La historia más íntima de Miyazaki, tejida nostalgia y con las mágicas pinceladas de Studio Ghibli.
Si pensabas que El viento se levanta sería su última película, es de mi agrado informarles que hay Hayao Miyazaki para rato. Recién se estrenó El niño y la garza, y hay cinco buenas razones para ir a verla al cine.
Aunque tuvo que pasar una década para volver esas mágicas pinceladas —y pese a que una colombiana quiso colgarse por ahí del trending que se generó de Miyazaki y Studio Ghibli— su regreso es grato.
La última joya de este maestro de la animación, por películas como Mi vecino Totoro (1988) y El viaje de Chihiro (2001), ya ganó dos Globos de Oro. Y esconde tras de sí una historia personal y cautivadora. ¿Necesitas más razones para verla? Aquí te enlistamos cinco:
La película más íntima de Miyazaki.
Es la más íntima porque está inspirada en la novela de 1937 “¿Cómo vives?“, de Genzaburō Yoshino, el libro favorito de Miyazaki en su niñez que cuenta la historia de un personaje apodado Koperu, quien enfrenta el crecimiento espiritual, la pobreza y la experiencia humana. Después de la muerte de su padre, trata de encontrar significado en el mundo gracias a las enseñanzas que le dejó su tío a través de cartas.
En El niño y la garza, Mahito pierde a su madre durante la Guerra del Pacífico, luego llega a un nuevo hogar donde comenzará a rodearse de personas nuevas y donde conocerá a la nueva esposa de su padre. Entre toda esa incertidumbre de una vida distinta se encontrará con una garza que habla y que lo incitará a viajar a un mundo desconocido.
Y hay una frase de aquel libro del que se inspiró, devastadora por su profundidad reflexiva sobre la vida, que sirve para entender mejor por qué es la más íntima historia de Miyazaki:
“Cuando somos infantes, nuestro yo se vuelve parte central de nuestro pensamiento. Como cuando se creía que la Tierra era el centro del universo […]
Conforme crecemos, aprendemos a entender a la gente y las cosas desde una perspectiva más amplia: esto incluye lugares y sentimientos […] Pero aún entre adultos, la tendencia humana de pensar y formar juicios está muy enraizada en que el centro son ellos mismos.
Liberarse de de esta forma tan egocéntrica de ver la vida es poco común […] La mayoría de la gente que se resbala en esta forma egocéntrica de pensar, es incapaz de entender los hechos de la materia, y terminan viendo sólo lo que les conviene en sus circunstancias”.
Genzaburo, “¿Cómo vivir?”
A partir de ese referente, esta última película de Miyazaki está tejida con la nostalgia de su infancia y amistades. Verás, la relación entre Mahito y la Garza refleja un cambio que surgió tras la triste pérdida de un amigo y cofundador del Studio Ghibli. Para Miyazaki fue un golpe duro, por lo cual decidió cambiar la narrativa de la cinta.
A pesar de usar la obra literaria como punto de referencia, El niño y la garza presenta una historia nueva. Y por si queda alguna duda de que sí es la película más personal del director japonés, uno de los fundadores de Studio Ghibli y productor de la cinta, Toshio Suzuki, confirmó al medio IndieWire que es la producción más personal del director: “Estoy de acuerdo en que es la película más personal de Miyazaki porque él realmente me lo dijo”.
Un proyecto de largo aliento
Si te preguntas por qué Studio Ghibli es un referente en el mundo del cine animado, esta película lo deja claro. El niño y la garza fue desarrollada desde el 2016, es decir, es un trabajo al que le dedicaron siete años para su creación. Un proyecto que contó con 600 animadores y que producían un minuto de animación al mes aproximadamente.
La animación análoga, la participación crucial de mujeres, y las complejas relaciones con el entorno son elementos que hacen de Ghibli un gigante en la industria. Sus historias cautivan con un estilo visual único y temáticas maduras que conquistan corazones.
La desgarradora historia detrás de la pantalla
La producción de El niño y la garza, de Hayao Miyazaki, no sólo es un logro artístico, sino también un viaje emocional. Miyazaki, enfrentándose a problemas de visión y con la tristeza reciente por la muerte de un amigo, dedicó tiempo y esfuerzo para hacer esta película tan especial. Como lo mencionamos antes, la trama se transformó después del fallecimiento de un cofundador del estudio, de tal forma que mantuvo el final que tenía pensado, le quitó protagonismo al personaje del tío abuelo y centró la trama en la relación de Mahito y la Garza.
Para entonces, al director se le hacía muy difícil dibujar al personaje que representaba a su amigo, ya que el recuerdo lo abrumaba. Por ese motivo, Suzuki afirmó que el año siguiente a la muerte de Takahata, la producción a cargo del famoso director japonés demoró mucho más de lo debido. Cuando Miyazaki le entregó los primeros storyboards de la película, Suzuki se percató de que el tío abuelo prácticamente no aparecía. Le preguntó por qué y fue ahí cuando se dio cuenta de la nostalgia de su amigo.
Ghibli, la fábrica japonesa de fantasía
Studio Ghibli es un universo de fantasía. Con colores vibrantes y temas que van desde el paso a la adultez hasta la guerra y la ecología, su estilo es único. El niño y la garza representa el regreso triunfal de Miyazaki a la dirección, consolidando a Ghibli como el “Disney japonés”.
Fundado en 1985 por Miyazaki y sus amigos Takahata y Suzuki. Desde Nausicäa del Valle del Viento (1984), su primera película, la producción de largometrajes, cortos, videoclips y hasta videojuegos no cesó hasta 2014, cuando Miyazaki anunció su retiro. Un retiro que, por suerte, desestimó en 2017 para iniciar con El niño y la garza.
Miyazaki ha dirigido doce películas, de las cuales más de la mitad lo llevaron a los festivales más importantes del mundo y uno de ellos, El viaje de Chihiro, le dio el Oscar; a propósito, para esta edición 96 de los premios de la Academia ya tiene su nominación. ¿Quieres saber cuáles son las más nominadas?
La campaña publicitaria en secreto
El niño y la garza tuvo una campaña discreta y exclusiva para Japón. Desde que inició promoción ha mantenido la trama en secreto hasta el último momento, y esta estrategia ha generado expectativas que se ven más que cumplidas en taquilla.
Según nuestro analista Edgar Apanco, El niño y la garza dio tanto al estudio como al director su mayor debut en la historia en Estados Unidos y Canadá. Antes, el récord lo tenía Arrietty y el mundo de los diminutos (Hiromasa Yonebayashi, 2012) con $6.4 MDD.
De esta manera, El niño y la garza, de Hayao Miyazaki, fue el primer anime en la historia de taquilla que debuta en la cima en Estados Unidos.
Pero aquí en México y Latinoamérica también tuvo impacto en su promoción la red de mentiras de Geraldine Fernández, la ilustradora colombiana que aseguró ser parte de Studio Ghibli y haber trabajado en esta última cinta de Miyazaki. Aquél cuento terminó en que se descubrió que la chica mentía, y evidentemente, el director japonés ni siquiera sabe quién es ella.
Si ya viste El niño y la garza, ayúdanos a confirmar o agregar más razones para verla en los comentarios. Una obra maestra roba corazones y que no puedes dejar pasar del cine.
Descarga la app de Cinépolis y consulta la cartelera, horarios, estrenos, preventas y promociones que tenemos para ti.
