Los orígenes de Demian serán revelados en ésta nueva aportación a la franquicia de terror.
Probablemente los fans del terror no necesiten 5 razones para ver La primera profecía en la pantalla grande. Sin embargo, aquellos que simplemente gozan de un buen susto en una sala de cine, deben saber lo que existe detrás de la esperada precuela de uno de los clásicos de horror más grandes de la historia.
La profecía llegó a los cines en 1976, causando el desconcierto de las audiencias de la época. La historia de una pareja que poco a poco sospecha que está criando al Anticristo estremeció a los espectadores por sus imágenes impactantes -un niño dulce y tierno con una mirada inquietante- y la música diabólica de Jerry Goldsmith.
No obstante, poco se contó sobre los orígenes del infante. Una duda que La primera profecía promete contestar este 4 de abril en las salas de Cinépolis.
El legado de la franquicia y las referencias
Los fanáticos de la trilogía original sin duda estarán emocionados por ver los origines de la historia. El nombre de Damien, la marca del diablo incrustada en el cuerpo “666” y muchos otros detalles serán un festín diabólico para los que crecieron con la cinta de Richard Donner.
“Los fans de La profecía (1976) la pasarán muy bien porque hay muchísimas referencias que reconocerán y retomarán. Les resultará intrigante saber cómo se desarrollan ciertos personajes, qué pasa, conocer su futuro, etcétera. Podrán rastrear, a partir de esta película, los futuros de las últimas cuatro partes de la historia, lo cual es especialmente emocionante”, dijo el actor Bill Nighy.
El origen de la historia
A pesar de que en la película original de 1976 se explica brevemente que el niño fue concebido por un chacal, poco sabemos sobre quiénes estuvieron detrás de aquel plan diabólico. En esta película profundizaremos en una de las interrogantes más grandes.
“Definitivamente somos una precuela, así que estamos en el comienzo del universo de La profecía. Somos la historia del origen de cómo surgieron ciertas cosas en la primera versión, por lo que el público finalmente tendrá respuestas sobre lo que sucedió antes, cómo surgió esta historia y quiénes son las otras personas detrás de Damien”, explicó la actriz Nell Tiger Free.
La música
Uno de los grandes elementos del universo de La profecía es sin duda la música de Jerry Goldsmith. Por sus sonidos inquietantes y sus liturgias satánicas en latín, resultó una banda sonora ganadora del Oscar que prevalece hasta nuestros días.
Para La primera profecía la atmósfera musical recae en Mark Korven, quien ya inquietó nuestro oído y nuestro pulso en La bruja (2015). Su trabajo aquí es sin duda destacable. Recoge el concepto de los coros siniestros, los sonidos agudos y esa sensación de que algo nos acosa desde las profundidades del infierno, sin necesidad de jumpscares.
La atmósfera siniestra
Otra de las grandes razones para ver La primera profecía en una sala de cine es su atmósfera asfixiante. Con un logrado trabajo de fotografía, por parte de Aaron Morton, las imágenes proyectadas en grande sin duda generan ansiedad. Los efectos visuales sutiles, los claroscuros y ese granulado que pretende emular el cine de los setenta, sin duda funcionan en la nostalgia, por lo que los fans se sentirán como en casa.
“Nos propusimos crear el sentimiento generalizado de desconfianza y amenaza en cada esquina. Ese que caracteriza a películas de los sesenta y setenta como Repulsión y El último testigo“, declaró Tim Smith, coguionista y productor de la película.
No necesitas ver la trilogía original
Sin importar que exista una trilogía de por medio, los espectadores pueden acercarse a La primera profecía sin ningún contexto e igual disfrutar del espectáculo.
“Era realmente importante para nosotros crear una historia que pudiera sostenerse por sí misma. Realmente queremos que veas la versión de 1976, pero también tenemos nuestro propio mensaje para agregar a la franquicia”, aseguró la directora Arkasha Stevenson.
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