El protagonista de La trampa vivió momentos de verdadera tensión a muy corta edad.
Durante los años 90 y principios de los 2000, Josh Hartnett fue una de las figuras más queridas entre el público juvenil. No sólo era atractivo, sino también sumamente talentoso y había participado en importantes producciones. Tras títulos como The Faculty y Las vírgenes suicidas, el intérprete tenía numerosas ofertas para blockbusters, pero los rechazó en aras de trabajar con guiones menos ambiciosos y producciones indie. Incluso se le ofreció ser Superman en algún punto de su carrera. ¿Qué sucedió para su partida de esas grandes historias? Para dar respuesta, Josh Hartnett compartió una perturbadora anécdota que lo alejó de las grandes películas.
En entrevista para la revista Observer, el protagonista de La trampa habló sobre algunos momentos que marcaron, para mal, su paso por la industria. Evidentemente, el tema de su rechazo a los grandes proyectos, y su posible retiro de los medios salió a relucir. ¿Se arrepiente de lo que decidió? ¿Cambiaría algo de lo que hizo?
“Simplemente no quería que mi trabajo se tragara mi vida. Y en ese momento existía la idea de que en un momento realmente lo abandonabas todo. Viste lo que les pasó a algunas personas en aquel entonces”, añadió. “Fueron aniquiladas por eso. No quería eso para mí”.
Tras su regreso a los grandes proyectos, Hartnett ha tomado excelentes decisiones. Tan sólo el año pasado estuvo en Oppenheimer, la cinta más reciente de Christopher Nolan, y ganadora del Oscar a Mejor película. Este 2024, Josh protagoniza La trampa, el nuevo thriller de M. Night Shyamalan cuyas primeras reacciones son prometedoras. A diferencia de lo sucedido hace algunas décadas, el actor está preparado para sentir los ojos del público encima suyo.
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“La atención que la gente me prestaba en ese momento era casi insalubre. La gente se presentaba en mi casa. Y había gente que me acosaba. Un tipo apareció en una de mis premieres con una pistola y decía ser mi padre. Terminó en prisión. Hubo muchas cosas. Fue una época extraña. Y yo no iba a ser grano para ese molino”.
En sus mejores años, a Josh Hartnett también le ofrecieron la oportunidad de interpretar a los superhéroes más queridos de los cómics: Batman (en la trilogía de Christopher Nolan) y Superman (bajo la dirección de Bryan Singer). En el caso de Nolan, el actor rechazó la oportunidad y se propuso como parte de El gran truco, una película menor en escala y que le pareció más interesante. Sin embargo, el director no aceptó su contraoferta, y le dio a Christian Bale ambos roles. Años después surgió la idea de colaborar en Oppenheimer.
“Reconocí la oportunidad que perdí de trabajar con un tipo como Chris. Y me he dado cuenta de que, por mucho que te preocupes por adaptar tu carrera a las cosas que te interesan, ya no creo que eso sea lo más importante. Se trata de encontrar personas en las que realmente confíes”, finalizó.
Josh Hartnett promete entregar una de las mejores actuaciones de su vida en La trampa, que llegará a las salas de Cinépolis el 8 de agosto.
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