Cuando Martin Scorsese notó que el guion de Los asesinos de la luna estaba muy clavado en los personajes blancos, decidió modificarlo.
Los asesinos de la luna, la película basada en la novela homónima de David Grann, es el más reciente proyecto de Martin Scorsese. También sirve como un importante punto de inflexión para el cineasta, quien, según se informa, hizo extensas reescrituras al guion por considerarlo “un poco racista”.
El drama histórico sigue los trágicos asesinatos de miembros de la Nación Osage en Oklahoma a principios de la década de 1920. Y si bien el libro de Grann se centra en la creación del FBI y el agente Tom White (Jesse Plemons), Scorsese y el actor Leonardo DiCaprio notaron que la película debía tener otro enfoque.
Ambos decidieron centrarse en la relación entre Mollie Kyle (Lily Gladstone), miembro de Osage, y el veterano de la Primera Guerra Mundial, Ernest Burkhart (DiCaprio).
“Después de cierto punto, me di cuenta de que estaba haciendo una película sobre todos los blancos”, admitió Scorsese a la revista TIME. “Lo que significa que estaba adoptando un enfoque de afuera hacia adentro, lo que me preocupaba mucho”.
El resultado, que describió como “una mirada sobria a quiénes somos como cultura”, es una historia que se aleja de los convencionalismos. Gladstone, cuyo padre es Blackfeet y Nez Perce, y cuya madre es blanca, describió la cinta como “una historia que no trata sobre salvadores blancos”. La actriz también elogió a Scorsese por resaltar voces indígenas como la suya.
El aclamado cineasta le dijo a TIME que se sintió muy atraído por el libro de Grann por su marcada yuxtaposición entre “flores” y “luna asesina” en el título. También habló sobre la actual “cultura cinematográfica”, que cree que debería estar unificada, pero que en este momento “está siendo fragmentada y dividida”.
Los asesinos de la luna, de Martin Scorsese, estrenará en cines de México el próximo 19 de octubre.
