Ari Aster ya dio una de las grandes decapitaciones del cine con El legado del diablo y repite la fórmula con Beau tiene miedo.
Ari Aster es todo un maestro del terror, pero también de las decapitaciones. El cineasta obtuvo esta etiqueta con El legado del diablo –mejor conocida por muchos como Hereditary– que ofreció una de las decapitaciones más brutales vistas en la pantalla. Ahora consolida su estatus con un nuevo descabezamiento en su más reciente película Beau tiene miedo.
Eso sí, las intenciones no son las mismas. Así lo explicó el director a Empire tras revelar que en su ópera prima buscaba infundir temor en las audiencias. Ahora quiere generar… digamos que la respuesta los sorprenderá.
“Es una broma en este punto. Quiero decir, es una broma. Qué puedo decir, me hace reír”.
Curiosamente, esta muestra de humor perverso no enlaza con El legado del diablo, sino con Midsommar.
“Para mí, esa película fue una broma, una especie de broma mezquina. Recuerdo que me sentí muy a la defensiva. Esa película en realidad nunca tuvo la intención de dar mucho miedo”.
Bajo esta premisa, no sorprende que Ari Aster asegure que Beau tiene miedo tampoco es una película de miedo. Algo que no deja de sorprender ya que quienes la han visto aseguran que es tan espeluznante como inquietante. Esto poco preocupa al cineasta, quien sigue tratando de encontrarse a sí mismo.
“Realmente no sé lo que soy. La próxima película que haré es un western. Espero que eventualmente me identifiquen como un tono o un sentimiento”.
Al final, las etiquetas son lo de menos. Lo que realmente importa es que Ari Aster es un gran director. Y como prueba Beau tiene miedo, que con todo y decapitaciones, podrá verse en salas Cinépolis a partir del 20 de abril.