John Goodman habló de su experiencia trabajando con una de las parejas más importantes del cine actual: los hermanos Coen.
John Goodman está en plena promoción de su serie de HBO, The Rigtheous Gemstones y aprovechó los micrófonos para hablar de su trabajo con los hermanos Coen. El actor recuerda con cariño el período en el que trabajó en varias películas de los reconocidos cineastas.
“Solía pasar el rato en el set en mis días libres solo porque me gustaba estar allí. Me hacían reír”, dice. Cuando le preguntaron por qué cree que los hermanos lo seguían eligiendo para protagonizar sus filmes, dice que tal vez compartían “una sensibilidad del Medio Oeste”.
Reflexionando sobre lo que distingue a los hermanos Coen de otros directores, dijo:
“Tocan una nota más personal para mí. Simplemente su escritura es superior y su sentido del humor y su visión. Y tal vez sea el hecho de que somos inmigrantes del Medio Oeste en Nueva York. Quizás tenga algo que ver con eso. Pero congenié con ellos tan pronto como los conocí. Nos divertimos muchísimo en mi audición para ‘aising Arizona. Sí, siento que se me agotaron las oportunidades con los hermanos Coen porque hace mucho que no los veo ni trabajo con ellos”.
Goodman trabajó por primera vez con los hermanos Coen en Raising Arizona (1987). Luego aparecería en sus películas Barton Fink (1991), The Big Lebowski (1998), O Brother, Where Art Thou? (2000) y Inside Llewyn Davis (2013). Solo Steve Buscemi ha aparecido en más obras de los Coen (seis películas), aunque Frances McDormand y Jon Polito también han aparecido en cinco de sus películas.
Desde 2007, Goodman, de 71 años, decidió cambiar radicalmente de hábitos y comenzó a perder una considerable cantidad de peso. En total, ha perdido 90 kilos.
John Goodman, viejo colaborador de los hermanos Coen, sorprendió con su nueva apariencia
Este lunes 19 de junio, en su paseo por la alfombra roja del Festival de Televisión de Montecarlo, en Mónaco, el histrión, quien además es presidente del jurado, sorprendió con su renovada apariencia.
Todo empezó cuando Goodman entró en un centro de rehabilitación en 2007 para dejar el alcohol: “Ya era demasiado”, admitió en una entrevista:
“Llevaba 30 años con una enfermedad que estaba pasando factura a todas las personas a mi alrededor, y había llegado a un punto en que, cada vez que bebía, me sentía más débil. Era una cuestión de vida o muerte. Tenía que parar”.
Su adicción a la bebida le había llegado a afectar también en su carrera, según confesó el actor, causándole problemas “de temperamento, de memoria y depresión”.
“Quiero vivir mejor”, confesó a la revista People, donde también admitió que ya no toma azúcares de ninguna clase y ha adoptado una dieta mediterránea basada en el pescado, frutos secos, aceite de oliva, verduras y la fruta, entre otros alimentos. También admitió que se trataba de “una mezcla de autocontrol y el saber que no necesitas muchos de tus antojos”.
Con esta renovada apariencia, los fans de su trabajo con los hermanos Coen esperamos que otra vez tenga la oportunidad de colaborar en algún nuevo clásico del cine criminal.
