Tina Fey escribió el guion de Chicas pesadas basada en sus experiencias en la adolescencia, pero también en un libro muy particular. Conoce en esta entrega de “De la pluma a la pantalla”, de Astrid García Oseguera, los detalles que hicieron posible este clásico adolescente.
El cine y la literatura hacen una gran dupla. Una que ha estado presente desde el inicio de este arte. Las adaptaciones a la pantalla grande más conocidas son las que nacen de novelas; sin embargo, no son las únicas que pueden convertirse en grandes obras. Tal es el caso del libro que inspiró Chicas pesadas (Mark Waters, 2004), una coming of age de hace veinte años que sigue tan vigente como cuando se estrenó. Y de la que muy pronto podremos ver una nueva versión.
Con un guion de la comediante, actriz y productora Tina Fey (Saturday Night Live, 30Rock), esta película se convirtió en un hito para una generación. No sólo por las temáticas que la construyen: el sentido de pertenencia en la preparatoria, la búsqueda de aceptación y de identidad, el despertar sexual. Es el estilo insolente y desvergonzado de la cinta lo que la convirtió en un clásico instantáneo y un éxito en taquilla (con un presupuesto de 17 MDD logró recaudar un total de 130.1 MDD). ¿De dónde fue que nació la inspiración para la película? Además de las experiencias personales y laborales de Fey, todo surgió de un libro de corte sociológico.
Abejas reinas, imitadoras y la vida en la preparatoria
Queen bees & wannabes: helping your daughter survive cliques, gossip, boys, and the new realities of girl world es el libro que inspiró Chicas pesadas. Lanzado en 2002 y escrito por Rosalind Wiseman, es una guía ―única en su tipo― para madres y padres de familia confundidos. La adolescencia puede ser salvaje, inexplicable y, sobre todo, explosiva, por lo que el libro rápidamente se convirtió en un referente a inicios del milenio. Su sentido del humor y realismo fue clave en la creación de la película.
El libro es de corte sociológico más que de autoayuda. Otorga detalles únicos de cómo se forman los grupos, jerarquías, imagen personal, parejas y mucho más en la adolescencia. Su peculiaridad es que la perspectiva del libro es descriptiva de la realidad, no se reduce a un acercamiento teórico de cómo debería de ser la vida adolescente, sino cómo es. Pinta una realidad sobre la constante crueldad entre chicas, cómo las niñas son obligadas a crecer a pasos agigantados, la manera en que los rumores y chismes afectan el autoestima, la presión social en los grupos, y la complicada relación con los padres. Una mirada compleja a lo que el séptimo arte había ignorado y presentado de forma simplificada o caricaturezca.
Experiencias, personas, recuerdos y un libro se convirtieron en Chicas pesadas
El proceso de llevar una obra no-narrativa a la pantalla grande no fue un proceso sencillo. Tanto Wiseman como Fey expresaron en un especial de E! True Hollywood Story que, cuando la comediante se acercó a la autora, no sabía que el libro que se convertiría en Chicas pesadas estaba compuesto por una serie de reflexiones, no una historia. Por lo que Fey se inspiró en sus propias experiencias dolorosas, vergonzosas y malvadas al crecer para crearla.
“Recuerdo sentirme intimidada por otras personas. Tengo que aceptar en la preparatoria, era muy envidiosa. Si le tenía celos a alguien, era muy grosera con ella a sus espaldas. Intentaba convencer a mis amigas de no ser su amiga. Era horrible”
Los momentos de la vida real se convirtieron en icónicas escenas en la cinta. Ese diálogo, donde Regina George (antagonista en Chicas pesadas interpretada por Rachel McAdams) elogia la falda de una chica e, inmediatamente después, confiesa a Cady Heron (protagonista que, de hecho se convierte en antagonista interpretada por Lindsay Lohan) que es la más fea que ha visto en su vida, está inspirada en la madre de Fey.
Además, los nombres de algunos personajes también nacieron de personas reales. Damian Holbrook (uno de los primeros en dar la bienvenida a Cady a la salvaje preparatoria) está inspirado en un amigo de Fey, que conoció en clases de teatro. Cady Heron era el nombre de su compañera de cuarto en la Universidad de Virginia. Glen Coco (el misterioso personaje que recibe numerosos dulces de un “amigo secreto”) era el nombre de un amigo del hermano de Fey. Janis Ian (quien le tiende la mano a Cady para luego ser traicionada) está inspirada en quien fue la primera invitada musical de Saturday Night Live en 1975.
De la pantalla al teatro musical
Después de más de una década de su lanzamiento, se anunció una adaptación de Chicas pesadas al teatro. La noticia se hizo pública en un día especial para fans, el 3 de octubre (cuando Aaron Samuels le pregunta la fecha a Cady). Más de un año después, el 31 de octubre de 2017, se presentó por primera vez la adaptación de la cinta a un musical en Washington (en el National Theatre). Y, el 8 de abril de 2018, la obra se llevó a Broadway. Las críticas aseguran que, la esencia del guion de Fey, se mantiene a lo largo de los dos actos y las 25 canciones que la componen.
Tras 801 funciones y 12 nominaciones a los Premios Tony, la obra terminó de presentarse debido a la pandemia por COVID-19 el 11 de marzo de 2020. A pesar del término de esta adaptación, la vida de Chicas pesadas como una pieza de múltiples caras ya estaba en planeación. En enero de 2020, Tina Fey anunció que se estaba en preproducción una adaptación a la pantalla grande del musical.
Un dato curioso es que, tanto el libro que inspiró la cinta, como el musical, se actualizaron. Incluyendo ahora los aparatos tecnológicos (celulares, laptops) y las redes sociales que controlan nuestra vida. Ambas obras incluyen la presencia de estos elementos para complejizar la trama y hacerla más cercana a las audiencias.
Un clásico instantáneo
Lo que hace tan especial a esta historia es que, en realidad, no tiene el tratamiento de la típica cinta adolescente. Quien parece ser la villana, es en realidad una chica como cualquiera con necesidad de aprobación, atención y reconocimiento. Así como la chica inocente es, también, capaz de mentir, traicionar y manipular por interés propio.
En la vida real, ninguna persona es tan buena o tan mala como dicen, mucho menos en la secundaria o preparatoria. La perspectiva del libro que la inspiró, el particular sentido del humor e ingenio de Tina Fey y la frescura en las interpretaciones, hicieron de ésta una cinta imperdible para jóvenes y no tan jóvenes.
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