“No sólo no se te permitía ser inteligente, sino que no se te permitía ser graciosa”, asegura la actriz.
Salma Hayek es más que una gran actriz, también se ha convertido en una de las voces femeninas más importantes de Hollywood. Hace ya algunos años que la mexicana publicó la carta editorial Harvey Weinstein Is My Monster Too de The New York Times en donde detalla los acosos del productor. Ahora recurre a GQ para revelar la manera en que los encasillamientos de la industria le privaron de expandirse por géneros como la comedia.
“He querido hacer comedias toda mi vida, pero no me ofrecían comedias”, asegura Salma Hayek. “Me decían: ‘Eres sexy, así que no se te permite tener sentido del humor‘. No sólo no se te permitía ser inteligente, sino que no se te permitía ser graciosa en los 90”.
Podría pensarse que la situación cambiaría con Frida, pero nada sucedió.
“Cuando me nominaron al Óscar, los tipos de papeles que me ofrecían no cambiaron en absoluto. Realmente luché y pensé que eso iba a cambiar, pero no”.
Su lucha por hacer comedia sólo empezó a rendir frutos en 2010 con Son como niños. “No pude conseguir un papel hasta que conocí a Adam Sandler, quien me puso en una comedia, pero yo tenía cuarenta y tantos años”.
Esto para nada significa que sus oportunidades hayan disminuido. Todo lo contrario, ya que actualmente “hago todos los géneros, en una etapa de mi vida en que me decían que habría expirado […]. Así que no estoy triste, ni estoy enojada; estoy riendo”.
Y nosotros nos reímos con ella y disfrutamos con cada una de sus interpretaciones. Drama, superhéroes y por supuesto, comedia. Tal es el caso de Magic Mike’s Last Dance, donde interpreta a una millonaria que motiva al stripper convertido en bartender a volver a bailar y crear su propio espectáculo en Londres. Un proyecto en el que Salma Hayek brilla con luz propia.
¡Descúbrelo por ti mismo! La película estrenará próximamente en Cinépolis.