Es momento de repasar lo mejor de la filmografía del cineasta mexicano y ganador del Óscar Guillermo del Toro.
¿Cómo sintetizar lo mejor de un hombre, un mago y un extraordinario contador de historias en diez puntos? Es una tarea difícil, pues Guillermo del Toro es un hombre excepcional. Con doce películas en su filmografía ha dicho más de lo que muchos directores han podido decir con el doble de producciones. Pocas veces (y quizá nunca antes) se habían transportado cuentos a la gran pantalla de la manera en la que lo hace Guillermo y eso es porque son historias pulidas hasta el último detalle con perfeccionismo, sensibilidad y, sobre todo, con un amor incondicional. Quizá estos no sean todos los logros de Guillermo del Toro, no es nada más que un vistazo a una mente como ninguna otra.
La invención de Cronos
Pocos directores pueden ver atrás y sentirse satisfechos con su ópera prima, de hecho, muchos se podrían avergonzar. No es el caso con Cronos el primer largometraje de del Toro. Trajo una nueva esencia al cine mexicano, algo que no se había visto, contado de una manera atrevida y totalmente genuina.
Hace algunos años los vampiros se pusieron de moda de nuevo y fue un buen tiempo para revisitar Cronos, la cual le da un giro al vampirismo al mezclarlo con la alquimia haciéndolo sentir fresco de nuevo. Es curioso que no hay mención alguna de la palabra “vampiro” en la película.
Esto fue sólo el inicio, lo que catapultó la carrera de un hombre que apenas estaba comenzando a asombrarnos.
El espinazo del Diablo
Ésta es la reivindicación de del Toro, después de pasar por una mala fase con Mimic en la cual se sabe que los estudios arruinaron su visión de la película e incluso añadieron secuencias filmadas por otro director.
Del Toro daba por sentado que su carrera había sido arruinada. Pedro Almodóvar llegó a su salvación al mostrar interés por producir su siguiente película, para la cual Guillermo ya tenía un borrador del guión desde temprana edad, a inicios de sus veinte.
Para Guillermo, ésta es su película favorita de su propia filmografía junto con El laberinto del fauno y, de hecho, las considera películas hermanas. Con El espinazo del Diablo se coloca a sí mismo como un director-escritor genuino y se prometió no volver a sacrificar su arte bajo ningún costo.
Blade II
“Ésta no es Blade II la película de Guillermo del Toro, es Blade II la película que patea traseros” comenta del Toro en el making of de Blade II. Una película, adaptación de una serie de cómics de Marvel, que en un principio no atrajo a del Toro completamente pero que era necesaria para poder realizar el proyecto de sus sueños: Hellboy. El resultado es una película de acción muy divertida, con el sello creativo de Guillermo.
Si uno entra a esta película buscando algo como El laberinto del fauno, quizá no encuentre lo que busca por completo pero si entra esperando nada más que divertirse, saldrá satisfecho.
Y la verdad es que tiene unas secuencias memorables y eso es porque Guillermo sabe dirigir acción correctamente sin mover la cámara demasiado y permitiendo que el movimiento suceda dentro del cuadro dando su lugar a los actores y stunts como Luke Goss, con quien trabajaría de nuevo en Hellboy II: El ejército dorado, esta vez interpretando al príncipe Nuada.
La serie de Hellboy
Es un verdadero deleite poder ver a un director realizado con su proyecto y esto se ve y respira con facilidad en Hellboy. Es una historia que iba a costar trabajo financiar pues podría parecer que no agradaría al público en general más que a los freaks pues la película esta llena de ellos, pero resultó tener un buen aprecio por parte del público; un antihéroe como Hellboy encontró su lugar en las mentes y en los corazones de los espectadores.
Igualmente se aplaude el logro que resultó el llevar los cómics de Mike Mignola a la gran pantalla siendo fieles tanto en la historia como en el aspecto visual, añadiendo como siempre el sello sentimental de del Toro, dando importancia y desarrollando las relaciones entre personajes como el “padre” de Hellboy, el Dr. Broom, quien no tenía más que unas cuantas páginas en el cómic original.
Con Hellboy II: El ejército dorado se puede ver el mismo entusiasmo y la misma fascinación pero con nuevos elementos. Del Toro venía del éxito de El laberinto del fauno, y mientras realizaba ésta misma, ya estaba tomando las riendas de Hellboy II, haciendo notas constantemente y mandando borradores. Hay una escena en particular que vale la pena resaltar: la visita al Mercado de Trolls.
Ésta fue la oportunidad perfecta para que del Toro explotara su imaginación y creatividad al poner cualquier criatura que él viera conveniente en el mercado. Las hadas de El laberinto del fauno y criaturas que parecen salidas de los libros de H.P. Lovecraft son sólo algunas de las muchas que habitan en ese lugar. Es una escena que podemos revisitar cuantas veces sea y nunca será igual, como en todas las películas de Guillermo, siempre habrá algo nuevo que ver y algo oculto por descubrir.
