El director de The Flash explica el meticuloso proceso con el que se dio forma al renovado Batman de Michael Keaton.
Es comprensible que muchos vean al Batman de Michael Keaton como el más importante de todos. Fue la primera encarnación del personaje en muchos años y también el primero que abrazó la oscuridad del cómic. A esto sumemos el desencanto por su abrupta partida y, admitámoslo, por sus menos celebrados sucesores. Esto y más contribuyó a que el director de The Flash, Andy Muschietti, se interesara de sobremanera en rescatar al personaje, pero también aumentó considerablemente el desafío.
Y es que el Batman de Michael Keaton no sólo es muy memorable. También es muy distinto a los otros que hemos visto en pantalla. Con esto no queremos decir que sea mejor ni peor, sólo es distinto. Cuestiones multiversales, se podría decir. El cineasta lo entendió y lo plasmó en su adaptación del héroe escarlata. Así lo explicó en entrevista con Empire:
“[Los Batman de Affleck y Keaton] tienen personalidades diferentes. En esta película los ves bajo una luz diferente. Ves [una versión del] Batman de Ben Affleck que es un poco más divertida. Verás a un Michael Keaton que encontramos 30 años después de haberlo visto por primera vez, en un lugar muy diferente al que había estado antes”.
Vaya que sí. No esperen al héroe que una vez conocimos, pues se trata de un personaje mucho más trágico de lo que todos recordamos. Según el realizador
“Ese fue uno de los focos de mis conversaciones con Michael. No sólo tengo un profundo respeto por lo que hizo y cómo creó este personaje, sino que hablamos sobre esta historia y dónde encontramos a Bruce. Es muy escéptico del mundo. Siente desconfianza hacia los seres humanos en general. Básicamente renunció a su vida de justicia y está tratando de hacer frente a la vida de la mejor manera que puede”.
Duele de sólo imaginarlo. Pero como en toda película de superhéroes, hay esperanza. Más aún para un personaje que tiene tanto por dar como el Batman de Michael Keaton.
“Quería una transformación. Quería que Batman surgiera después de un proceso en el que comienza como un héroe reacio. Barry lo empuja de nuevo a la acción, y después de persuadirlo, se encuentra fortalecido y reavivado, su pasión por la lucha contra el crimen. Más precisamente, salvar el mundo”.
Andy Muschietti dejó lo mejor para el final. Se vale ir por un pañuelo para las lágrimas que podrían salir tras sus últimas palabras.
“Hay una toma en la película en la que [el Bruce Wayne de Michael Keaton] se mira en el espejo, y casi hay una sonrisa, en el momento en que se está cosiendo una herida de bala. Ese es un momento muy especial para mí, porque podría decirse que es el momento en el que Bruce se da cuenta de que le encanta ser Batman”.
Bruce Wayne, ¿o Michael Keaton? No importa, pues en cualquiera de los casos, a nosotros nos encanta verlo como el encapotado. ¿Ya tienes tus boletos para ver The Flash en Cinépolis? ¡Adquiérelos aquí!
