El director Chris Columbus revela lo que aprendió de trabajar con la estrella infantil.
Hace varias décadas, cuando Mi pobre angelito llegó a los cines, Macaulay Culkin se convirtió en una de las estrellas infantiles más populares del momento. En pantalla era sinónimo de encanto y talento, pero en su vida privada hubo múltiples problemas familiares que lo alejaron de las pantallas y arruinaron su crecimiento como un adolescente “normal”. Debido a la complejidad de su dinámica familiar, Macaulay Culkin terminó por influenciar el casting de Harry Potter. Así lo reveló el director Chris Columbus, quien dirigió Mi pobre angelito, y también la primera entrega del mundo mágico creado por J.K. Rowling.
Para apoyar el documental de Demi Lovato, Columbus sostuvo una conversación con la actriz y cantante. Ahí habló de cómo se vive el trabajar con actores infantiles, y de los riesgos que esto conlleva. En más de una ocasión, Macaulay ha revelado que su padre era un hombre brutalmente agresivo, y que los abusos hacia su familia eran un terrible contraste para el éxito que, al mismo tiempo, experimentaba con Mi pobre angelito. Columbus no sabía del tema, pero vaya que aprendió de él.
“Pasamos de filmar Mi pobre angelito, donde a nadie le importaba, pero en el transcurso de un año, Macaulay Culkin se convirtió en una gran estrella, y eso fue inesperado”, dijo Columbus. “No es como Harry Potter, donde sabes que podría tener un éxito extraordinario… Vengo de una familia de clase trabajadora, y lo he visto un par de veces con niños cuando ves a alguien que viene de una familia de clase trabajadora y de repente se ve obligado a hacerlo: el niño se convierte en el sostén de la familia”.
Años después, cuando llegó la hora de hacer Harry Potter, Columbus ya sabía lo que había pasado con Macaulay Culkin. Y como Harry Potter venía precedida por un fenómeno mundial, había muchas medidas por tomar. Todo el mundo estaría pendiente de los niños elegidos como protagonistas, y nadie quería que, gracias a la fama, ellos vivieran algo similar a lo ocurrido con Culkin.
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“Tuve que ponerme las anteojeras porque eso era todo lo que escuchaba en todas partes. Vas a la calle, vas a un pub, vas a cualquier parte y la gente dice: ‘¿A quién vas a elegir? ¿Quién será Harry Potter, quién será Harry Potter?’. Tomas esa información y se la llevas al actor y a sus padres: ‘Esto se va a poner bastante intenso’”.
Cuando Daniel Radcliffe, Emma Watson y Rupert Grint se convirtieron en los elegidos, Chris Columbus ya les había dejado en claro todo lo que venía en los próximos años. Desde un principio firmaron contratos para múltiples películas. Esto significó que su vida privada estaría al acecho de los medios y millones de fans en todo el mundo.
“Así será el resto de tu vida como estrella infantil. Ese será tu legado y tienes que aprender a vivir con eso. De repente, me di cuenta de que los padres tenían que ser una gran parte de esto. No puedo permitir que [un actor] regrese a casa en un ambiente realmente inestable por el bien de una película. No vale la pena. Era tan importante elegir a los padres como a los niños”, concluyó.
A diferencia de lo ocurrido con Macaulay Culkin, los niños de Harry Potter tuvieron un crecimiento mucho más estable. Afortunadamente, el protagonista de Mi pobre angelito logró encontrar paz con el paso de los años. No perdonó del todo a su progenitor, pero ahora que es padre ha puesto en práctica todo aquello que a él le hubiera gustado en la infancia.
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