El cine de Lee Cronin, Julius Avery y más directores de terror son explorados desde la mirada de José Roberto Landaverde.
Aprovechando el fin de este año. Nuestro colaborador, José Roberto Landaverde, inaugura su columna “Nadie te oye gritar”. Con un recuento de los estrenos de terror más remarcables y que convirtieron su año en un 2023 poseído.
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Hace poco, alguien me preguntó cuál era la primera película de horror que había visto. En ese momento, no supe qué responder, pero mi mente se aferró a la pregunta en los días posteriores. Después de un mes y medio de hacer memoria, la respuesta llegó. Supe por primera vez lo que se podía hacer con el género cuando, de forma involuntaria, vi un fragmento de Constantine (Francis Lawrence, 2005) en una reunión de recalentado tras haber celebrado la llegada de un nuevo año ―eso sí, no recuerdo cuál―. Lo único que podía pensar era: “No quiero volver a ver algo así nunca más”. Constantine tiene una duración de dos horas. Aguanté escasos diez minutos viéndola.
Todo esto viene al caso porque, hoy, el horror es el género que más aprecio. También es pertinente rescatar la anécdota porque, cuando recibí la misión de elegir un tema para esta primera columna, pensé que lo adecuado sería enfocarla en un fenómeno que percibí durante mis múltiples noches frente a la pantalla grande en este 2023 poseído, que está a punto de terminar. Los proyectos con temáticas de posesiones y exorcismos estuvieron, en mi opinión, más vigentes que nunca. ¿Quién lo diría? Antes aborrecía el tema y ahora aplaudo a varios de sus exponentes por su ambición. Las vueltas que da la vida. Disfruté mucho con cuatro de las propuestas que abarrotaron las carteleras de todo el país. Siento que merecían más atención.
La posesión como antídoto al aburrimiento
Si mi memoria no me falla, la película con la que inicié mi año de horror fue Evil Dead: El despertar (Lee Cronin). Había visto la original de Sam Raimi, claro, pero no las secuelas ni el remake. Fue hasta que me percaté de la buena reacción de boca en boca que estaba generando esta “recuela”, que decidí darle una oportunidad.
Me sorprendí gratamente por la impecable interpretación de Alyssa Sutherland como Ellie. Una madre soltera que cuida de sus hijos cuando, de pronto, es poseída por una fuerza maligna gracias a un tropiezo de su hijo con el Naturom Demonto ―o “libro de los muertos”―. El resto de las piezas del filme también son dignas de destacar. Cronin replica con mucha originalidad los elementos lúdicos que van de la mano con el cine de Raimi. Todo es escalofriante, pero el realizador se encarga de hacernos liberar la tensión con un interesante uso del lenguaje cinematográfico. Con movimientos impredecibles, paneos frenéticos y planos secuencia imposibles.
Y, por si esto fuera poco, el retorcido ―y rojo― final coquetea con el slasher. Es un viaje alucinante.
Una fórmula diferente en el cine de terror
A los pocos meses de visitar el universo de Evil Dead, me topé con El exorcista del Papa (Julius Avery). Con este filme sucede algo extraño, en el sentido de que sigue una fórmula ampliamente conocida, pero sale avante en su objetivo de entretenernos. Esto por el tratamiento que se le da a la historia y por su genial protagonista.
Básicamente, nos cuenta dos historias: la de una conspiración en la iglesia católica para ocultar casos fallidos de exorcismo. Y la de un niño que ha sido poseído inexplicablemente en una abadía en España. Al centro de todo se encuentra el Padre Gabriel Amorth, exorcista personal del Papa ―como el título lo indica―. El sacerdote sí existió y aquí es interpretado deliciosamente por Russell Crowe, quien se divierte al máximo dando su versión de un hombre que utiliza el humor para hacerle frente al mal. Razón de que, por un largo rato, vemos al actor haciendo chistes en los momentos con más suspenso, todo con un pesado acento italiano. No me pregunten por qué, pero funciona.
