Una historia muy cinematográfica narrada a través de bailarines reales es lo que ofrece En movimiento, una película de Cedric Klapisch.
En movimiento es la más reciente conmovedora película del director francés Cedric Klapisch, mejor conocido por dirigir Pot Luck y Call My Agent. Se trata de una de las cintas francesas más aclamadas del año pasado. Y finalmente podrás verla y enternecerte con ella a partir de este 1 de junio en nuestras salas.
Sigue la historia de una primera bailarina, Elise, interpretada por la deslumbrante Marion Barbeau, bailarina principal de la Ópera de París en la vida real. Elise tiene un accidente en el escenario y le dicen que es posible que no pueda volver a bailar.
Un encuentro con el coreógrafo Hofesh Shechter, que también se interpreta a sí mismo, y su compañía de danza contemporánea, le abrirá nuevos horizontes y caminos que la llevarán a un viaje artístico repleto de autodescubrimiento.
Mucho más allá de la audiencia de nicho interesada en la danza tradicional, la película es atractiva por los diversos matices y mensajes que lanza. La forma única de Klapisch de combinar escenas coreografiadas con la narración tradicional de películas, un elenco inspirador que incluye tanto comediantes como bailarines, y la estrecha colaboración con Shechter, juegan un papel importante en el éxito de de En movimiento.
“Es un deseo muy antiguo hacer una película sobre la danza”, le dijo Klapisch al portal Culture Whisper. “Descubrí el trabajo de Cedric hace muchos años”, agregó Shechter. “Realmente me encantó la simplicidad y el aspecto humano de sus películas”.
La mezcla de danza con actuación en En movimiento
Ambos artistas se conocieron por casualidad durante una actuación en París y descubrieron que tenían una fuerte química profesional. Eso se trasladó en escenas en donde la conexión entre la danza y la actuación es evidente, como cuando los bailarines del filme se reúnen junto al mar en una secuencia.
“Había un cierto nivel de celos por parte de Cedric del mundo de la danza, de cómo se hace la danza, la falta de palabras, el llegar a sentir las cosas y sentirlas a través del movimiento y la química”, dice Shechter. “Por mi lado, estaba fascinado por crear energía y emociones a través de la trama. Fue muy armonioso”.
La combinación de danza y actuación que se ve en En movimiento, se refleja en el elenco, que está inclinado hacia los bailarines. La más notable es Marion Barbeau, luminosa en su interpretación de Elise. Klapisch habla sobre esa hiperrealidad entre sus artistas:
“Cuando audicioné a los bailarines, me di cuenta de que podían actuar. Fue solo un clic en su mente para usar palabras, aunque no habían entrenado antes. Fue sorprendente lo buenos actores que eran. La emoción que puede crear la danza no es lo mismo que la emoción que pueden generar los actores”.
“Es como la música. La música te puede hacer llorar pero no sabes por qué lloras porque no es intelectual, no es por algo, es solo algo sensible que te pasa. Es lo mismo con la danza, es misteriosa. Y lo que realmente nos interesaba eran las combinaciones de las dos emociones”.
Esta película se hizo durante el confinamiento por la pandemia, cuando miles de artistas y bailarines a nivel mundial trabajaron vía online con montajes desde sus salas y comedores, utilizando Zoom. Por eso, el sentir a través de la pantalla sus emociones y talento desbordando en cada fotograma, es algo que debe ser apreciado en una gran sala de cine.