Luca Guadagnino no tiene ningún problema con las secuelas que vienen décadas después de sus predecesores originales. El aclamado director de películas como Bones and All y Call Me By Your Name habló sobre el éxito de Top Gun: Maverick más de 35 años después de la primera película dirigida por Tony Scott.
“‘Top Gun: Maverick’, que es una película que comercia muy profundamente con la nostalgia y la repetición, con la novedad de suceder 25 años después”, dijo Guadagnino a Deadline. Para él, la idea de que una película como la de Tom Cruise llegue un cuarto de siglo después de su historia original le parece “una forma muy inteligente y reflexiva de hacer negocios” ya que logró capitalizar con la nostalgia y entregar algo completamente nuevo al mismo tiempo.
El cineasta continuó explicando que las innovaciones son parte inherente del capitalismo, y para que siga fluyendo y sigan habiendo verdaderas innovaciones, se debe apostar por la creación de “prototipos” que busquen expandir los horizontes de lo que ya existe, ya que lo demás es una simple repetición de ideas.
“Tienes que hacer prototipos porque tienes que recrear una y otra vez la posibilidad de emoción de una audiencia con algo verdaderamente nuevo […] Una idea inteligente del capital viene con la noción de prototipo; viene con la idea de encontrar un nuevo territorio para expandirse aún más”.
El director aclaró que el “negocio” del cine se basa en remodelar ciertas cualidades consistentes de una manera adecuada, pero que todavía debe haber un componente humano en la ecuación, ya que en el cine uno debe estar preparado para las sorpresas.: “La reiteración de algo que se ha grabado en piedra y se ha repetido y repetido una y otra vez es una mala práctica porque es contaminación”, añadió.
Mientras filmaba “Bones and All“, una historia de amor caníbal ambientada en los años 80, Guadagnino buscó lugares en el medio oeste de Estados Unidos y “vio un país que estaba colgando tan desesperadamente de un conjunto de valores visualmente que se reflejaba en las imágenes de los años 80”, por lo que le parece que en estos momentos el país está sumergido en una especie de limbo, en donde intenta innovar y progresar con sus ideas y tecnología, pero se aferra a la nostalgia de un tiempo que ya pasó.
“Así que, en cierto modo, aunque llegó Internet y todo cambió, sigo creyendo que Estados Unidos se está bañando en una forma nostálgica de sí mismo que lo convierte en el país más progresista y también el país más congelado”, concluyó Guadagnino. “Así es como vi los años 80 de alguna manera”.
