Resistencia, la esperada épica de ciencia ficción de Gareth Edwards, llega a las salas de Cinépolis. Te damos más razones para verla.
Este 28 de septiembre llega a los cines Resistencia, una nueva película de acción escrita y dirigida por el realizador Gareth Edwards. Este filme del director de Rogue One: Una historia de Star Wars, sigue a Joshua (John David Washington), un endurecido ex agente de las fuerzas especiales.
Nuestro protagonista es reclutado para cazar y matar a “El Creador”, el arquitecto de la Inteligencia Artificial (IA) avanzada que desarrolló un arma misteriosa. Una arma con el poder de poner fin a la guerra y a la humanidad.
Resistencia transcurre en un mundo futurista impactante, creado con la singular habilidad de Gareth Edwards para dar vida a entornos únicos. Apostando a un plan de rodaje y postproducción que desafió los procesos habituales de la industria del cine, el realizador abre las puertas de un universo tan épico como intimista. Así que si las razones que ya te dimos para que la veas no son suficientes, aquí van otras tres:
Resistencia: La película más ambiciosa de Gareth Edwards
Tras dejar su impronta en superproducciones como Godzilla y Rogue One: Una historia de Star Wars, Edwards quiso que la siguiente historia que llevara al cine fuera relevante tanto por su idea como por la forma en que cobraría vida. Esta era, según él, la manera de convencer a un estudio de que era posible hacer una película épica de acción, sin grandes presupuestos. ¿Su estrategia? Aplicar una “ingeniería inversa” en el rodaje.
“Normalmente en una película de un gran estudio, uno primero se sienta con los artistas y diseña todo ese mundo. Luego se da cuenta de que no es posible hallar esas locaciones, así que debe construir sets gigantes en un estudio y rodar todo delante de una pantalla verde”.
“Yo no quería hacer eso, así que lo hicimos al revés. Queríamos rodar en países verdaderos, en locaciones verdaderas, con personas reales. Luego, una vez terminada la edición de la película, yo me sentaría con los diseñadores a pintar sobre las tomas para crear el mundo de ciencia ficción arriba”.
Tras una prueba preliminar, la propuesta del realizador demostró ser viable y el estudio aprobó el método para avanzar con la filmación. Edwards reunió al equipo de sus sueños, que incluyó a los directores de fotografía Greig Fraser (ganador de un Óscar por Duna) y Oren Soffer (Action Royale).
También sumó al diseñador de producción James Clyne (Avatar), y se embarcaron así en el proceso de rodaje. Viajaron más de 6,000 kilómetros para rodar en 80 locaciones en ocho países diferentes, incluyendo Tailandia, Vietnam, Camboya, Nepal, Japón e Indonesia.
En cada lugar, incorporaron talento local delante y detrás de cámara. Y se valieron de la riqueza visual de los distintos destinos para lograr imágenes auténticas, realistas y culturalmente relevantes.
Cámaras revolucionarias y un equipo flexible
La singularidad del proceso creativo de Gareth Edwards para dar vida al mundo de Resistencia también se evidenció en el sistema de cámaras que se empleó en el rodaje. Uniendo fuerzas con Fraser, el realizador desarrolló un revolucionario sistema de cámaras ligeras con múltiples configuraciones.
Lo anterior permitió a Edwards rodar desplazándose y aun así lograr una imagen de alta resolución. El método también hizo que los roles en el set no se clavaran a campos limitados. Los técnicos del departamento de cámara, por ejemplo, también podían desempeñar funciones de iluminación. Así lo explicó Edwards:
“Usamos una cámara cinematográfica increíblemente ligera, que es tan sensible a la luz que puedes rodar de noche solo con la luz de la luna. Esto implicó que no necesitáramos las enormes luces habituales que uno suele ver en los sets de filmación y que el ayudante de iluminación pudiera sostenerla con un brazo”.
“Así, según se movían los actores, podíamos inmediatamente adaptar la iluminación, sin perder horas al día moviendo equipos enormes”.
Completando la historia con la magia de ILM
Luego del rodaje, al momento de pasar a las computadoras para completar los mundos de Resistencia, Edwards trabajó estrechamente con el equipo de Industrial Light & Magic (ILM). Sí, nos referimos a la reconocida compañía de efectos visuales creada por George Lucas. Edwards profundizó en un comunicado:
“En ILM se la jugaron para ayudar al realismo de la película, permitiéndonos filmar a los actores sin trajes de captura de movimiento. Siento que este enfoque naturalista dio sus frutos en los efectos finales. También se valieron de la vanguardista tecnología StageCraft, basada en pantallas LED”.
Esta herramienta hizo posible crear algunas locaciones imposibles de hallar en la realidad. Así, el diseñador de producción James Clyne volcó su extensa experiencia en efectos visuales, adquirida en Avatar, para completar los entornos asombrosos de Resistencia.
Edwards asegura, además, que también fue posible hacer la película de sus sueños gracias a los aportes invaluables de otros “maestros”. Entre ellos, destaca el trabajo de los supervisores de edición de sonido y los diseñadores de sonido Erik Aadahl e Ethan Van Der Ryn. Señala, a su vez, el brillante trabajo del editor Hank Corwin, y del compositor Hank Zimmer. Con este dream team, Edwards logró hacer cine de otra manera.
“Estamos viviendo un momento en el cual las herramientas disponibles a los cineastas se van desarrollando a un ritmo impresionante. Y quizás finalmente este sea el momento en que llegue a democratizarse la producción cinematográfica. Y que la idea de que cualquier persona pueda hacer una película desde la habitación de su casa finalmente se haga realidad”.
