Descubre cómo terminó el gran villano de este próximo estreno.
Luego de grandes papeles frente a las cámaras ha llegado la hora de que Anna Kendrick (Crepúsculo, Notas perfectas) haga su esperado debut como directora. Sorprendentemente, lo hace con una trama fuerte e inspirada en uno de los hombres más temidos hace varias décadas. Relatos de asesinos seriales hemos visto muchos, pero pocos de estos seres han sido tan cínicos y aterradores como Rodney Alcala, cuya historia real inspiró El asesino del juego de citas. A continuación, conoce quién fue este criminal, y los terribles actos que dieron pie a esta ópera prima.
El asesino del juego de citas nos presenta dos historias que convergen en el peor punto posible. Por un lado tenemos a Rodney Alcala, quien ha violado y asesinado a varias mujeres a lo largo de Estados Unidos. En el otro está Cheryl Bradshaw, una joven que aspira a ganar popularidad en el mundo de la actuación, y para ello acude a The Dating Game, uno de los programas más exitosos de la época, y que promete ayudar a sus participantes para encontrar pareja. El problema se da cuando Cheryl se siente atraída por alguien que también está en el programa: el mismísimo Rodney.
La ciudad de San Antonio, en Texas, vio nacer a Rodrigo Jacques Alcala Buquor (mejor conocido como Rodney Alcala). Sus padres eran de origen mexicano, pero tuvieron que mudarse. Años más tarde, el padre de Rodney abandonó a toda la familia, y fue por ello que los miembros restantes llegaron a Los Ángeles.
En la década de los 60 ingresó al ejército, pero no formó parte de las fuerzas armadas, sino que recibió un puesto administrativo. Cuatro años después, un ataque de nervios provocó que desertara. Al ser sujeto a análisis, se le diagnosticó con trastorno antisocial de la personalidad. Lo más preocupante fue que el psiquiatra del ejército también lo encontró con diagnóstico de personalidad narcisista maligna con psicopatía y sadismo sexual.
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Diversos estudios señalan que Rodney Alcala era un superdotado. Su coeficiente intelectual de 135 era muy superior de la media, y le fue suficiente para entrar a la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA). Ahí se graduó en la Escuela de Bellas Artes. Desafortunadamente, el criminal escondido dentro de Rodney despertó en 1968, cuando cobró su primera víctima. Una niña de ocho años, Tali Shapiro, iba caminando rumbo a su escuela cuando él la secuestró y metió en su automóvil. Un conductor presenció los hechos, lo siguió, y también llamó a la policía.
Cuando esta llego al departamento del criminal, la niña yacía en el piso, inconsciente, rodeada por un charco de sangre, y con un evidente golpe. Pronto se descubrió que Rodney (quien ya no estaba en el lugar) había abusado de ella. A sabiendas de que las autoridades estaban tras él, huyó a Nueva York y adoptó la identidad de John Burger. Así entró a la universidad del estado y estudió cine. Fue uno de los mejores alumnos de Roman Polanski (El bebé de Rosemary).
También obtuvo trabajo en un campamento de artes para niños, pero dos infantes del mismo descubrieron un cartel que el FBI había colocado para dar con el agresor de Tali Shapiro. Rodney fue encarcelado y enviado de nuevo a Los Ángeles, pero corrió con una extraña suerte, ya que los familiares de Tali no quisieron declarar. En 1977 intentaría abusar de una mujer llamada Julie, pero pronto quedó en libertad condicional.
Regresó a Nueva York, donde se cree que masacró a una mujer a sólo días de su llegada. El modus operandi de Rodney Alcala se hizo evidente: buscaba a mujeres aparentemente indefensas, las seducía argumentando que era un fotógrafo de modas, mentía diciendo que tenía poderosos contactos, y se ganaba la confianza de todas. También las llevaba a lugares para fotografiarlas, y después de esto se convertía en el monstruo buscado por las autoridades: cometía abuso sexual, las golpeaba, mordía y asesinaba.
Las autoridades ya buscaban a Rodney, quien conseguía trabajos con nombres falsos. Así llegó a Los Angeles Times, donde trabajó como fotógrafo y mostraba algunas de las imágenes que capturaba, todas rebosantes de contenido erótico. Con al menos cuatro víctimas en su haber llegó a The Dating Game. Lo describieron como “un fotógrafo de éxito que comenzó su carrera cuando su padre lo encontró en el cuarto oscuro a los 13 años”.
Logró una cita con la soltera del concurso, Cheryl Bradshaw, esto a pesar de que sus compañeros lo describieron como alguien extraño. Ella cayó rendida ante los encantos de Alcala, y el público compartía la misma sensación, pues lo premió con aplausos en cada una de sus intervenciones. El encanto parecía innegable, pero al salir del estudio de televisión, Cheryl fue víctima de su sexto sentido. Notó cosas que no le gustaron, se negó a salir con él, y su instinto la salvo de lo peor.
“Empezó a ser muy desagradable y grosero y a mostrar una actitud intimidante. No solo acabó por no gustarme nada… Creo que ha sido el hombre más siniestro con el que he estado”, dijo tiempo después.
Jill Barcomb (18 años), Georgia Wixted (27), Jill Parenteau (27), Charlotte Lamb (32) y Monique Hoyt (15) fueron algunas de sus víctimas. Esta última fue abandonada por Rodney, quien la dio por muerta. Sin embargo, ella sobrevivió.
La captura del asesino del juego de citas se agilizó gracias a Robin Samsoe, quien desapareció en junio de 1979 mientras iba a su clase de ballet. Sus amigos relataron a las autoridades que, en la playa, un extraño se les había acercado para ofrecerles una sesión de fotos. Todos se negaron y la niña se fue en bicileta para llegar a su clase, opero en el camino desapareció. Sus huesos – destrozados – fueron encontrados casi dos semanas después, y las autoridades comenzaron un retrato hablado de aquel hombre que los amigos de Robin vieron en la playa.
Un extraoficial encargado de la libertad condicional de Rodney Alcala lo identificó. Gracias a un cateo en casa de su madre encontraron que el comprobante de renta para un casillero en Seattle. Este tenía fotografías de mujeres y niñas, así como objetos de las víctimas. La madre de Robin encontró artículos de la menor y fue así como se dio con el culpable.
En un primer juicio se le dictó pena de muerte, pero ante las mentiras de un testigo y la sensación de que no hubo un juicio justo, se reinició el proceso. Durante un segundo juicio también se le adjudicó la pena de muerte, pero una apelación evitó el destino trágico del asesino. Para 1994, Rodney publicaría You, the Jury, libro donde se quejaba del trato que le dieron las autoridades.
Los avances de la ciencia permitieron, además, que se confirmara su participación en asesinatos previos. Su ADN estaba presente en las escenas de los crímenes, y no había lugar a duda de su responsabilidad. La locura llegó a su límite en un tercer juicio, donde él mismo se representó. Como si de un juego de roles se tratara, asumía el papel de víctima y defensa. Incluso cambiaba de voz para aparentar ser otra persona. Al final se le imputaron cuatro cargos de violación, uno de secuestro, y cinco por asesinato capital.
Con cerca de 130 víctimas (según cálculos de la policía), Rodney Alcala murió el 24 de julio de 2021. Causas naturales lo alejaron del mundo al que tanto hizo sufrir. Será el próximo 11 de octubre cuando El asesino del juego de citas, inspirada en la historia real de este monstruo, llegue a las salas de Cinépolis. ¿Listos para adentrarse en este polémico caso?
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