El director de la cinta revela cómo se llegó a tan impactante revelación.
Inspirada en la novela homónima escrita por Robert Harris, Cónclave promete despertar todo tipo de conversaciones con su llegada a cines mexicanos. La película protagonizada por Ralph Fiennes nos adentra en el mundo del Vaticano tras la muerte del Sumo Pontífice, y muestra todo lo que sucede (para bien y para mal) a la hora de elegir al siguiente papa. Aunque parecería una decisión fácil, en realidad conlleva más dudas, secretos y luchas de poder de lo que se podría imaginar. ¿Cómo se llegó a la elección del nuevo papa? ¿Qué significa para la iglesia? A continuación, te presentamos el final explicado de Cónclave.
Ambientada en la época moderna, la cinta inicia cuando el Cardenal Lawrence asume la tarea de coordinar la búsqueda de candidatos y votación para elegir un nuevo papa (el anterior murió de un paro cardiaco). Los cuatro candidatos para liderar la iglesia son Aldo Bellini (de Estados Unidos), Joshua Adeyemi (un conservador nigeriano), Joseph Tremblay (un canadiense con años en la iglesia) y Goffredo Tedesco (italiano y profundamente conservador).
Con el paso de las horas, uno de los hombres más cercanos al papa le cuenta a Lawrence que el papa pidió la renuncia de Tremblay, pero este niega la versión. Mientras surgen algunas dudas llega Vincent Benitez, quien fue nombrado (en secreto) arzobispo de Kabul un año antes. En la primera ronda de votación nadie obtiene la mayoría necesaria de votos. Durante la segunda, Adeyemi consigue la ventaja, pero Bellini cuestiona su capacidad para liderar considerando que es homofóbico.
Lawrence descubre que Benitez era cercano al papa, y que este pagó su boleto a Suiza para una cita médica que terminó por cancelarse. Tras la tercera votación, Shanumi, una monja, afirma que Adeyemi y ella tuvieron una relación prohibida. Bellini (el candidato preferido de Lawrence) decide apoyar a Tremblay con tal de que Tedesco no se convierta en el papa.
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La hermana Agnes, responsable de estar al cuidado de los cardenales, le cuenta a Lawrence que Shanumi llegó ahí por petición de Tremblay, quien quisó sabotear a su colega. El protagonista investiga y demuestra que Tremblay ha hecho trampa con muchas otras cosas para conseguir votos, así que decide exponerlo para acabar con su candidatura.
Al final sólo quedan dos contendientes: Lawrence y Tedesco. Por su parte, Benitez ha cobrado fuerza. Durante la sexta ronda de votos, un atentado ocurre en Roma y termina por dañar la Capilla Sixtina. Tedesco culpa a los islamistas y sugiere una guerra religiosa en contra del Islam. Benitez le responde con un gran discurso donde señala que la violencia no se enfrenta con violencia. Afirma, también, que a la iglesia la debe regir el amor, no la política ni los problemas sociales. Dichas palabras le ganan el voto de los cardenales en una séptima ronda.
Benitez se convierte en el nuevo papa (Inocencio XIV), pero Lawrence descubre que la cita médica cancelada era para una histerectomia por laparoscopia. Consciente de ello le pregunta si se trata de un hombre trans, pero este le confiesa la verdad: El nuevo papa nació como intersexual y fue criado como un hombre, pero fue hasta hace poco tiempo que descubrió la existencia de útero y ovarios en su interior. Como el papa anterior lo sabía (y nunca mostró un problema con ello), Lawrence decide mantener el secreto y ayudarlo en su mandato. Al final del día, es una buena persona.
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Para insertar estos temas con el debido respeto, el director Edward Berger recurrió a la Alianza de Gays y Lesbianas contra la difamación (GLAAD) por sus siglas en inglés.
“Preguntamos: ‘¿Cómo contribuimos al discurso cultural aquí en lugar de irritar a la gente y enojarla, independientemente del lado en el que sepas que están?’”, comentó (vía).
La respuesta llegó en forma de Carlos Diehz, actor de origen mexicano que interpreta a Benitez en la cinta.
“Realmente busqué por todo el mundo para encontrar a alguien que no conocía antes. Porque al conocer [a un actor] de antes, tienes todas estas asociaciones con otros roles y piensas: ‘Eso no puede ser porque lo vi en otro papel’. Sus parlamentos son muy difíciles de conseguir, pero él los dice de forma tan hermosa, gentil y sensible… Es como tú y yo. Otro ser humano que tiene sus pensamientos y caminos para seguir su vida”.
Aunque la película podría ser polémica para algunos religiosos, Ralph Fiennes afirma que en ningún momento se clasifica a las personas por lo que son. Las diferencia por su bondad, por lo que verdaderamente se necesita para dirigir el destino de la Iglesia Católica.
“Creo que la película plantea la pregunta: ¿Quién es la mejor persona? ¿Quién es la persona adecuada para asumir esta extraordinaria posición de liderazgo espiritual? Y lo que queremos es que tengan una gran base espiritual como persona. En el transcurso de la película, creo que entendemos cómo esa persona llega allí”, dijo a Today.
¿Satisfechos con el final de Cónclave? ¿Creen que la decisión del nuevo papa fue la correcta en el contexto de la película?
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