Luca Guadagnino ofrece una conclusión surrealista y trágica que encapsula los temas vitales de la película mientras da un giro hacia lo trascendental.
Queer de Luca Guadagnino es una de las mejores películas del año, pero también una de las más enigmáticas. Su narrativa dividida en episodios, así como su final onírico y atmosférico cargado de simbolismos, ha levantado muchas interrogantes. El desenlace proviene desde el texto origen, por lo que textos sobre el final explicado de Queer existen desde que apareció la novela de William S. Burroughs.
Mucha expectativa existe en torno al nuevo filme de Luca Guadagnino. La cinta, basada en la novela homónima de William S. Burroughs, narra la lucha del protagonista, William Lee (Daniel Craig), por encontrar conexión y redención en un mundo que ha transitado entre la soledad y el exceso.
En los minutos finales de la película, Guadagnino ofrece una conclusión que encapsulo dichos temas, mientras da un giro a lo trascendental. El final de Queer, al igual que toda la cinta, es una experiencia cargada de simbolismos.
¿El final explicado de Queer?
Luego de que William Lee fracasara en su misión de establecer una relación certera con Eugene Allerton (Drew Starkey), pasan los años y se entera que éste ya se encuentra con otra persona buscando la misma planta mística que Lee le presentó en primer lugar en las tierras de Sudamérica.
Entonces Guadagnino nos lleva por uno de los sueños del protagonista. Uno en donde Lee observa desde afuera el hotel a donde llevó a todas sus conquistas, con la facilidad con la que una persona se acerca observar una maqueta. Al interior se ve a sí mismo por los pasillos, caminando hacia la habitación habitual. Al entrar en ella encuentra a Allerton. El joven que representó durante el resto de su vida, su obsesión por establecer conexión humana.
Amarrado y con un vaso en la cabeza, Allerton evoca tanto la pérdida de la esposa de Burroughs, como el fracaso de su personaje en las relaciones. William Lee toma un arma y dispara. Aunque parece intentar acertar en el vaso, falla y mata a Allerton. Este acto simbólico no solo refleja una culpa que atormentó a Burroughs hasta su muerte, sino también la imposibilidad de su protagonista para formar vínculos significativos.
Cuando Lee se acerca a Allerton para consolarlo, éste desaparece. La ausencia repentina confirma que Allerton no era más que una proyección. Su presencia simboliza la incapacidad de Lee para dejar atrás los fantasmas de su pasado. Durante toda la película, el protagonista persigue una conexión imposible, reflejada en la relación frustrada con Allerton.
Este sueño representa el momento en que Lee finalmente enfrenta la verdad: Allerton nunca podrá darle lo que busca. Así que lo mata, terminando por completo con esa insatisfacción que aparentemente lo persiguió hasta sus últimos días.
El desenlace avanza con Lee, ya anciano, acostado en una cama. La oscuridad lo envuelve hasta que destellos de colores surgen y luego se apagan. Este cierre sugiere que Lee ha muerto, pero también que ha logrado trascender su ciclo de culpa y desesperación. Los destellos finales funcionan como una metáfora de liberación y del paso hacia otro plano. Indican que Lee, aunque no encontró conexión en vida, ha soltado el peso de su pasado y se dirige hacia otra realidad.
La historia de William S. Burroughs
Luca Guadagnino es fiel a la novela al adaptar dicho final. Uno que el autor escribió consciente de las reminiscencias a su propia biografía. Sin embargo, el cineasta aporta unas dosis extras de surrealismo al sueño. Como esa sección con un Lee viejo llegando al final de su vida.
En 1951, William S. Burroughs mató accidentalmente a su esposa, Joan Vollmer, durante un fatídico juego. La pareja vivía en Ciudad de México, donde buscaban escapar de los problemas legales de Burroughs en Estados Unidos.
Durante una noche de alcohol, Burroughs sugirió que Joan colocara un vaso sobre su cabeza para que él intentara dispararle con una pistola calibre .380. Aunque las circunstancias exactas siguen siendo inciertas, el disparo falló y la bala impactó en la frente de Joan, causándole la muerte.
Burroughs declaró que el disparo fue un accidente, pero el evento marcó un punto de inflexión en su vida y obra. Él mismo reconoció que esa tragedia fue lo que lo empujó a convertirse en escritor. En la película, el disparo fatal a Allerton refleja este trauma. Pero a diferencia de Burroughs, quien describió sentirse atrapado por su pasado, el Lee de Guadagnino parece encontrar paz al final.
El final de Queer, de Luca Guadagnino
La elección de cerrar la película con un sueño dentro de un sueño refuerza el carácter onírico y alegórico de Queer. La frontera entre lo real y lo imaginado se diluye, igual que en la novela. Sin embargo, Guadagnino amplifica el lirismo de esta ambigüedad. Los destellos en la oscuridad no solo simbolizan el fin de un ciclo, sino también una afirmación de que, aunque no encontró lo que buscaba, Lee deja atrás la carga que lo consumió.
El final de Queer trasciende su trama para convertirse en un reflejo de las emociones más universales: culpa, pérdida, obsesión y, finalmente, redención. Guadagnino traduce la complejidad de Burroughs al cine con un desenlace que combina lo íntimo y lo cósmico, lo que deja una huella que resuena mucho después de que la pantalla se apaga.
“Queríamos hacer una película romántica, un testamento de esa conexión entre Lee y Allerton, sin importar si estaban sincronizados o no durante su historia”, le explicó Guadagnino a EW. “Una vez que estableces una conexión profunda con alguien, esa conexión permanece para siempre”.
Por su parte, para Daniel Craig todo se trata de la conexión entre ambos personajes: “Todo se reduce al amor. Inventamos esto para la película, porque [Allerton] es lo único que realmente importó en su vida”.
Queer, de Luca Guadagnino, llegará a Sala de Arte Cinépolis a partir del 12 de diciembre de 2024.
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