Sin duda, este nuevo proyecto superó los límites de su antecesora.
Ya sabemos que Glen Powell no le teme a nada, pero ahora muchos quedamos sorprendidos al enterarnos que su nueva cinta, Tornados, se filmó en uno de los peores climas en los que ha estado el actor. Conoce qué tan difícil fue filmarla.
Cuando piensas en varias de las películas más exitosas de los últimos años, como Oppenheimer o Misión Imposible, a veces te encuentras con una de las ideas más puristas que existe en el mundo del cine, y esa es que los productores y directores de estos proyectos buscaron hacer de sus historias lo más reales posibles, dejando de lado el CGI y tratando de recrear las condiciones épicas de cada escena que hay en su historia. Y parece que ese es el objetivo al que siempre apuntó Lee Isaac Chung, director de la cinta nominada al Oscar, Minari, al desarrollar su nuevo proyecto; Tornados.
Como ya lo sabemos, esta nueva cinta protagonizada por Glen Powell y Daisy Edgar-Jones es una historia inspirada en la cinta original de Jan de Bont, Tornado (1996), pero que, en busca de recrear e impulsar la gran esencia del proyecto, apuntó aún mucho más arriba e hizo de su historia independiente algo mucho más grande que la primera. Es por eso que, parece, esta nueva cinta tomó todos los riesgos posibles al momento de crearse.
¿Cómo se grabó?
De acuerdo con el diario The Oklahoman, aunque originalmente se habló de filmar Tornados en Georgia, lugar donde se han filmado muchas cintas a campo abierto, Lee Isaac Chung, quien nació en Arkansas, un estado situado en el “callejón de los tornados”, decidió ser lo más fiel posible a la naturaleza de los tornados y pidió grabar su nuevo proyecto en Sooner, una de las localidades con mayor incidencia del fenómeno climático, durante la temporada de tornados de Estados Unidos. Esto para hacer mucho más real y natural el clima que se buscaba retratar en la historia.
Ante ello, Chung reveló en entrevista para Empire que la decisión que tomó “fue dura” y dificultó la filmación de Tornados en muchos sentidos, porque “la imprevisibilidad causó muchos problemas y retrasos” dentro del set.
“Aún no puedo creer que lo hiciéramos”, expresó.
De acuerdo con el cineasta, la historia de los tornados llevó su creatividad a un punto extremo en el que, además de aventurarse a uno de los climas más críticos de Estados Unidos, hicieron del proyecto algo muy práctico, con muchos artilugios cinematográficos de filmación:
“Destrozamos todo. Hicimos sonar motores a reacción. Teníamos ventiladores tan grandes que se perdía la audición sin tapones. A nuestro reparto le caía de todo: suciedad, viento, hielo.”
Entre los grandes problemas que les generó el clima, Chung explicó en otra entrevista para Total Film que la filmación de Tornados fue un verdadero desastre en el que la lluvia, el aire, los truenos y la humedad complicaron drásticamente sus condiciones para finalizar la producción.
“El tiempo no dejaba de interrumpirnos. Hubo muchos retrasos por rayos. Los fuertes vientos nos pararon varias veces. Hablaba conmigo mismo delante del equipo y luego les decía: ‘Vamos a rodar en Oklahoma. Durante la temporada de tornados’. Así que era una especie de broma entre todos nosotros, que esta decisión que había tomado, que intentaríamos hacerla lo más práctica posible, nos estaba fastidiando”, explicó Chung.
A pesar de esto, el director aseguró que Tornados será una historia épica de ver en las salas de cine y que, gracias a la decisión que tomó, logró su cometido de hacer una historia más intensa e impactante que la original:
“Ahora, cuando veo el metraje, no lo cambiaría.”
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