El legendario cineasta Terrence Malick, director de El Árbol de la Vida, lanzó un nuevo proyecto: un comercial para la marca de moda Louis Vuitton.
Si alguna vez te has preguntado qué pasaría si el reconocido, legendario y misterioso cineasta Terrence Malick dejara de hacer películas y mejor se dedicara a grabar comerciales, hoy te tenemos la respuesta. Y es mucho más fashionista de lo que pensarías.
Han pasado tres años desde que Terrence Malick estrenó su película más reciente, la pieza de época de la Segunda Guerra Mundial ambientada en Alemania, A Hidden Life. Desde entonces el mítico director ha estado trabajando a marchas forzadas en su próxima epopeya bíblica, The Way of the Wind, una reinvención de la vida de Jesús protagonizada por Mark Rylance como Satanás, misma que ha sido retrasada varias veces.
Sin embargo, eso no quiere decir que el cineasta no ha llevado su creatividad a otros lares, como en este caso, el de la publicidad. Y es que Malick acaba de lanzar un nuevo proyecto donde su estilo visual tan particular es el eje rector absoluto. Se trata de un comercial exclusivo para Louis Vuitton que entreteje tomas de ensueño de varios lugares de los Estados Unidos.
“Como parte de un viaje duradero que explora paisajes de ensueño en todo el mundo, Louis Vuitton aterriza en los Estados Unidos para el último capítulo de su campaña en curso. En una serie de episodios que hasta ahora abarcan Islandia, Grecia, Jordania y Francia, esta campaña aterriza en los salvajes alrededores de Nuevo México y Texas, donde el icónico baúl de Louis Vuitton actúa como un barco imaginario del que salen un niño y su grupo de amigos para embarcarse en una aventura”, se explica en la sinopsis oficial del corto.
“La fotógrafa Viviane Sassen captura tomas caprichosas que representan la imaginación desenfrenada de la juventud. En White Sands, Nuevo México y la naturaleza a las afueras de Austin, Texas, se juega con las perspectivas, se animan las sombras y se aprovecha la naturaleza”.
El enfoque minimalista, contemplativo y sigiloso del comercial, alejado de las típicas campañas comerciales y coloridas de las marcas de moda, encaja perfectamente con el estilo de Malick, responsable de filmes divisorios pero hermosamente fotografiados y filosóficos como La Delgada Línea Roja y El Árbol de la Vida.
Muchos de sus colaboradores y colegas han comparado su enfoque cinematográfico con el de un pintor. Esto no siempre precisamente ha sido tomado como “algo bueno”. Christopher Plummer, por ejemplo, se quejó de que la prioridad de Malick por la composición de bellas tomas se produce a expensas de la historia.
“Terry se involucra terriblemente en tomas poéticas”, dijo Plummer en una entrevista de 2012 sobre su experiencia filmando El Nuevo Mundo para el cineasta. “Sí, esas tomas son preciosas, pero son pinturas. Todas ellas. Se pierde en eso y las historias se difuminan, particularmente en nuestra película”.
Towards a Dream in the USA, el nuevo comercial de Louis Vuitton, es prueba de ese imaginario tan incomprendido por crítica y audiencia. Quizás Terrence Malick finalmente encontró un medio que puede explotar en menos de tres minutos todas sus propuestas narrativas y visuales.
