Steven Spielberg es considerado uno de los mejores directores de todos los tiempos gracias a una fascinante filmografía que le ha permitido deambular libre y muy exitosamente por géneros tan variados como el drama, la aventura y la ciencia ficción, entre otros. No conforme con ello, su destreza narrativa ha resultado en algunas de las secuencias más fascinantes del cine contemporáneo, las cuales han sido homenajeadas hasta el cansancio por incontables producciones posteriores. ¿Cuáles son las más destacadas? A continuación un recuento de los momentos más icónicos en la obra de Steven Spielberg.
La Feria de la Carne (A.I. Inteligencia artificial, 2001)
Una de las cintas más polémicas en el exitoso historial de Steven Spielberg, pues hay quienes piensan que la adaptación originalmente concebida por Stanley Kubrick se vio demasiado suavizada bajo sus órdenes. Estos alegatos pueden ser debatidos con la secuencia que muestra la captura de los mechas y su posterior traslado a la Feria de la Carne, donde los detractores de estas formas tecnológicas les destruyen de la manera más violenta posible, al menos hasta que los llantos de un desesperado David provocan el desencanto de un público convencido de que una máquina nunca podría actuar así. La secuencia se ve enriquecida por los fascinantes efectos visuales empleados en los diversos robots, así como por la brillante interpretación de Haley Joel Osment en uno de los papeles más celebrados de toda su carrera.
Un mundo sin crimen (Minority Report: Sentencia previa, 2002)
La obra de Philip K. Dick ha inspirado grandes adaptaciones, siendo Minority Report una de las más fascinantes gracias a los dilemas éticos que arroja con la historia de un sistema legal que penaliza antes de que los crímenes sean realizados. La presentación del programa conocido como PreCrimen se da en los primeros minutos de la cinta, con el personaje interpretado por Tom Cruise empleando equipos holográficos para encontrar pistas suficientes que le permitan impedir un asesinato que parece inminente. La secuencia sentó las bases del que terminaría convirtiéndose en uno de los primeros clásicos sci-fi del siglo XXI e introdujo equipos técnicos que según especialistas podrían hacerse realidad dentro de poco.
Los OVNIs rodean la casa (Encuentros cercanos del tercer tipo, 1977). ¡Disfruta esta película en Cinépolis Klic AQUÍ!
El cine norteamericano aprovechó al extraterrestre como un símbolo de la amenaza soviética durante décadas, siendo Steven Spielberg uno de los grandes responsables del cambio en el imaginario colectivo con Encuentros cercanos del tercer tipo. Esto no impidió que el director aprovechara su filme para la construcción de secuencias verdaderamente espeluznantes que le permitieran capturar el pavor de las masas ante lo desconocido. Ninguna tan impresionante como la vista en la casa Jillian, quien se muestra aterrada cuando su pequeño abre la puerta para revelar la presencia de luces en el cielo, lo que resulta en el funcionamiento automático de los distintos aparatos eléctricos en su hogar. Una secuencia de pesadilla que demostró la destreza del entonces joven director para la manipulación de emociones de parte de sus audiencias.
Cabalgata al sol (Indiana Jones y la última cruzada, 1989)
La última cruzada figura entre las terceras entregas más aclamadas de la historia gracias a la estupenda construcción de su personaje titular, quien fuera brillantemente complementado con su culto, pero atolondrado padre interpretado por Sean Connery. Luego de una peligrosa aventura que permite el reencuentro de una familia rota y el crecimiento a partir de la iluminación, la dupla, acompañada por los siempre leales Sallah y Marcus Brody, cabalga al sol bajo el célebre tema de John Williams, en el que bien merece ser el considerado un desenlace perfecto para una trilogía de ensueño.
Un barco más grande (Tiburón, 1975). ¡Vela AQUÍ!
Tiburón fue el primer blockbuster de la historia gracias a una impresionante campaña mercadológica que culminó con un estreno masivo en más de 900 salas cinematográficas, una práctica sin precedentes que le llevó a convertirse en uno de los mayores éxitos financieros de su tiempo. No menos memorable fue la manera en que Spielberg plasmó el enfrentamiento del hombre y la naturaleza salvaje en las figuras de Martin Brody y el tiburón, y cuyo primer encuentro sucede cuando el jefe policial de Amity Island es sorprendido por el escualo mientras arroja carnada para atraer su atención. El sujeto queda pasmado por la abrupta aparición, pero sobre todo por las enormes dimensiones del animal, lo que le lleva a retroceder muy lentamente para indicarle al capitán del navío que “vas a necesitar un barco más grande”. La premisa se cumplió, convirtiéndose además en la cita más icónica de uno de los mayores clásicos de todos los tiempos y del filme que catapultaría la carrera de Spielberg hasta lo más alto.
