra bien en su vida personal. Ciertas declaraciones indican que pasa por un momento triste.
Durante una charla con Greta Lee (protagonista de Vidas pasadas) para la sección Actors on Actors, de Variety, el actor recibió ciertos elogios por parte de su colega. Ella mencionó que lo recordaba de varios personajes, e incluso bromeo con las interpretaciones de “sacerdote ardiente” que Scott brindó durante su paso por la serie Fleabag. Él señaló que sin duda es una responsabilidad y una carga que ha dejado “al descubierto”. Cuando Lee le cuestionó si ejercía la responsabilidad con frecuencia, él respondió un sonoro: “Actualmente, no tanto. Estoy en mi época triste”.
Aunque no profundizó en los detalles de su etapa difícil, el actor sí elogió Vidas pasadas. En ella, Lee protagoniza una historia de esos amores trágicos que nunca pudieron ser. También recordó que, cuando le era difícil conseguir personajes, su madre servía como apoyo emocional para no dejar su carrera atrás:
“Mi mamá, cuando no tenía audiciones, me decía: ´Tienes permitido un día para resoplar´. Puedes decirle a la persona que camina por la calle: ´¿Quieres saber que mi vida es peor que la tuya?´ Y después de eso, simplemente tienes que desempolvarte las manos.
En Todos somos extraños, Andrew Scott da vida a Adam, guionista reconocido. Una noche, Adam tiene un encuentro casual con un misterioso vecino. Este rompe el ritmo de su vida cotidiana y lo lleva a vivir una experiencia inusual. Adam se ve arrastrado a la casa de su infancia, donde descubre que sus padres, muertos hace años, viven y parecen tener la misma edad que cuando murieron.
La cinta ha sido aclamada por sus momentos emotivos y la química entre sus protagonistas (Andrew Scott y Paul Mescal). De acuerdo con el primero, el guion de la cinta se siente muy personal porque el director Andrew Haigh metió en él gran parte de sus sentimientos. Y eso provocó que los actores, incluido él, se sintieran muy identificados con la historia. La conexión emocional con la cinta es, quizá, parte de lo que tiene a Scott en su era triste.
“Quería dar tanto de mí como él lo había dado. Cuando lo leí (el guion), sentí mucho de mi propio dolor y mi propia vulnerabilidad. Se volvió una especie de matrimonio extraño. Vi Todos somos extraños la otra noche y, por primera vez, con una audiencia. Me sentí tan expuesto de verlo apropiadamente en un gran cine. No sólo nos hemos expuesto físicamente, pero me sentí como: ´Oh, por Dios, están viendo algo muy vulnerable en mí. Encuentro muy extraordinario que algo pueda ser concebido en la mente de alguien y después puedan tener el coraje de escribirlo. Luego se convierte algo que toca a la gente y la hace sentir mejor. Creo que es algo maravilloso para hacer con tu vida”.
Todos somos extraños llegará próximamente a las salas de Cinépolis. ¿Listo para conmoverte con ésta demoledora historia?
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