Jordan Peele estuvo a poco de adaptar el anime Akira a un live-action en inglés, pero ese proyecto murió. Hoy, el cineasta agradece que eso pasara.
Si existe un proyecto largamente manoseado por infinidad de directores en Hollywood y que muchos creen imposible de cristalizar sin dañar la fuente original, ese es la ambiciosa adaptación live-action del clásico y legendario anime japonés Akira, que a su vez está basado en el enorme manga homónimo de Katsuhiro Otomo. Jordan Peele, uno de los muchos cineastas que han peleado a capa y espada por hacer su propia versión estadounidense de la historia post-apocalíptica, dijo recientemente que no se arrepiente de haber abandonado el proyecto, el cual para él era un verdadero sueño de infancia.
Hablando para el podcast Happy Sad Confused, el realizador ganador del Óscar aseguró no sentirse mal por desistir en sus planes de un live-action, pues confía que quien llegue a lograrlo, seguramente entregará un trabajo digno de ser visto en pantalla grande.
“Me alegro de no haberlo hecho”, dijo Peele. “Porque tengo ganas de alejarme de eso. Tratar de interpretar esa propiedad intelectual me puso en el camino para crear algo nuevo. Pero aún quiero ver Neo-Tokyo (el entorno futurista donde se desarrolla Akira). Quiero ver un elenco completamente japonés. Quiero sentirme inmerso en ese mundo, al estilo de la película y del manga”.
Una adaptación estadounidense de Akira de alto presupuesto ha estado en varias etapas de desarrollo desde que Sony adquirió los derechos de la obra de Katsuhiro Otomo en la década de los 90. Diez años después, en los 2000, Warner Bros. asumió el control del proyecto, con varios directores seducidos por la historia, entre ellos Stephen Norrington (Blade) y Pitof (Catwoman).
Los años siguieron pasando, y la idea pasó por las manos de Albert Hughes (El libro de los secretos), Jaume Collet-Serra (Black Adam) y Jordan Peele (¡Nop!). Las últimas noticias que tuvimos fue que Taika Waititi había coescrito el guion definitivo del filme, que incluso tuvo como fecha de estreno planeada el 2021. Pero vino la pandemia y esa adaptación está actualmente en el limbo.
La película de Akira, de 1988, se considera un clásico del género y se le atribuye un papel fundamental en la popularización del anime y el manga japoneses en Occidente. Inicialmente, solo fue un éxito modesto en Japón, hasta que empezó a ganar un culto importante en Estados Unidos y Europa. Nos presenta a un joven telépata que descubre que los poderes que posee, provocados por la milicia, son asombrosos y devastadores.
Su influencia se mantiene hasta el día de hoy. Joel Crawford, director de Gato con botas 2: El último deseo, dijo hace poco que Akira fue una fuerte influencia para él. Incluso el mismo Jordan Peele calca una escena del anime en ¡Nop!, cuando vemos al personaje de Keke Palmer derrapar su moto en la escena final.
Pero si algo nos ha enseñado Hollywood, es que cuando un proyecto pasa por tantas manos (incluso Leonardo DiCaprio ha estado involucrado en más de una ocasión como productor y protagonista), quiere decir que es mejor dejarlo descansar por la paz. Y en el caso de Akira, quizá ese sea el mejor escenario posible.