El Desembarco de Normandía (Rescatando al soldado Ryan, 1998)
Los éxitos de Steven Spielberg en el terreno fantástico hicieron que buena parte del público y la crítica le viera como un enamorado de las historias felices, aun cuando siempre había mostrado un gran interés y un enorme talento para el cine dramático. El director sólo logró arrancarse esta etiqueta con Rescatando al soldado Ryan, cuya representación del Desembarco de Normandía figura entre los momentos más impresionantes de toda su filmografía al dejar atrás el heroísmo plasmado por tantos proyectos anteriores para centrarse en el nerviosismo de los involucrados y en la brutalidad que caracterizó a la invasión aliada que cambió el rumbo de la II Guerra Mundial. Pasan los años y las audiencias no logran olvidar al soldado que deambula por las costas francesas en busca de su brazo perdido.
El escape del T-Rex (Jurassic Park, 1993). ¡Disfruta esta película AQUÍ!
Jurassic Park suele ser visto como el gran clásico sci-fi en la obra de Steven Spielberg, quien aprovechó la novela homónima de Michael Crichton y los recientes avances genéticos para mostrar el retorno de los dinosaurios. Pero la vida se abre camino, y el parque de diversiones presuntamente infalible sale de control con la traición de uno de sus empleados, lo que resulta en un escape masivo coronado por el T-Rex, el cual destroza su gigantesca jaula ante la mirada atónita de los visitantes encabezados por Alan Grant. El caos alcanza su punto climático cuando el paleontólogo arriesga la vida para salvar a la joven Lex, cuyos gritos desesperados son silenciados con una de las mayores lecciones cinematográficas de todos los tiempos: “no te muevas. No puede vernos si no nos movemos”.
La niña del abrigo rojo (La lista de Schindler, 1993). ¡Vela AQUÍ!
A pesar de su experiencia en títulos como El color púrpura (1985) y El imperio del sol (1987), La lista de Schindler fue el título que afianzó a Steven Spielberg como un maestro del arte dramático. El ascenso fue gracias a la estupenda exploración de Oskar Schindler, así como a su arriesgada fotografía en blanco y negro que se convirtió en uno de sus toques distintivos. Por esto mismo, sobresale que el cineasta incluyera un único elemento a color: el abrigo rojo de una niña, un símbolo de cómo los altos mandos norteamericanos sabían del Holocausto pero no hicieron nada por impedirlo, aun cuando “era tan obvio como la niña portando un abrigo rojo, caminando por la calle y nada se hizo por bombardear las líneas de trenes alemanas. No se hizo nada por evitar la aniquilación del judaísmo europeo”. Uno de los momentos más trágicos en la obra de Spielberg, pero también más decisivos para su ascenso como uno de los más grandes directores de todos los tiempos.
La extracción del ídolo peruano (Los cazadores del arca perdida, 1981)
Indiana Jones se convirtió en una de las franquicias más populares de todos los tiempos gracias a su atinada combinación de elementos, entre los que destaca la fascinante secuencia inicial donde el intrépido arqueólogo intenta extraer un preciado ídolo de un templo saturado de trampas. El héroe esquiva precipicios y anticipa el lanzamiento de dardos envenenados, pero ni siquiera todo su ingenio y destreza le permiten evitar la amenaza final: una gigantesca esfera que emerge desde lo alto ante la caída de la figura y que le obliga a correr a toda velocidad para salir con vida. Un arranque digno para una de las aventuras más fascinantes del celuloide.
El vuelo de la bicicleta (E.T., el extraterrestre, 1982). ¡Ve esta película AQUÍ!
Elliott aprovecha los festejos por Noche de Brujas para llevar a E.T. al bosque donde intentará comunicarse a su planeta, pero el recorrido en bicicleta se complica con las adversidades del terreno. Es entonces cuando el simpático alienígena toma control del vehículo y con una tenue sonrisa lo eleva por el cielo estrellado hasta que su silueta se ve ante una enorme luna blanca bajo el célebre tema musical compuesto por John Williams. El resultado es la escena más emblemática en toda la filmografía de Steven Spielberg y una de las más fascinantes en toda la historia del cine.