Como cereza en el pastel está la visión de Julius Avery (responsable de la maravillosa Operación Overlord, de 2018). Toma todos los tropos del horror y los reconfigura, hiperbolizando el aspecto sobrenatural para llevar la idea a niveles de blockbuster explosivo. A esto hay que agregar que ya hay una secuela confirmada, que partirá de la promesa de convertir a Amorth en una suerte de detective trotamundos que desenterrará más casos impíos. Ah, ¡y el actor que le da vida al Papa es el mismísimo Franco Nero! ¿Necesito decir más?
La oscuridad es implacable en este 2023 poseído
Daremos un salto hasta el último cuarto de 2023, cuando llegó a las salas El exorcista: Creyentes (Dir. David Gordon Green). Cronológicamente, no fue la siguiente película de posesiones que vi, pero las reglas son para romperse, ¿o no? Sobre este proyecto, tengo que decir: me pareció excepcional. Sobre todo por los giros frescos que le da a lo planteado por William Friedkin en 1973.
Por supuesto que esta continuación no alcanza la perfección del clásico, pero, en realidad, ni siquiera lo intenta. Aunado a esto, aborda los sustos desde una perspectiva mucho más intensa, necesaria para crear un balance con los proyectos mencionados arriba.
El director, David Gordon Green, sigue su propio camino narrando los eventos que surgen alrededor de la desaparición de dos adolescentes: Angela y Katherine (interpretadas con mucha presencia y energía por las debutantes Lidya Jewett y Olivia O’Neill). El demonio ataca de la misma forma en que atacó a Regan MacNeill. Esta vez, gracias a una atinada decisión del guion, escrito por Gordon Green junto a Peter Sattler, se habla de cómo a la maldad se le puede hacer frente si se trabaja en comunidad. Un concepto que el realizador ya había explorado en Halloween Kills (2021), pero aquí lo refuerza incorporando una estimulante escena con un exorcismo ecuménico. Hay dos elementos que destacan por encima de todo esto: su espeluznante atmósfera que no da descanso al público y, como no podía ser de otra forma, el regreso triunfal de Ellen Burstyn como Chris MacNeill.
El plato fuerte del año
Dicen por ahí que siempre se tiene que dejar lo mejor para el final. Así que llegó el momento de hablar del plato fuerte de este 2023 poseído: una cinta que dejó huella imborrable en el legado del cine de horror desde su estreno. Se trata de Háblame (Michael y Danny Phillipou). Donde conocemos a Mía (Sophie Wilde en una actuación hipnotizante), adolescente que acude a una fiesta en la que conocerá el nuevo reto viral de moda: sostener una misteriosa mano embalsamada durante menos de 90 segundos y decir las palabras “Háblame” y “Te dejo entrar” para que un espíritu entre en el cuerpo de los jóvenes y les permita tener contacto con el más allá.
La premisa es simple, pero su efectividad radica en la forma adrenalínica en que sus directores nos cuentan todo. Los Phillipou también son youtubers, conocidos en la web como RackaRacka, y decidieron hacer su debut en largometraje incorporando el mismo estilo de sus videos. Es decir, llevando la ansiedad al límite con cortes directos, atmósferas ominosas y efectos prácticos que hacen parecer a la cinta un conjunto de muchísimo presupuesto. Cuando en realidad, costó $4.5 millones de dólares.
No es muy común que, al ver una película, sientas que todo lo que está en la pantalla se quiere meter bajo tu piel, pero aquí sucede todo el tiempo. El resultado es tan agotador como vigorizante. Pero eso no es todo. También estamos ante un comentario incisivo sobre las consecuencias de las adicciones en la era de la inmediatez y las redes sociales. Gran experiencia.
Una conclusión de este 2023 poseído
En retrospectiva, me alegro de haberme expuesto algunos años atrás a 10 minutos de Keanu Reeves combatiendo demonios. Ese episodio, sin darme cuenta, me preparó para mi “2023 poseído”.
Espero las sorpresas del próximo año.
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