El laberinto del fauno
Ésta película se asemeja a muchas cosas, pero nada realmente se asemeja a ella. Tiene elementos de cuentos de hadas salpicados por todas partes y logra consolidarse como uno de los mejores cuentos jamás relatados.
Es bien sabido que del Toro perdió más o menos 20 kilos al filmarla y que resultó más un triunfo artístico que un triunfo económico. Ésta película es Guillermo poniendo su arte frente a todo, superando todas las expectativas y entregándose a sí mismo completamente.
El laberinto del fauno es de ésas películas que nunca acabaremos de ver, siempre parece ofrecer algo nuevo, visible sólo para quien sepa por donde mirar.
Titanes del Pacífico
Quisiera poder borrar de mi memoria esta película sólo para poder verla por primera vez y asombrarme de nuevo. Al describir que la película trata sobre “robots gigantes (jaegers) peleando contra monstruos (kaiju) gigantes” probablemente suene poco atractiva o muy parecida a algunas otras películas de acción sin sentido que han salido recientemente. Titanes del Pacífico es diferente, tiene cerebro y corazón, lo que le falta a muchas películas del género hoy en día.
Del Toro expresó su necesidad de crear una buena película de acción pero que también fuera bella de ver y, sin duda alguna, lo logró. Es refrescante, divertida y sobre todo asombrosa. Es tan grande como los jaegers y tan brutal como los kaiju.
El libro de la vida
Quizá no se haya llevado una nominación a Mejor película animada, pero lo cierto es que se mantiene como una de las favoritas del público, en especial del público mexicano pues la película básicamente es la cultura mexicana abriendo sus páginas al mundo para quien sea que esté interesado pueda descubrir su magia tan particular.
Bajo la dirección de Jorge R. Gutiérrez, la producción de Guillermo del Toro y las voces de Diego Luna, Ron Perlman, Zoe Saldana, Channing Tatum y Danny Trejo, El libro de la vida se consolida como uno de los proyectos animados más originales que han asombrado al público en años recientes.
Llena de canciones conocidas como Creep de Radiohead y Can’t Help Falling in Love de Elvis Presley pero con todo el estilo mariachi recreado por el genio musical del argentino Gustavo Santaolalla, es una historia que los adultos van a disfrutar y un cuento que los niños no van a olvidar.
Las colaboraciones con Doug Jones y Ron Perlman
Ver el nombre de Doug Jones en los créditos de una película de del Toro asegura una cosa: criaturas fascinantes. Doug Jones es el genio detrás de la máscara, el que ha dado vida a algunas de las criaturas más remarcables en el cine. Es el Fauno y el Hombre Pálido en El laberinto del fauno (él da la actuación del fauno, la voz es la de Pablo Adán, mismo que narra la película) Abe Sapien y el Ángel de la Muerte en la serie de Hellboy, en resumen, es a quien debemos agradecer por transportar a múltiples personajes a la pantalla pero quien normalmente pasa desapercibido.
En sus palabras: “Llevo 20 años actuando y he estado fuera del radar”. Del Toro y Jones hacen un par inigualable que repiten en La cumbre escarlata, en la cual también está acreditado Javier Botet, actor español similar a Doug Jones (fue la Niña Medeiros en REC, y Mamá en Mamá) lo cual nos asegura un par de pesadillas.
Con Ron Perlman la historia va más atrás, cuando se filmó Cronos. Perlman consideraba que lo que lo había inspirado a ser actor en un principio se había esfumado y fue Guillermo del Toro quien lo puso en el camino de nuevo.
Pareciera como si del Toro supiera desde un principio que ese hombre tan grande sería perfecto para interpretar a Hellboy en un futuro y lo hizo a la perfección. Desde entonces son grandes amigos y, aparentemente, trabajan juntos cada vez que pueden.
Las colaboraciones con Javier Navarrete
Javier Navarrete es un compositor español quien ha colaborado con del Toro en sus dos películas hermanas: El espinazo del Diablo y El laberinto del fauno. En ambas da un toque magistral a la narrativa y la textura.
En momentos realmente horripilante, en momentos lleno de emoción, sus scores nos transportan inmediatamente al mundo de Guillermo y recrean ante nosotros a todas sus fantásticas criaturas, capturando toda su magia o todo su horror. Se recomienda en especial escuchar las piezas tituladas “A Tale“ y “A Princess“.
Su amor por la magia
“Hay que creer en la magia para poder verla” dijo alguna vez del Toro y parece que esa es la constante que ha estado presente en todas sus películas. La razón por la cual sus películas son tan genuinas y únicas y por lo que sus fans no lo abandonan es porque todo lo que hace lo hace con una total devoción, con amor y siempre con fascinación.
Es un artista que no se deja, no permite que lo opriman y siempre saca su voz adelante, y eso es mucho más de lo que muchos han logrado. Ya lo dijo John Hurt una vez: Guillermo del Toro es un hombre muy grande, pero eso es porque sólo en alguien tan grande, cabría un corazón como el suyo.
Su serie de libros The Strain la inicia con una peculiar dedicatoria: a todos mis monstruos, que nunca me abandonen. Eso pensamos de él quienes apreciamos su arte, ojalá nunca nos deje.