Antes de que vayas a ver El poder de los centavos, que tiene un repartazo, te contamos la historia real en la que se basa la película.
El poder de los centavos, que estrena en cines de México el 26 de octubre, está basada en el libro “The Anti-Social Network”. Fue escrito por el reconocido cronista del capitalismo Ben Mezrich, quien también escribió el libro sobre Facebook que fue adaptado a la película La red social.
Esta nueva película cuenta la historia del polémico evento financiero de 2021, conocido como “las ventas en corto de GameStop“. Este relato sobre instrumentos financieros complicados y un mega drama en los foros sociales de internet, la realidad es que no es un tema de charla común entre las personas.
Y sí, puedes ver Dumb Money (como se llama la cinta en inglés) sin saber nada de lo que pasó y pasar un buen rato. Sin embargo, nunca está de más saber de qué trata una película, lo que hay detrás y su razón de existir, su relevancia. Por eso, aquí te contamos qué demonios inspiró El poder de los centavos.
¿Cómo inicia la historia de El poder de los centavos?
El protagonista de El poder de los centavos es Keith Gill, interpretado por Paul Dano. Cuando comienza la historia, Gill es un analista financiero de clase media con un canal de YouTube. Ahí, bajo el seudónimo de “Roaring Kitty”, daba amigables consejos de inversión a su comunidad de suscriptores.
Ante la cámara, Gill te recuerda a gente como Fred Rogers o Bob Ross, esos tipos que te reconfortan y te caen bien de inmediato. Gill también publicaba en el foro de Reddit r/WallStreetBets, donde personas con distintos niveles de experiencia, discuten el comercio de acciones. Su nombre de usuario era DeepFuckingValue.
Gill se hizo conocido poco a poco como el líder y la fuerza unificadora detrás de un movimiento masivo de inversores individuales. Estos “minoristas” son conocidos negativamente en el negocio bursátil como “dinero tonto”, o Dumb Money. Todos estos, de la noche a la mañana, empezaron a comprar acciones del minorista de videojuegos GameStop.
Bastantes inversores individuales compraron suficientes acciones de GameStop como para inclinar la balanza en el mercado. Algo que terminó costándoles mucho dinero a algunos inversores institucionales o profesionales. En la película, el mayor perdedor es Gabe Plotkin, interpretado por Seth Rogen.
En la vida real, Plotkin fue el fundador y administrador de Melvin Capital. Este era un fondo de cobertura multimillonario que se vio obligado a cerrar sus puertas por las pérdidas que sufrió durante la crisis de GameStop. ¿Pero cómo ocurrió esto? La cinta de Craig Gillespie lo explica de forma natural y poco compleja.
El giro de tuerca en la historia
Apostar a que algo aumentará de valor es bastante natural. Pero apostar a que algo perderá valor, que alguien fracasará, requiere instrumentos más complejos. La venta en corto es una forma de ganar dinero apostando contra una empresa.
Los inversores en este caso habían vendido en corto cantidades de acciones de GameStop a niveles históricos. Más del 100% de las acciones disponibles públicamente de GameStop se habían puesto a la venta en corto. Esto significa que algunas de sus acciones se habían puesto en corto más de una vez.
Esta cantidad de pesimismo en el futuro de GameStop como negocio fue motivada en parte por el hecho de que la pandemia de COVID-19 mantenía a la gente alejada de las tiendas físicas. A largo plazo, el modelo de negocio quedaría en el camino a medida que los consumidores eran más propensos a comprar en línea.
Sin embargo, este exceso de confianza dejó a algunos de los principales actores financieros vulnerables a la presión corta. Gill fue uno de los que comenzaron a promover la idea de invertir en GameStop, y él mismo invirtió mucho en esta tienda cuando las acciones todavía estaban muy baratas.
Entonces, de repente, la idea de invertir en GameStop cobró vida propia. Comprar acciones pasó a ser visto como una forma de vengarse de los capitalistas que estaban acaparando todos los recursos. La solidaridad entre los inversores en acciones y las redes sociales, creó la disciplina necesaria para ejecutar este fenómeno.
Un final amargo
Cuando mucha gente compra una acción, su precio sube. Sin embargo, es necesario que todos estén alineados para que tengan un efecto poderoso. En El poder de los centavos, los inversores de la clase trabajadora esperan sacar algo de dinero de los multimillonarios que cada día realizan la mayor parte de las compras y ventas en el mundo.
Coordinan y calibran esta emoción a través de Internet. Pero también utilizan una innovación técnica para comprar y vender acciones. En este caso, la mayoría de los inversores utilizan la aplicación Robinhood, que puso el comercio gratuito a disposición de casi todo el mundo, lo que provocó un aumento en el número de minoristas. Como sugiere el nombre de la empresa, la aplicación nutre la idea de que permite a los pobres robar a los ricos.
Los desarrolladores de Robinhood son interpretados en El poder de los centavos porSebastian Stan y Rushi Kota. En la cinta, veremos su aparente traición a su base de usuarios y al espíritu de su empresa. Este fue un gran escándalo en la vida real.
Justo cuando el valor de las acciones de GameStop se disparaba y los vendedores en corto perdían miles de millones de dólares, Robinhood cerró la posibilidad de que sus usuarios compraran acciones de GameStop en su aplicación. La película deja claro que esto es porque Vlad Tenev, interpretado por Stan, tiene otros negocios.
¿Vale la pena ver El poder de los centavos?
Finalmente hubo audiencias en el Congreso de Estados Unidos en las que se interrogó a todos los personajes de este ardid, incluido Gill. El testimonio de Gill ante el Congreso, que se ha vuelto legendario en redes sociales, constituye el clímax de la película.
El poder de los centavos dramatiza todos estos puntos de manera realista y empática, hasta divertida, según las primeras reseñas. Ya lo descubrirás a partir de este 26 de octubre en las salas de Cinépolis. Y es que ahora sí, no tienes pretextos para no ir a verla y deslumbrarte por un caso real de David contra Goliat.