La película pinta para tener un tour de prensa lleno de polémica.
Desde que se anunció su realización, Megalópolis, la nueva película de Francis Ford Coppola, ha estado rodeada de caos. Primero, ningún estudio quiso invertir en la cinta, y por ello, el director tuvo que vender parte de sus viñedos para financiar los $120 millones de dólares que costó hacerla. Luego se supo que, una vez terminada, la cinta resultó extraña para los grandes estudios, y por ello nadie ha querido distribuirla. Ahora, previo a su estreno en Cannes, la cinta enfrenta su más grande reto hasta la fecha: una dura polémica por todo el desastre que su prestigiado director creó en las filmaciones.
De acuerdo con The Guardian, el proyecto – que tardó más de 40 años en por fin realizarse – enfrentó cientos de reescrituras a lo largo de las décadas. Considerando el avance social y tecnológico para hacer cine, esto no es una sorpresa, pero fue durante el rodaje que todo se vino abajo:
“Fue similar a ver cómo se desarrolla el choque de un tren día tras día, semana tras semana, y saber que todos los presentes habían hecho todo lo posible para ayudar a evitar este choque”, mencionó un miembro del crew.
Megalópolis gira en torno a un arquitecto idealista que intenta construir una ciudad utópica sobre las ruinas de Nueva York, en contra de los deseos del alcalde, y con la hija socialité del alcalde atrapada justo en medio de ambos. Aunque los primeros vistazos a la cinta lucen visualmente impactantes, todo indica que lo verdaderamente en ruinas fue el desarrollo de la cinta.
“Él y Shia LaBeouf tuvieron una maravillosa relación combativa, que fue muy productiva. Shia tenía muchas preguntas y, a veces, Francis s se estresaba por muchas otras cosas y respondía de cierta manera. También había mucho humor involucrado, por lo que fue muy entretenido. Pero a veces, Francis decía: ´Uf, no puedo lidiar con esto´”, dijo Mike Figgis, director británico y amigo de Coppola.
Al parecer, uno de los puntos más complejos en el rodaje fue el interés del cineasta por hacer una película con técnicas “de la vieja escuela”. Coppola quería espontaneidad en sus actores y “encontrar la magia en el momento”. Para ello puso a los actores frente a escenarios virtuales, proyectados en una pared gigante de pantallas LED.
“Creo que Coppola aún vive en ese mundo donde, como autor, eres el único que sabe lo que está pasando, y todos los demás están ahí sólo para hacer lo que él pide”.
Su poca experiencia con las nuevas técnicas para crear efectos visuales ocasionó un tremendo descontrol en el rodaje.
“Teníamos estos hermosos diseños que seguían evolucionando, pero nunca nos centramos en uno. Y cada vez que teníamos una nueva junta, había una nueva idea”, dijo un artista de la rama.
Por otro lado, Coppola tampoco tenía claras sus ideas alrededor de filmar las grandes secuencias que se necesitaban. Aun cuando tenían locaciones prestadas por cierto tiempo, o los retrasos encarecían la producción, el director no estaba presente en el rodaje. Se encerraba en su camper y no daba instrucciones o ideas sobre cuál era el plan de trabajo para ese día.
“A menudo aparecía por las mañanas antes de estas grandes secuencias y, como no se había puesto en marcha ningún plan, y como no permitía que sus colaboradores pusieran en marcha un plan, usualmente se sentaba en su tráiler durante horas y horas. No hablaba con nadie, fumaba marihuana a menudo… Y pasaban horas y horas sin que se filmara nada.
Cuando Adam Driver llegó a la filmación, la primera escena involucraba que su personaje se fusionara con algún material futurista. En vez de usar técnicas digitales que habrían ahorrado tiempo y dinero, Coppola quiso usar proyectores y espejos para conseguir la escena. Pero la filmación duró 6 horas, tiempo que el equipo sufrió por lo complicado e innecesario que resultó. En diciembre de 2022, la gran mayoría de artistas relacionados con los efectos visuales salieron de la película. Algunos renunciaron, y otros fueron despedidos. “Él no quería hacer una película de Marvel, pero al final del día, es lo que terminó haciendo”.
Pero la acusación más grave, y que podría afectar la reputación de la cinta, es la que señala un pésimo comportamiento de Francis Ford Coppola con las mujeres del rodaje. Supuestamente, obligaba a algunas para que se sentaran en su regazo. Y durante una escena en un club nocturno, entró al set e intentó besar a algunas de las extras que estaban con poca opa. Afirmó que “trataba de ponerlas en ambiente”.
Por ahora, Megalópolis se prepara para estrenar durante el Festival de Cine de Cannes 2024. La intención es conseguir un estudio que se encargue de distribuir la cinta ante la mala respuesta de los grandes estudios en una primera función. Será interesante conocer las primeras reacciones a la proyección, pues si estas resultan negativas, entonces la actual polémica será sólo el inicio de una gigantesca bola de nieve.
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